Niño de 14 años que presentó dolor testicular derecho, que se inició súbitamente y tuvo 48 h de evolución. En el examen físico presentaba un hemiescroto inflamado, el reflejo cremastérico estaba ausente y el dolor no se aliviaba con la elevación del testículo. En la ecografía en modo B (fig. 1) se identificaba un testículo agrandado, heterogéneo, con 2 zonas bien diferenciadas: una en el polo superior, hipoecoica, y otra en el polo inferior, hipercoica. En la ecografía doppler color (fig. 2) no se detectó flujo arterial ni venoso.
Ecografía en modo B del testículo derecho (corte longitudinal). Se observa un polo superior hipoecoico (flecha blanca), un polo inferior hiperecoico (flecha negra), engrosamiento de las cubiertas escrotales (flecha hueca negra) e hidrocele reactivo con tabiques (cabeza de flecha negra).
Ecografía doppler color del testículo izquierdo y del derecho (cortes longitudinales). Muestra una ausencia de flujo venoso y arterial en el testículo derecho, con presencia de vascularización aumentada en el tejido paratesticular (flecha negra). El flujo venoso y arterial está conservado en el testículo izquierdo.
Los hallazgos correspondían a una torsión del cordón espermático. La lesión hiperecoica del polo inferior se interpretó como un área de transformación hemorrágica del infarto testicular desarrollado por el paciente y así se confirmó posteriormente en la anatomía patológica de la pieza de orquiectomía (fig. 3). En la intervención quirúrgica se realizó también orquidopexia contralateral.
En las primeras 3 h tras la torsión, el testículo puede tener una apariencia normal en la ecografía, entre las 3 y las 24 h suele aparecer agrandado e hipoecoico1. Sin embargo, en los pacientes con más de 24 h de evolución es frecuente encontrar un testículo de ecoestructura heterogénea con áreas hiperecoicas en su interior. Es muy importante identificar estas áreas hiperecoicas porque corresponden a infartos hemorrágicos que son indicativos de no viabilidad testicular y obligarán a realizar una orquiectomía2. Para proteger el testículo contralateral no torsionado se ha de realizar orquidopexia del mismo3 y orquiectomía del testículo isquémico para disminuir el riesgo de desarrollar una reacción autoinmune que ocasionaría infertilidad4.
A los servicios de Pediatría, Urología y Anatomía Patológica por su disposición y colaboración.