Niña de 14 años, sin antecedentes de interés, que acude por la aparición de exceso de vello en la zona cervical anterior y uñas quebradizas de varios años de evolución. La exploración ungueal no evidenció alteración morfológica significativa, pero en la superficie cutánea de la prominencia laríngea se observaba la presencia de múltiples pelos terminales agrupados sobre piel normal (figs. 1 y 2). La dermatoscopia mostró pelo terminal de diferente diámetro y ausencia de inflamación salvo algunas telangiectasias (fig. 3). No existía lesión pigmentaria subyacente, hirsutismo ni hipertricosis en otras localizaciones. Las exploraciones neurológica y oftalmológica fueron rigurosamente normales y no existían más miembros de la familia afectados.
La hipertricosis cervical anterior es una hipertricosis localizada congénita, descrita por Trattner1 en 1991, si bien su descripción original se halla en la monografía en tricología de Camacho2, una década antes. Consiste en la presencia de pelo terminal sobre la piel adyacente a la prominencia laríngea. Aunque hay casos familiares, suele tratarse de un hallazgo esporádico e infradiagnosticado. Se ha descrito su asociación a retraso mental, hallux valgus, cambios retinianos, otras alteraciones pilosas, dismorfismo facial y neuropatía periférica sensitiva y motora3. Se produce por mutaciones genéticas que alargan la duración de la fase anágena. El diagnóstico es eminentemente clínico, si bien la tricoscopia ayuda y hace innecesaria la biopsia cutánea y el tricograma4. A diferencia del hirsutismo, no tiene influencia hormonal y el uso de antiandrógenos no aporta beneficio. El tratamiento tiene una finalidad meramente estética, empleándose la decoloración y los métodos depilatorios temporales o definitivos.