La hernia diafragmática congénita (HDC) es un defecto con una incidencia de 1:3.000 recién nacidos, el 60% no presentan otras malformaciones1 y tiene una supervivencia del 75-90%2. Se localiza más frecuentemente en la región posterolateral izquierda (hernia de Bochdalek).
Se presenta el caso de un niño de 13 meses sin antecedentes médicos, que llega al centro de salud en situación de parada cardiorrespiratoria y fallece tras maniobras de RCP avanzadas. Había sido visitado en el mismo centro 5h antes por cuadro de dolor abdominal con 2 episodios de vómito alimenticio y febrícula (37,4°C). Desarrollo estaturo-ponderal adecuado, externamente no se hallaron lesiones ni otros hallazgos relevantes. El examen interno reveló en hemitórax izquierdo un derrame pleural serohemático y la presencia de una amplia porción intestinal de aspecto necrótico-hemorrágico con desplazamiento de estructuras mediastínicas (fig. 1). Se identificó orificio localizado en la porción posterolateral izquierda del diafragma, a través del cual se había producido la herniación (fig. 2). No se hallaron otras malformaciones congénitas. El estudio toxicológico fue negativo y el estudio histopatológico informó también de un cierto grado de colapso pulmonar izquierdo y signos de aspiración alimentaria terminal difusa. La presentación tardía (después del primer año) de la HDC como causa de muerte súbita es excepcional.