Niña de 8 años de edad, sin antecedentes personales de interés, que consulta por lesiones pruriginosas, no dolorosas en muslo izquierdo, abdomen y en el tercer dedo de la mano derecha de 12h de evolución. Refiere haberse bañado en un pantano con diferentes plantas silvestres el día anterior. La paciente está afebril y con buen estado general. El examen físico muestra lesiones ampollosas que contienen líquido transparente sobre base eritematosa como únicos hallazgos (fig. 1A).
A) Lesiones iniciales en cara anterior del muslo de la paciente 24h después de la exposición: se objetivan ampollas extensas sobre una base eritematosa. B) Evolución a las 48h del inicio del tratamiento: disminución del tamaño de la lesión e inicio de pigmentación residual. C) Evolución a los 7 días del inicio del tratamiento: proceso de epitelización y pigmentación residual.
El tipo de lesiones, su localización en zonas expuestas, junto con la historia de contacto con plantas y exposición al sol, sugieren el diagnóstico de fitofotodermatosis. Se inicia tratamiento con antiséptico, corticoide de baja potencia y antihistamínico vía oral con evolución favorable.
Las fitofotodermatosis son las reacciones fototóxicas más frecuentes en pediatría. Se desencadenan por contacto con plantas que contienen psoralenos. Dicha sustancia queda depositada en la piel, y tras incidir sobre ella la luz ultravioleta origina una reacción fototóxica1. Es una reacción inflamatoria sin base inmunológica. Se puede producir en un primer contacto según la concentración de la sustancia y la cantidad de radiación solar recibida. Se debe realizar el diagnóstico diferencial con el resto de lesiones vesiculoampollosas agudas2. La lesión evoluciona originando una pigmentación residual de duración variable (3-6 semanas; fig. 1B y C)3.
Con este caso se pretende destacar la importancia de la historia clínica para un diagnóstico correcto y considerar esta entidad en el diagnóstico diferencial del exantema vesiculoampolloso.