El objetivo de este estudio fue evaluar el consumo de energía y nutrientes en niños españoles menores de 3 años y comparar los resultados con las recomendaciones actuales, para comprobar si su ingesta era adecuada.
Pacientes y métodosEstudio piloto transversal. Las madres completaron un diario dietético sobre el consumo de alimentos de sus hijos, durante 4 días no consecutivos, registrando los productos y las cantidades consumidas. Se calcularon el consumo de nutrientes y los resultados se compararon con las Dietary Reference Intakes (DRI)) para cada grupo de edad.
ResultadosSe incluyó a 188 niños (93 niños, 95 niñas) con edades de 0-6 meses (41), 7-12 meses (24), 13-24 meses (57) y 25-36 meses (66). Se observaron diferencias estadísticamente significativas respecto a las DRI en el consumo de la mayoría de los nutrientes analizados. Destacó el exceso de consumo de proteínas, que alcanza el 376% de las DRI en los niños entre uno y 3 años. El 96% de los niños de 7 a 12 meses, el 88% de los niños de 13 a 24 meses y el 97% de los niños de 25 a 36 meses consumían proteínas por encima del doble de las DRI.
ConclusionesLa ingesta de nutrientes difirió de las DRI, especialmente en lo referido a las proteínas. Se debería evaluar si las desviaciones observadas en el estudio son extensibles a la población nacional de este grupo de edad en un estudio con una muestra representativa y las posibles repercusiones sobre la salud de los niños.
The present study evaluates energy and nutrient intake in Spanish children under three years of age, and compares the results with the current recommendations in order to identify possible inadequate nutrient intake.
Patients and methodsA cross-sectional pilot study. The mothers completed a diet diary for four non-consecutive days, recording the products and amounts consumed by their children. Nutrient intake was calculated, and the results were compared with the dietary reference intakes (DRI) for each age group.
ResultsA total of 188 children (93 boys and 95 girls) aged 0-6 (n=41), 7-12 (n=24), 13-24 (n=57), and 25-36 months (n=66) were included. Statistically significant differences in DRI were observed for most of the nutrients analyzed. Protein intake, in particular was 376% of DRI in children between 1-3 years of age. By age groups, 96% of the children aged 7-12 months, 88% of the children aged 13-24 months, and 97% of the children aged 25-36 months showed protein intakes more than two-fold DRI.
ConclusionsNutrient intake differed from the DRI, particularly as regards proteins. A new study is required to determine whether the observed study deviations could be representative of the national population of this age group, as well as the possible effects on child health.
El aumento en la prevalencia de obesidad infantil se ha convertido en un tema de interés mundial por su relación con las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en la edad adulta, y sus repercusiones sociosanitarias1,2. Desde todas las naciones se han iniciado programas de prevención mundial de la obesidad y la propuesta de diferentes recomendaciones para el consumo de nutrientes y energía por grupos de edad, a partir de las evidencias científicas disponibles2.
En el año 2005, se puso en marcha en España la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (Estrategia NAOS) desde el Ministerio de Sanidad y Consumo y Educación3. Como parte de esta estrategia, se iniciaron proyectos de investigación en niños en edad escolar4,5, pero hasta la fecha no disponemos de estudios en los que se analicen los hábitos nutricionales de los niños más pequeños, desde su nacimiento a los 3 años de edad que nos ayuden a averiguar si las desviaciones observadas en la infancia en los consumos de nutrientes pudieran originarse ya desde sus primeros años de vida. Desde esa idea, el presente estudio fue diseñado para evaluar este objetivo.
El proyecto ALSALMA se ha desarrollado en 3 fases. En la primera fase, analizó la percepción clínica de 151 pediatras españoles sobre los principales problemas nutricionales en los niños que acudían a sus consultas. La segunda fase investigó la opinión de 712 padres de niños con edades comprendidas entre 0 y 36 meses a este respecto6. La tercera fase se inició con el estudio piloto cuyos resultados se presentan a continuación, en la que se evaluó la ingesta real de nutrientes en niños españoles, constituyendo un estudio pionero en España en este grupo de edad.
MétodosDiseño del estudio y normas éticasEstudio piloto observacional transversal, con datos registrados en el mes de abril del 2011. Se cumplieron la Declaración de Helsinki y las normas aplicables a los estudios observacionales en España, siendo aprobado por el Comité Ético del Hospital Clínic i Provincial de Barcelona. Todos los padres o tutores participantes aceptaron formar parte del estudio mediante consentimiento informado por escrito.
Criterios de selección de los participantesLas familias se seleccionaron de una base de datos de consumidores con información de más de 30.000 familias, mediante muestreo aleatorio estratificado por sexo y 4 grupos de edad7. Se seleccionaron familias de ciudades con población superior a 200.000 habitantes. El tamaño de la muestra se calculó para un estudio piloto de tipo descriptivo.
Método para la recogida de las variables del estudioSe diseñó un diario dietético para los padres, que fueron entrenados para completarlo. En él se registraron todos los productos consumidos por los niños durante 4 días no consecutivos, 2 días entre semana y 2 días del fin de semana. Se recogieron los datos sobre la edad y sexo de los niños.
El volumen de leche materna se estimó según la edad del niño: 700-900ml/día en niños menores de 6 meses, y 600ml/día en mayores de 6 meses8.
Análisis estadísticoSe realizaron un análisis descriptivo de la distribución de frecuencias y porcentajes en las variables cualitativas, y los valores de media, percentiles, desviación típica e intervalo de confianza del 95% en las cuantitativas. Las comparaciones entre proporciones se realizaron mediante la prueba de la chi al cuadrado, y mediante ANOVA en las variables cuantitativas, con un nivel de significación de 0,05. Se utilizó el programa estadístico SPSS 14.0.
Se realizó la conversión de cada producto en sus nutrientes y contenido calórico, mediante la «Tabla de composición de alimentos españoles»9. La composición de los productos infantiles se calculó con los datos disponibles de la marca comercial consumida. Se siguieron las directrices para la elaboración de estudios poblacionales de alimentación y nutrición en España10.
Las recomendaciones de ingesta de nutrientes con las que se compararon los resultados del estudio fueron las Recommended Dietary Allowances/Adequate Intake (RDA/AI) para cada nutriente, descritas en las Dietary Reference Intakes (DRI) (2002/2005) de la National Academy of Sciences y el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría11–13.
ResultadosDatos sociodemográficosDe 200 niños seleccionados, resultó válida para el análisis la información de un total de 188 niños: Alicante (35 casos), Barcelona (32), Gijón (26), Madrid (38), Sevilla (26) y Valencia (31).
El 49,5% eran niños (93 casos) y el 50,5% niñas (95 casos), con una edad media de 19 meses (IC del 95%, 17 a 20), mediana de 18 meses y rango de edad entre 1 y 36 meses. Se analizaron 4 grupos de edad: 41 niños de 0 a 6 meses (21,8%), 24 niños de 7 a 12 meses (12,8%), 57 niños de 13 a 24 meses (30,3%) y 66 niños de 25 a 36 meses (35,1%).
Alimentos consumidosSe analizaron 9.520 alimentos, con consumo medio diario de 13 alimentos por niño. En la tabla 1 se detallan los alimentos consumidos, así como el aporte de energía, y macronutrientes por grupo de alimentos. El 65,5% (19 niños) de los 29 niños menores de 4 meses recibieron lactancia materna exclusiva. Consumieron más de 500ml de leche al día el 100% de los niños entre 0 y 6 meses (en promedio 897ml, IC del 95%, 823 a 971), el 58,3% de los niños de 7 a 12 meses (656ml, IC del 95%, 519 a 793), el 59,6% de los niños entre 13 y 24 meses (561ml, IC del 95%, 480 a 643) y el 48,5% de los niños mayores de 25 meses (490ml, IC el 95%, 430 a 549).
Aporte de energía, proteínas, lípidos, hidratos de carbono por cada grupo de alimentos consumido
Grupo de alimentos | Alimentos consumidos (%) | Energía (%) | Lípidos (%) | Proteínas (%) | Hidratos de carbono (%) | |||||||||||||||
Edad en meses | 0-6 | 7-12 | 13-24 | 25-36 | 0-6 | 7-12 | 13-24 | 25-36 | 0-6 | 7-12 | 13-24 | 25-36 | 0-6 | 7-12 | 13-24 | 25-36 | 0-6 | 7-12 | 13-24 | 25-36 |
Leche y derivados | 84,5 | 30,9 | 24,8 | 22,1 | 91,5 | 44,5 | 34,8 | 28,9 | 96,3 | 55,9 | 43,1 | 36 | 90,9 | 31,6 | 32,4 | 28,3 | 86,6 | 40 | 28,9 | 24,0 |
Carne, pescado, huevo | 0,3 | 8,2 | 10,6 | 12,4 | 0,2 | 7,9 | 10,7 | 13,8 | 0,1 | 5,2 | 11,5 | 15,4 | 1,6 | 42,6 | 38,9 | 44,5 | 0 | 0,2 | 1,4 | 2,7 |
Cereales y azúcares | 3,8 | 16,2 | 20,1 | 22,5 | 3,9 | 21,5 | 31,3 | 35,9 | 0,4 | 6 | 15,3 | 19,3 | 4,6 | 14,1 | 19,0 | 19,6 | 7,3 | 33,6 | 47,1 | 52,6 |
Grasas y aceites | 2,4 | 18,5 | 20,2 | 20,2 | 1,5 | 10,9 | 10,4 | 9,4 | 3,1 | 31,4 | 28,5 | 27,6 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Frutas | 2,7 | 7,2 | 7,1 | 7 | 2 | 7,8 | 5 | 4,1 | 0 | 0,1 | 0 | 0 | ,8 | 1,5 | 0,9 | 0,7 | 4,6 | 15,1 | 10,1 | 8,1 |
Verduras | 2 | 10,6 | 9,6 | 8,5 | 0,8 | 6 | 5,7 | 5,1 | 0,1 | 1,2 | 1,5 | 1,4 | 2,2 | 9,7 | 7,9 | 5,9 | 1,5 | 8,6 | 8,4 | 7,5 |
Legumbres, frutos secos y otros | 4,3 | 8,4 | 7,6 | 7,3 | 0 | 1,3 | 2,1 | 2,7 | 0 | 0,1 | 0,1 | 0,2 | 0 | 0,6 | 0,8 | 1,0 | 0 | 2,5 | 4,1 | 5,1 |
En la tabla 2 se detallan los consumos medios diarios de energía y nutrientes. No se observaron diferencias significativas entre niños y niñas.
Ingesta media diaria de energía y nutrientes por grupos de edad
Edad | ||||||||||
Total 0 a 36 meses, n=188 niños | 0-6 meses, n=41 | 7-12 meses, n=24 | ||||||||
RDA/AI | Media (IC del 95%) | P25 | P50 | P75 | RDA/AI | Media (IC del 95%) | P25 | P50 | P75 | |
Energía (kilocalorías) | 679 | 668 (613-723)a | 557,9 | 634,4 | 757,1 | 756 | 1.025,3 (927-1.124) | 824,6 | 1.039,1 | 1.180,6 |
Lípidos (g) | 31b | 36 (33-39) | 30,6 | 34,9 | 39,1 | 30b | 40,2 (35-46) | 32,8 | 37,2 | 42,4 |
Grasas saturadas (g) | ND | 15,4 (14-17) | 12,6 | 14,9 | 16,6 | ND | 12,3 (10-15) | 8,4 | 10,3 | 14,6 |
Grasas monoinsaturadas (g) | ND | 10,4 (8-13) | 7,5 | 11,1 | 14,3 | ND | 14,6 (12-17) | 10,1 | 12,2 | 19,2 |
Grasas poliinsaturadas (g) | ND | 4,7 (4-5) | 4 | 4,5 | 5,3 | ND | 4,8 (4-6) | 3,7 | 4,3 | 5,3 |
Proteínas (g) | 9,1b | 13 (11,7-14,4) | 10,5 | 12 | 14,4 | 11 | 34,9 (31,3-38,4) | 28,3 | 35,8 | 38,7 |
Hidratos de carbono (g) | 60b | 74,7 (67-82,3) | 57,3 | 66,6 | 82,1 | 95b | 132,6 (118,5-146,6) | 109 | 131,9 | 157,1 |
Fibra (g) | ND | 3 (1,7-4,3) | 0 | 0,3 | 5,4 | ND | 11,4 (9,5-13,3) | 8,3 | 12 | 14,8 |
Colesterol (mg) | ND | 149,1 (117-181,2) | 35,1 | 173,3 | 222,3 | ND | 117,4 (73,9-160,9) | 53,3 | 75,2 | 168,1 |
Vitamina A (mg Eq) | 400b | 581,3 (539-623,7) | 486 | 561,6 | 628,9 | 500b | 594,4 (500,1-688,6)a | 441,2 | 582,4 | 651 |
Vitamina D (μg) | 10 | 4,9 (2,9-6,8) | 0,4 | 0,5 | 10,34 | 10 | 11,1 (8,6-13,5)a | 6,9 | 11,9 | 14,7 |
Vitamina E (mg) | 4b | 6,7 (5,7-7,8) | 4,2 | 4,8 | 8,4 | 5b | 8,5 (7,4-9,7) | 6,8 | 8,3 | 10,4 |
Ácido fólico (μg) | 65b | 72,4 (55,2-89,5)a | 32,3 | 38,9 | 109,5 | 80b | 156,8 (133,8-179,7) | 104 | 162,2 | 206,7 |
Hierro (mg) | 0,27b | 2,9 (1,9-4) | 0,6 | 0,8 | 5,2 | 11 | 11,5 (9,5-13,5)a | 8,3 | 12,4 | 15,6 |
Sodio (mg) | 120b | 237,1 (217,3-257) | 199,2 | 242,6 | 276 | 370b | 377,7 (295,7-459,8)a | 231,3 | 276,8 | 563,4 |
Calcio (mg) | 200b | 376 (322,1-429,9) | 250,6 | 286,4 | 497 | 260b | 646 (550,2-741,9) | 490,4 | 631,2 | 743,5 |
Fósforo (mg) | 100b | 190,5 (159,2-221,7) | 121,23 | 138,6 | 240,2 | 275b | 569,3 (494,3-644,4) | 485,9 | 534,4 | 650,56 |
Edad | ||||||||||
Total 0 a 36 meses, n=188 niños | 13-24 meses, n=57 | 25-36 meses, n=66 | ||||||||
RDA/AI | Media (IC del 95%) | P25 | P50 | P75 | RDA/AI | Media (IC del 95%) | P25 | P50 | P75 | |
Energía (kilocalorías) | 1.092 | 1.202,6 (1.117-1.288) | 1.000,9 | 1.129,7 | 1.361,2 | 1.092 | 1.281,3 (1.192-1.371) | 1.062,1 | 1.234,4 | 1.412,9 |
Lípidos (g) | 30-40c | 48,6 (45-53) | 37,4 | 48,3 | 57,3 | 30-40c | 48,7 (45-53) | 42,4 | 46,4 | 56,1 |
Grasas saturadas (g) | ND | 15,9 (14-18) | 10,7 | 15,1 | 19,2 | ND | 16,2 (15-18) | 12 | 15,5 | 18,6 |
Grasas monoinsaturadas (g) | ND | 19,4 (18-21) | 15,4 | 19,6 | 23,5 | ND | 19,7 (18-21) | 16,5 | 20 | 22,4 |
Grasas poliinsaturadas (g) | ND | 4,9 (4,5-5) | 3,8 | 5 | 6 | ND | 4,7 (4,3-5) | 3,8 | 4,4 | 5,3 |
Proteínas (g) | 13 | 45,1 (40,7-49,5) | 30,5 | 42,5 | 55,5 | 13 | 52,1 (48,7-55,4) | 45,4 | 52,1 | 58,2 |
Hidratos de carbono (g) | 130 | 151,5 (138,8-164,3) | 124,3 | 140,6 | 171,9 | 130 | 165,7 (152,1-179,3) | 126,1 | 152,4 | 195,3 |
Fibra (g) | 19b | 10 (8,9-11,1) | 7,2 | 10,6 | 12,3 | 19b | 9,1 (8-10,2) | 5,8 | 8 | 12,1 |
Colesterol (mg) | ND | 189,6 (165,4-213,8) | 121,5 | 174,3 | 255,2 | ND | 212,2 (188,9-235,4) | 154,8 | 215,9 | 252,8 |
Vitamina A (mg Eq) | 300 | 489,4 (435,9-542,9) | 348,7 | 496,1 | 609,6 | 300 | 434,2 (373,3-495,1) | 242,6 | 382,6 | 571,7 |
Vitamina D (μg) | 15 | 7,4 (5,8-9,1) | 1,6 | 6,6 | 11,4 | 15 | 6,6 (5,1-8,1) | 1,7 | 3,9 | 11,4 |
Vitamina E (mg) | 6 | 7,1 (6,3-7,9) | 4,7 | 6,6 | 8,6 | 6 | 6,8 (6-7,6)a | 4,1 | 5,6 | 9,3 |
Ácido fólico (μg) | 150 | 166 (148,1-183,9)a | 130,2 | 162,4 | 199,78 | 150 | 170 (154,1-186) | 120,1 | 157,8 | 217,7 |
Hierro (mg) | 7 | 10,4 (9,1-11,8) | 6,8 | 9,6 | 14,1 | 7 | 11,1 (9,9-12,4) | 7,2 | 9,9 | 13,8 |
Sodio (mg) | 1.000b | 821,3 (703,8-938,7) | 500,1 | 714,9 | 1.109,6 | 1.000b | 988,1 (890,3-1.086)a | 717,6 | 900,4 | 1236,2 |
Calcio (mg) | 700 | 749,9 (652-847,9)a | 514,3 | 692,6 | 974,9 | 700 | 798,2 (725-871,4) | 583,3 | 803,9 | 970,9 |
Fósforo (mg) | 460 | 834,9 (742,1-927,7) | 617,8 | 814,4 | 991,8 | 460 | 955,5 (889,4-1021,6) | 807,3 | 946,7 | 1.104,4 |
IC del 95%: intervalo de confianza del 95% para la media; ND: No existen recomendaciones para este nutriente o bien para el grupo de edad; P25, P50, P75: percentiles 25, 50 y 75 para cada variable y por grupo de edad.
Energía o nutrientes sin diferencias estadísticamente significativas respecto a las RDA/AI (p>0,05), otros valores p se describen en el texto del artículo (cumplimiento de las RDA/AI).
RDA/AI: Recommended Dietary Allowances/Adequate Intake: las RDA se establecen como valores de referencia de cada nutriente que cubren las necesidades del 97 al 98% de los individuos de ese grupo. Las AI son valores que se estima que cubren las necesidades de todos los individuos de cada grupo de edad. Este dato se utiliza como referencia en ausencia de RDA de referencia. Los valores AI se marcan con un b.
En la tabla 2 se muestran los valores de las DRI (RDA/AI) diarias para el consumo de energía y nutrientes11–13.
A los 0 a 6 meses, se observó una diferencia estadísticamente significativa respecto a los valores de las RDA/AI de los consumos medios diarios de todos los nutrientes (p<0,001), a excepción del consumo de energía (p=0,683), grasas poliinsaturadas (p=0,235) y de ácido fólico (p=0,391).
A los 7 a 12 meses, se observaron diferencias significativas respecto a las RDA/AI en todos los nutrientes (p<0,001), excepto en las grasas poliinsaturadas (p=0,359), la vitamina A (p=0,05), la vitamina D (p=0,377), el hierro (p=0,615) y el sodio (p=0,847).
Entre los 13 y 24 meses, se observaron diferencias significativas respecto a las RDA/AI en todos los nutrientes (p<0,001), excepto en el ácido fólico (p=0,08) y el calcio (p=0,312).
Entre los 25 y 36 meses, se observaron diferencias significativas respecto a las RDA/AI en todos los nutrientes (p<0,001), excepto en la vitamina E (p=0,059) y el sodio (p=0,810).
El consumo diario medio de proteínas del conjunto de niños entre 0 y 12 meses fue de 21g (IC del 95%, 18 a 24), con una mediana de 15,6g, y en los niños entre 13 y 36 meses de 48,9g (IC del 95%, 46,1 a 52), con una mediana de 50,3g.
Porcentaje de adecuación a las recomendacionesEn la figura 1 se muestran los resultados del porcentaje de adecuación a las RDA/AI.
Proporción de niños por debajo de las Recommended Dietary AllowancesEn la tabla 3 se detalla la proporción de niños que consumieron energía y nutrientes por debajo de las RDA.
Consumo de energía y nutrientes: proporción de niños por debajo de las RDA/AI
Edad | 0-6 meses, n=41 | 7-12 meses, n=24 | 13-24 meses, n=57 | 25-36 meses, n=66 | 0-36 meses, n=188 | |||||
% de niños por debajo de RDA/AI | n | % de niños por debajo de RDA/AI | n | % de niños por debajo de RDA/AI | n | % de niños por debajo de RDA/AI | n | % de niños por debajo de RDA/AI | n | |
Energía | 68,3 | 28 | 12,5 | 3 | 42,1 | 24 | 28,8 | 19 | 39,4 | 74 |
Lípidos | 26,8 | 11 | 16,7 | 4 | 29,8 | 17 | 24,2 | 16 | 25,5 | 48 |
Proteínas | 14,6 | 6 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1,5 | 1 | 3,7 | 7 |
Hidratos de carbono | 31,7 | 13 | 16,7 | 4 | 36,8 | 21 | 27,3 | 18 | 29,8 | 56 |
Vitamina A | 4,9 | 2 | 33,3 | 8 | 22,8 | 13 | 34,8 | 23 | 24,5 | 46 |
Vitamina D | 70,7 | 29 | 41,7 | 10 | 84,2 | 48 | 89,4 | 59 | 77,7 | 146 |
Vitamina E | 14,6 | 6 | 8,3 | 2 | 40,3 | 23 | 53 | 35 | 35,1 | 66 |
Ácido fólico | 61 | 25 | 12,5 | 3 | 36,8 | 21 | 45,4 | 30 | 42 | 79 |
Hierro | 0 | 0 | 37,5 | 9 | 26,3 | 15 | 21,2 | 14 | 20,2 | 38 |
Calcio | 4,9 | 2 | 0 | 0 | 50,9 | 29 | 37,9 | 25 | 29,8 | 56 |
Fósforo | 7,3 | 3 | 0 | 0 | 14 | 8 | 3 | 2 | 6,9 | 13 |
En la tabla 4 se muestran las proporciones de niños 1/3, 2/3 y 2 veces por encima de las RDA/AI en el aporte de energía y proteínas. La proporción de niños entre 1 y 3 años con consumo de proteínas por encima de 1/3 de las RDA/AI fue el 99,2%, de 2/3 el 97,6% y por encima del doble el 92,7%.
Consumo de energía y proteínas: proporción de niños por encima del 133, el 166 y el 200% de las RDA/AI
Proporción por encima de las RDA/AI | Energía (kilocalorías) | Proteínas (g) | ||||
133% | 166% | 200% | 133% | 166% | 200% | |
0-6 meses | 12,2 | 2,4 | 0 | 39 | 22 | 9,8 |
7-12 meses | 54,2 | 12,5 | 4,2 | 100 | 100 | 95,8 |
13-24 meses | 17,5 | 1,8 | 1,8 | 100 | 96,5 | 87,7 |
25-36 meses | 24,2 | 12,1 | 0 | 98,5 | 98,5 | 97 |
0-36 meses | 23,4 | 6,9 | 1,1 | 86,2 | 81,4 | 75 |
El 1,5% (3 niños) del total presentaron un consumo de hierro por debajo del 33,3% de las RDA/AI. El 6,3% (12) consumió hierro entre el 33,3% y el 66,6%, y el 12,23% (23) lo consumió entre el 66,6% y el 100% de las RDA/AI.
Estudio del perfil calóricoSe muestra en la figura 2 la proporción de energía aportada por cada macronutriente en función de la edad del niño. Se observó un aumento significativo en la proporción de energía que aportan las proteínas a mayor edad del niño (p<0,05), así como una reducción significativa en la proporción de lípidos que aportaron energía (p<0,05). No se observaron diferencias en la proporción de aporte calórico procedente de los hidratos de carbono en función de la edad del niño.
DiscusiónLa nutrición durante los primeros años de vida es importante para asegurar un desarrollo adecuado de los niños y tiene repercusiones sobre su salud futura. Concretamente, la alimentación durante el primer año de vida podría ser determinante en el desarrollo físico, neurológico y cognitivo, no solo durante ese primer año de vida, sino en edades posteriores14–21. Por ello, está justificado conocer el modo en el que nuestros niños se alimentan durante estos primeros años y valorar si existe algún desequilibrio en sus hábitos dietéticos.
Los pediatras que participaron en la primera fase del proyecto ALSALMA consideraban que los principales problemas nutricionales en niños menores de 3 años eran las deficiencias de hierro y vitaminas y la escasa ganancia de peso hasta los 12 meses. En edades posteriores, consideraron predominantes, el exceso de hidratos de carbono y lípidos, y el sobrepeso. La opinión de los padres coincidió con la de los médicos6.
Esta preocupación de pediatras y padres contrastó con los resultados de la realidad analizada en el estudio ALSALMA. Mientras el consumo de hidratos de carbono y lípidos se encontró dentro de rangos aceptables, el consumo de proteínas superó en casi 4 veces las recomendaciones nutricionales en esta edad, algo que no fue advertido por pediatras y padres.
El aporte de energía procedió fundamentalmente del consumo de leche y derivados hasta la edad de 12 meses (tabla 1) y, a partir de esta edad, del consumo de cereales y azúcares. El aporte energético aumentó con la edad en los restantes grupos de alimentos, excepto para los lípidos a partir de los 24 meses, y las frutas y verduras a partir de los 12 meses (p<0,05), cuyo consumo se fue reduciendo a mayor edad del niño, sobre todo de verduras, que pasó de un 10,6% a los 7-12 meses a un 8,5% a los 36 meses. Esta desviación de la dieta mediterránea es un hecho observado en otros estudios, tanto en edad infantil4,5 como en la edad adulta22, y ya se observó a esta temprana edad en nuestro estudio.
El exceso de consumo de calorías en relación con las recomendaciones se refleja ya en aproximadamente un 70% de los niños (tabla 3). En este periodo de transición en la alimentación del niño, el consejo del pediatra sobre el momento en el que se deben introducir los alimentos sólidos es muy importante, pero también lo es aconsejar sobre el tamaño de las raciones para evitar un exceso de consumo de energía. Aunque no parece existir una relación clara entre el momento en el que se introducen los alimentos sólidos y la obesidad en la infancia21, sí es evidente la relación entre un exceso en el aporte energético y el exceso de peso a cualquier edad.
El consumo de proteínas, que ya era elevado en los niños menores de un año (127% de las RDA/AI), llegó a valores de hasta un 376% respecto a las RDA/AI en los niños mayores de un año. Esta tendencia al aumento del consumo proteico también se ha observado en otros países de la zona europea en los niños entre uno y 3 años, con cifras de consumo de proteínas de un 131% por encima de las RDA/AI en niños italianos23, un 138% en niños franceses24 y un 284% en niños ingleses25. El consumo elevado de proteínas se ha relacionado con mayor peso en niños menores de 2 años26, aumentando el riesgo de obesidad futura27–30. Se cree que la ingesta proteica estimula la secreción del factor de crecimiento i semejante a la insulina (IGF-I), que lleva a la proliferación celular, acelera el crecimiento y aumenta el tejido adiposo30,31.
Es importante destacar que el 96, el 88 y el 97% de los niños de 7-12, 13-24 y 25-36 meses, respectivamente (tabla 4), consumieron proteínas por encima del doble de las recomendaciones, cifra de solo el 9,8% de los niños entre 0 y 6 meses, en los que todavía no se había introducido la alimentación complementaria en sus dietas.
En los niños menores de 6 meses, la mayor parte de las proteínas procedían del consumo de leche y derivados. En edades posteriores, procedían del consumo de carnes, pescados y huevo, y en segundo lugar, de los productos lácteos (tabla 1). Si el aporte proteico tuviera que ser reducido, debería ser a expensas de los productos con mayor concentración de proteínas, es decir las carnes y los productos lácteos.
El aporte de grasas poliinsaturadas fue de un 90,7% de las RDA/AI en los menores de un año y de un 62% de las RDA/AI en los mayores de un año. Se observó que los lípidos contribuyeron al 20% del aporte calórico en los niños mayores de 6 meses (fig. 2). El dato podría justificarse si no se recogieron adecuadamente en los cuestionarios del estudio las cantidades de aceite que se añadieron a las papillas y purés cocinados en casa.
En los niños menores de 12 meses, se observó un déficit en el aporte de vitamina D a través de la alimentación, con un porcentaje de adecuación a las recomendaciones de solo un 4,5%, posiblemente por la lactancia materna exclusiva, ya que no se recogieron datos sobre suplementos vitamínicos en el estudio. El consumo de vitamina D entre los 13 y 36 meses aumentó sensiblemente respecto al grupo de edad anterior; sin embargo, siguió siendo un 46,5% inferior a las recomendaciones. Es importante destacar que el 71, el 42, el 84 y el 89% de los niños de los 4 grupos de edad estudiados recibieron un aporte de vitamina D por debajo de las RDA/AI. Este dato podría ser importante para su salud futura, por la relación entre el déficit en vitamina D y los factores de riesgo cardiovasculares y de enfermedades metabólicas32,33.
El aporte de ácido fólico a través de la dieta superó las recomendaciones en un 12% en los mayores de un año, debido probablemente a la mayor diversidad de productos vegetales que consumieron los niños de mayor edad. El déficit de aporte de ácido fólico se observó solo en el grupo de menor edad (0-6 meses), mientras que se superaron las recomendaciones hasta en un 200% entre los 6 y 12 meses.
El aporte diario medio de hierro superó las recomendaciones en un 230% en los menores de 12 meses y un 154% en los mayores de 12 meses (fig. 1). Ningún niño de entre 0 y 6 meses consumió hierro por debajo de las recomendaciones, mientras que, en los grupos de edad posteriores, el 38, el 26 y el 21% ingirieron menos hierro del recomendado. La prevalencia de anemia ferropénica en España se estima en un 9,6% en niños menores de un año y en el 16,7% (IC del 95%, 10,5-23) en niños europeos menores de 5 años34,35, por lo que las proporciones de niños con consumo de hierro por debajo de las recomendaciones observadas en el estudio podrían ser coherentes con las cifras de ferropenia que se observan en nuestro medio.
El aporte de calcio se consideró adecuado (137,8% de las RDA/AI en menores de 12 meses y 110,8% de las RDA/AI en mayores de 12 meses), así como la proporción de niños que consumieron calcio por encima de las recomendaciones, aunque se observó una tendencia a la reducción en su consumo a mayor edad del niño.
Las limitaciones del estudio son las comunes a todos los estudios sobre nutrición. Concretamente, el registro prospectivo de varios días utilizado en este estudio puede inducir a realizar cambios en la composición de la dieta habitual. Sin embargo, se ha reconocido como el método de referencia para estudios con cuestionarios sobre frecuencia de consumo de alimentos, sobre historia dietética, o en los estudios realizados con el método de recordatorio de 24 h. Las diversas tablas de composición de alimentos que se utilizan para estimar la ingesta de nutrientes y los diversos valores de referencia empleados para calcular la adecuación dietética dificultan adicionalmente la comparación entre estudios36,37.
Otra limitación del estudio fue que el tamaño de la muestra no permitió extrapolar los resultados a la población de referencia, ya que se trataba de un estudio piloto. Deberían haber participado pediatras en la selección de las familias, para facilitar una medición adecuada de los datos antropométricos, sociodemográficos y de salud de los niños y sus familias, y participar en el control de calidad de la recogida de los datos en los diarios. No se recogió información sobre la toma de suplementos vitamínicos o de otros micronutrientes, por lo que las deficiencias observadas en el aporte de vitamina D y ácido fólico podrían estar siendo sobrestimadas. La utilización de los DRI de la población americana en lugar de la europea se justificó por ser los valores de referencia más utilizados en los estudios pediátricos y porque los valores de referencia en países europeos se encuentran en proceso de elaboración38–40. Sin embargo, los resultados del estudio se podrán comparar en el futuro con otros valores de referencia a partir de los datos presentados en la tabla 2 de esta publicación.
El estudio incluyó una muestra piloto de niños de 0 a 36 meses, un grupo de edad poco estudiado, que aporta información relevante para la aproximación a la realidad de consumo de nutrientes en estas edades. Destacó el desequilibrio de la dieta, especialmente a partir de los 6 meses de edad, con un exceso de aporte de proteínas e insuficiente ingesta de vitamina D y ácido fólico. Los elevados valores de consumo diario de proteínas observados y su posible relación con la obesidad en edades posteriores hacen necesario realizar estudios en una muestra representativa para verificar la realidad de este hallazgo. Sería deseable realizar estudios de seguimiento prospectivo para evaluar si los hábitos alimentarios observados en los niños se mantienen o se modifican en edades posteriores.
FinanciaciónTodas las fases de este estudio han sido financiadas por Danone Nutricia Early Life Nutrition (Almiron).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Presentaciones previas: Congreso Nacional de Pediatría, 2012: Comunicación a congreso. Science Day. 21 de junio del 2012.