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Vol. 74. Núm. 6.
Páginas 377-387 (junio 2011)
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Vol. 74. Núm. 6.
Páginas 377-387 (junio 2011)
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Estudio ecológico en México (2003-2009) sobre labio y/o paladar hendido y factores sociodemográficos, socioeconómicos y de contaminación asociados
Ecologic study in Mexico (2003-2009) on cleft lip and/or palate and associated sociodemographic, socioeconomic and pollution factors
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C.A. González-Osorioa, C.E. Medina-Solísb,
Autor para correspondencia
cemedinas@yahoo.com

Autor para correspondencia.
, A.P. Pontigo-Loyolab, J.F. Casanova-Rosadoc, M. Escoffié-Ramírezd, M.G. Corona-Tabaresa, G. Maupomée
a Unidad Académica de Odontología, Universidad Autónoma de Nayarit, Tepic, Nayarit, México
b Área Académica de Odontología, Instituto de Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Pachuca, Hidalgo, México
c Facultad de Odontología, Universidad Autónoma de Campeche, Campeche, Campeche, México
d Facultad de Odontología, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México
e Indiana University/Purdue University, Indianapolis School of Dentistry, Indianápolis, Indiana, The Regenstrief Institute, Inc., Indianápolis, Indiana, Estados Unidos
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Tabla 1. Variables sociodemográficas, socioeconómicas y de contaminación que fueron incluidas en el estudio.
Tabla 2. Distribución del LPH por sexo entre 2003 y 2008.
Tabla 3. Distribución de los casos y las tasas en los años 2003 y 2004.
Tabla 4. Distribución de los casos y las tasas en los años 2005 y 2006.
Tabla 5. Distribución de los casos y las tasas en los años 2007 y 2008.
Tabla 6. Estimaciones de los casos y tasas para el año 2009.
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Resumen
Objetivo

Analizar de 2003 a 2009 las tasas de labio y/o paladar hendido (LPH) en México y determinar su asociación a nivel ecológico con variables sociodemográficas, socioeconómicas y de contaminación.

Material y métodos

Se realizó un estudio ecológico utilizando datos de la incidencia de LPH. También se incluyó información en cuanto a aspectos sociodemográficos, socioeconómicos y de contaminación, obtenida de instituciones públicas gubernamentales. Se utilizó como variable dependiente la tasa de incidencia del LPH, y como variables independientes los indicadores socioeconómicos, sociodemográficos y de contaminación. En el análisis se utilizaron las pruebas de correlación de Spearman y de la chi cuadrado.

Resultados

Durante el período estudiado se presentaron 10.573 nuevos casos de LPH (promedio de 1.510,43 por año). Los estados con mayor tasa de LPH (x 1.000 nacidos) fueron: en 2003 Distrito Federal (1,76), en 2004 Jalisco (2,62), en 2005 Oaxaca (1,66), en 2006 Estado de México (1,29), en 2007, 2008 y 2009 Jalisco (2,17, 2,92 y 1,99, respectivamente). Los varones fueron los más afectados (p<0,05). Las variables correlacionadas positivamente a las tasas de LPH fueron: población total, residuos sólidos, esperanza de vida, sólidos urbanos; y negativamente: porcentaje de consumidores altos de alcohol y abuso o dependencia de alcohol.

Conclusiones

Jalisco fue el estado más afectado cada año. Se encontraron correlaciones ecológicas entre las tasas de LPH con factores sociodemográficos, socioeconómicos y de contaminación, aunque de forma inversa con el consumo de alcohol. Es necesario realizar estudios epidemiológicos más detallados sobre el tema para caracterizar adecuadamente los factores de riesgo en poblaciones mexicanas.

Palabras clave:
Labio hendido
Paladar hendido
Epidemiología
Estudio ecológico
Abstract
Objective

To analyze the rates of cleft lip and/or cleft palate (CLP) in Mexico between 2003 and 2009 and assess their association with variables at ecological level, sociodemographic, socioeconomic, and pollution.

Material and methods

An ecological study was conducted with data from the 32 states of Mexico for incidence of CLP, obtained from the Ministry of Health. We included sociodemographic, socioeconomic, and pollution information, obtained from governmental agencies. CLP incidence rates were used as dependent variable; independent variables were socioeconomic, demographic and pollution indicators. Statistical analysis was performed using Spearman correlation and chi2 tests.

Results

During the study period 10573 new cases presented (mean 1510.43 per year). The States with the highest rate (per 1000 births) were: in 2003 the Federal District (Mexico City) (1.76), in 2004 Jalisco (2.62), in 2005 Oaxaca (1.66), in 2006 the State of Mexico (1.29), in 2007, 2008 and 2009 Jalisco (2.17, 2.92, and 1.99). For all the years men were more likely affected than women (P<.05). Variables found positively correlated to LPH rates were total population, solid waste, life expectancy, urban solid waste. The variables negatively correlated were population percentages of high alcohol users, and of alcohol abuse or addiction.

Conclusions

The State of Jalisco was one of the most affected locations over the years. Ecologic positive correlations existed between cleft lip and/or palate and sociodemographic, socioeconomic, and pollution factors. Incidence rate was negatively correlated with alcohol use and abuse. More detailed epidemiological studies are needed to fully characterize risk factors in Mexican populations.

Keywords:
Cleft lip
Cleft palate
Epidemiology
Ecologic study
Texto completo
Introducción

Entre las malformaciones congénitas, una de las más comunes son las hendiduras orofaciales, fundamentalmente la de labio y/o paladar hendido (LPH), lo cual las hace que representen un problema de salud bucodental. Se definen como una apertura alargada que se deriva de una falta de fusión de determinadas partes durante el desarrollo embrionario. La inexactitud de unión de las estructuras que forman el labio y el paladar se produce en los primeros meses de desarrollo embrionario por exposición a una noxa entre la cuarta y duodécima semana de gestación, siendo la sexta la de mayor riesgo1-3. Además del impacto que tiene para el paciente en aspectos funcionales y emocionales a lo largo de la vida, el costo para su atención por un equipo multidisciplinario representa una carga para el sistema de salud, al igual que para los hogares2,4. Las áreas afectadas por las fisuras bucales usualmente son el labio superior, el reborde alveolar, el paladar duro y el paladar blando. Ligeramente más del 50% son fisuras combinadas del labio y el paladar, y aproximadamente la cuarta parte de ellas es bilateral3. Las frecuencias que se dan para estas malformaciones son variables, desde 1 en 500 nacimientos en poblaciones asiáticas, a 1 en 2.500 en raza negra y 1 en 1.000 entre caucásicos, hispánicos y latinos5. Para México tienen una incidencia de alrededor de 1,1 a 1,39 por cada 1.000 nacidos vivos registrados; además, ocupan el primer lugar entre todas las anomalías congénitas6.

El origen del LPH es multifactorial, y se las puede dividir en genéticas y ambientales. Las causas de índole ambiental pueden agruparse en tres clases: físicas, químicas y biológicas. A los factores ambientales, por modificar el desarrollo embriológico produciendo deformaciones, se les ha llamado teratógenos7. Las investigaciones sobre factores de riesgo de LPH han demostrado, por ejemplo, que la frecuencia de niños con tales anomalías es más común en madres epilépticas que ingieren anticonvulsivantes durante el primer trimestre de embarazo. Se los ha relacionado con enfermedades agudas, especialmente influenza8. En diversos estudios se ha llegado a la conclusión de que este tipo de anomalía se debe probablemente a la interacción con fármacos o cualquier otra droga, el consumo de alcohol, tabaquismo materno, edad materna, diabetes en el embarazo, abortos anteriores, aspectos genéticos y nutricionales, el uso de pesticidas en agricultura, radiación ionizante, agentes infecciosos, estrés, antecedentes familiares y presencia de otra malformación craneofacial3,7-13. Algunos autores en México y otras partes del mundo también han mostrado como factores de riesgo para LPH variables sociodemográficas, socioeconómicas y contaminantes13-16. Las fisuras de labio son más frecuentes en el género masculino, mientras que las fisuras aisladas del paladar son más comunes en las mujeres. La incidencia del labio fisurado es más incidente del lado izquierdo que en el derecho3.

El LPH, al igual que otras malformaciones, como los defectos del tubo neural, pueden ser prevenibles, diagnosticados y manejados oportunamente, otorgando a la madre atención médica de calidad antes y durante el embarazo. En el ámbito internacional, así como en México, se ha establecido como medida de prevención que a toda mujer en edad reproductiva se le recomendará una ingesta diaria de ácido fólico de 400μg/día o 0,4mg, especialmente durante la etapa periconcepcional (3 meses previos al embarazo y hasta la semana 12 de la gestación)17-20. El objetivo del presente estudio fue analizar entre los años 2003 y 2009 las tasas de LPH en México y determinar su asociación a nivel ecológico con variables sociodemográficas, socioeconómicas y de contaminación.

Material y métodos

Se realizó un estudio ecológico de grupos múltiples21; de acuerdo con la definición de Borja, éste es el tipo de estudio ecológico más común. En un estudio analítico de comparación de grupos múltiples se evalúa la asociación entre los niveles de exposición promedio y la frecuencia de la enfermedad entre varios grupos; comúnmente grupos geopolíticos. La fuente de datos suelen ser las estadísticas de morbilidad y mortalidad rutinarias. De esta forma, la información referente a la incidencia de LPH fue utilizada como variable dependiente. Para los años 2003-2008 se recopiló por entidad federativa de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud22. Para el año 2009 no se habían publicado los resultados de LPH, así que para el cálculo de la tasa se emplearon las tasas de 2003 a 2008. Con esto se ajustaron las distorsiones que generan los cambios en los tamaños de las poblaciones a través de los años23. Como variables independientes se emplearon variables socioeconómicas, sociodemográficas y de contaminación, que se presentan en la tabla 1. Éstas fueron obtenidas del Consejo Nacional de Población (CONAPO)24-26. La información sobre intoxicación por plaguicidas fue obtenida del Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud27. Los datos sobre la generación de residuos peligrosos y de generación de residuos sólidos se obtuvieron del Instituto Nacional de Estadística (INEGI), con información de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)28. La información sobre consumo de tabaco, alcohol y otras drogas se obtuvo de la Encuesta Nacional de Adicciones 200829. Los datos fueron capturados en una base de datos en el programa Excel©. El análisis estadístico se realizó en STATA 9.0 utilizando la prueba de correlación de Spearman. Igualmente, utilizamos la prueba de la chi al cuadrado para detectar diferencias en la distribución de sexo por año y por estados.

Tabla 1.

Variables sociodemográficas, socioeconómicas y de contaminación que fueron incluidas en el estudio.

Variables sociodemográficas y socioeconómicas 
Para los años 2003-2009 
1. Nacimientos 
2. Esperanza de vida 
3. Mortalidad infantil 
Para el 2000 
1. Índice de desarrollo humano 
2. Índice Gini 
3. Índice de Theil 
Para el año 2005 
1. Población total 
2. % población analfabeta de 15 años o más 
3. Población sin primaria completa de 15 años o más 
4. % ocupantes en viviendas sin drenaje ni servicio sanitario 
5. % ocupantes en viviendas sin energía eléctrica 
6. % ocupantes en viviendas sin agua entubada 
7. % viviendas con algún nivel de hacinamiento 
8. % ocupantes en viviendas con piso de tierra 
9. % población en localidades con menos de 5.000 habitantes 
10. % población ocupada con ingreso de hasta 2 salarios mínimos 
11. Índice de marginación 
12. Grado de marginación 
13. Lugar que ocupa en el contexto nacional 
14. Esperanza de vida 
 
Variables de contaminación y otras 
1. Generación de residuos peligrosos (concentrado 2004-2007) 
2. Generación de residuos sólidos (concentrado 2002-2008) 
3. Intoxicación por plaguicidas (2002-2009) 
Para el año 2008 
1. Consumo de drogas 
2. Consumo de tabaco 
3. Consumo de alcohol 
4. Exposición al humo de tabaco ambiental (HTA) 

Para ver las definiciones de las variables pueden consultarse en los glosarios disponibles en las páginas a las que se hace referencia.

Resultados

Entre 2003 y 2009 (tabla 2) se presentaron en México un total de 10.573 (promedio de 1.510,43) nuevos casos de LPH. Durante el período estudiado, el año en que se observaron mayor número de nuevos casos fue en 2004, reportándose también la mayor tasa. Con relación al sexo, se observó que en todos los años los varones fueron los más afectados, con una proporción mujer-hombre menor en 2004 (1:1,17) y mayor en 2006 (1:1,59). En las figuras 1 y 2 se muestran las tendencias de las tasas de LPH de cada año comparadas con la tasa nacional. A continuación, se presentan los resultados por cada año.

Tabla 2.

Distribución del LPH por sexo entre 2003 y 2008.

Año  Varones  Mujeres  Total  Relación M:V 
2003  990  709  1.699  1,40 
2004  950  810  1.760  1,17 
2005  710  488  1.198  1,45 
2006  837  525  1.362  1,59 
2007  885  643  1.528  1,38 
2008  916  639  1.555  1,43 
2009a  ND  ND  1.471  ND 
Promedio  881,33  635,66  1.510,43  1,37 

p=0,0014.

ND: no disponible.

a

Estimaciones basadas en las tasas de años previos y en los nacimientos de 2009.

Figura 1.

Tendencia de las tasas de labio y/o paladar hendido en los 32 Estados de la República Mexicana y la tasa nacional de 2003 a 2006.

(0.61MB).
Figura 2.

Tendencia de las tasas de labio y/o paladar hendido en los 32 Estados de la República Mexicana y la tasa a nivel nacional de 2007 a 2009.

(0.46MB).
Año 2003

La tasa nacional de LPH para este año fue de 0,81 por cada 1.000 nacidos vivos. Se observó que los estados de Distrito Federal, Jalisco y Estado de México fueron los que presentaron mayor tasa, con 1,76, 1,70 y 1,21, respectivamente. Colima, Guanajuato y Sonora resultaron ser los de menor tasa, con 0,09, 0,12 y 0,16, respectivamente (tabla 3). El total de nuevos casos para este año fue de 1.699, de los cuales 990 fueron del sexo masculino y 709 del femenino (tabla 2). En el análisis de correlación la variable respecto al aspecto sociodemográfico «población total» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3560; p=0,0456), esto es, que cuando se incrementó la población total igualmente aumentó la tasa de LPH.

Tabla 3.

Distribución de los casos y las tasas en los años 2003 y 2004.

Estado  V 2003  M 2003  G 2003  NV  Tasaa  V 2004  M 2004  G 2004  NV  Tasaa 
Aguascalientes  11  23.711  0,46  13  12  25  23.294  1,07 
Baja California  13  14  27  55.227  0,49  13  20  54.063  0,37 
Baja California Sur  9.686  0,31  9.485  0,84 
Campeche  14.756  0,41  14.271  0,35 
Coahuila  15  13  28  51.371  0,55  25  16  41  50.126  0,82 
Colima  10.568  0,09  10.264  0,10 
Chiapas  50  40  90  99.839  0,90  62  33  95  97.731  0,97 
Chihuahua  11  19  66.924  0,28  12  19  31  64.764  0,48 
Distrito Federal  144  102  246  139.596  1,76  83  62  145  134.172  1,08 
Durango  11  18  32.678  0,55  15  20  31.505  0,63 
Guanajuato  13  110.191  0,12  18  26  105.663  0,25 
Guerrero  27  19  46  73.193  0,63  19  17  36  70.210  0,51 
Hidalgo  20  13  33  48.041  0,69  14  10  24  46.867  0,51 
Jalisco  134  102  236  138.763  1,70  182  171  353  134.629  2,62 
Estado de México  207  129  336  278.328  1,21  191  150  341  272.428  1,25 
Michoacán  17  11  28  85.310  0,33  11  18  80.831  0,22 
Morelos  20  12  32  30.814  1,04  13  20  29.721  0,67 
Nayarit  18.945  0,32  18.117  0,33 
Nuevo León  16  22  81.162  0,27  27  18  45  79.036  0,57 
Oaxaca  35  21  56  74.661  0,75  60  42  102  71.764  1,42 
Puebla  53  28  81  117.713  0,69  23  29  52  115.443  0,45 
Querétaro  17  14  31  32.479  0,95  12  19  31.739  0,60 
Quintana Roo  11  22.906  0,48  22.935  0,31 
San Luis Potosí  10  19  52.299  0,36  12  50.634  0,24 
Sinaloa  21  15  36  52.523  0,69  49.607  0,18 
Sonora  48.861  0,16  10  18  47.311  0,38 
Tabasco  20  23  43  40.969  1,05  35  38  73  39.885  1,83 
Tamaulipas  15  22  59.617  0,37  17  33  50  58.226  0,86 
Tlaxcala  11  16  22.730  0,70  13  22.385  0,58 
Veracruz  81  58  139  139.549  1,00  63  59  122  135.909  0,90 
Yucatán  10  17  33.767  0,50  11  32.883  0,33 
Zacatecas  11  19  29.962  0,63  12  28.562  0,42 
Nacional  990  709  1.699  2.097.139  0,81  950  810  1760  2.034.460  0,87 
pb  0,3680        0,0034           

M: mujeres; G: general; NV: nacidos vivos en el año; V: varones.

a

Tasa x 1.000 nacidos vivos.

b

Chi al cuadrado, casos del año en cada estado por sexo.

Año 2004

En ese año la tasa nacional de LPH fue de 0,87 por cada 1.000 nacidos vivos. Se pudo apreciar Jalisco, con una tasa de 2,62, seguido de Tabasco con 1,83 y Oaxaca con 1,42, como los estados que presentaron las más altas tasas de LPH. En contraste, Colima, Sinaloa y Michoacán fueron los de menor tasa con 0,10, 0,18 y 0,22, respectivamente (tabla 3). En el ámbito nacional, el total de casos que presentó este año fue de 1.760, de los cuales 959 fueron varones y 810 mujeres (tabla 2). En el análisis de correlación, la variable de contaminación «residuos sólidos 2004» demostró estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,5426; p=0,0013); esto es, cuando aumentaron los residuos sólidos aumentó la tasa de LPH. Respecto a la variable «esperanza de vida 2004», ésta resultó estar correlacionada negativamente con la tasa de LPH (r=–0,3946; p=0,0254). Esto significa que cuando la esperanza de vida aumentó, disminuyó la tasa de LPH.

Año 2005

En el año del 2005 la tasa nacional de LPH fue de 0,60 por cada 1.000 nacidos vivos. Se identificaron Oaxaca, Jalisco y Tabasco como aquellos con mayores tasas, con 1,66, 1,37 y 1,01, respectivamente. Los estados que mostraron menor tasa fueron Colima, Nayarit y Quintana Roo, con 0,00, 0,06 y 0,09, respectivamente (tabla 4). En total, se reportaron para este año 1.198 nuevos casos de LPH, de éstos, 710 fueron varones y 488 mujeres (tabla 2). En el análisis de correlación, la variable referente a contaminación «sólidos urbanos 2005» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4479; p=0,0101); esto es, que cuando aumentaron los sólidos urbanos también aumentó la tasa de LPH. La variable «población total» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,5747; p=0,0006), lo cual demuestra que cuando aumentó la población total también aumentó la tasa de LPH. Respecto a la variable de contaminación «residuos sólidos 2005», se observó una correlación positiva con la tasa de LPH (r=0,5421; p=0,0014), lo que significa que cuando aumentaron los residuos sólidos igual lo hizo la tasa de LPH. La variable «esperanza de vida 2005» resultó estar correlacionada negativamente con la tasa de LPH (r=–0,4270; p=0,0148), lo cual hace suponer que cuando aumentó la esperanza de vida, la tasa de LPH disminuyó. La variable de contaminación «sólidos urbanos acumulados 2005-2006» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4400; p=0,0117); esto es, que cuando aumentaron los sólidos urbanos también aumentó la tasa de LPH.

Tabla 4.

Distribución de los casos y las tasas en los años 2005 y 2006.

Estado  V 2005  M 2005  G 2005  NV  Tasaa  V 2006  M 2006  G 2006  NV  Tasaa 
Aguascalientes  15  23.260  0,64  10  17  23.010  0,74 
Baja California  12  17  54.081  0,31  25  31  54.443  0,57 
Baja California Sur  9.493  0,21  9.555  0,42 
Campeche  14.153  0,35  14.221  0,56 
Coahuila  26  35  49.671  0,70  26  27  53  48.902  1,08 
Colima  10.170  0,00  10.176  0,10 
Chiapas  34  23  57  97.474  0,58  17  20  37  96.384  0,38 
Chihuahua  21  20  41  63.798  0,64  24  26  50  62.561  0,80 
Distrito Federal  47  32  79  130.827  0,60  53  34  87  130.812  0,67 
Durango  17  30.993  0,55  10  19  30.377  0,63 
Guanajuato  20  11  31  103.790  0,30  23  22  45  102.279  0,44 
Guerrero  25  17  42  68.708  0,61  37  10  47  66.918  0,70 
Hidalgo  11  46.466  0,24  25  23  48  45.978  1,04 
Jalisco  107  75  182  132.991  1,37  100  48  148  131.402  1,13 
Estado de México  129  73  202  270.754  0,75  217  131  348  268.903  1,29 
Michoacán  27  16  43  78.574  0,55  45  53  77.070  0,69 
Morelos  29.235  0,14  29.010  0,10 
Nayarit  17.735  0,06  17.487  0,40 
Nuevo León  10  14  78.195  0,18  12  20  77.514  0,26 
Oaxaca  63  54  117  70.529  1,66  48  35  83  69.446  1,20 
Puebla  23  10  33  115.116  0,29  22  18  40  113.884  0,35 
Querétaro  31.671  0,25  31.815  0,28 
Quintana Roo  23.397  0,09  23.995  0,25 
San Luis Potosí  12  49.990  0,24  49.148  0,10 
Sinaloa  13  48.094  0,27  12  18  47.215  0,38 
Sonora  17  23  46.643  0,49  11  45.827  0,24 
Tabasco  27  13  40  39.507  1,01  20  15  35  39.220  0,89 
Tamaulipas  14  57.733  0,24  14  15  57.190  0,26 
Tlaxcala  22.404  0,18  22.305  0,22 
Veracruz  67  56  123  134.221  0,92  44  32  76  132.463  0,57 
Yucatán  32.696  0,21  23  29  32.876  0,88 
Zacatecas  27.881  0,14  27.297  0,15 
Nacional  710  488  1.198  2.010.250  0,60  837  525  1.362  1.989.683  0,68 
pb  0,1032        0,0001           

M: mujeres; G: general; NV: nacidos vivos en el año; V: varones.

a

Tasa x 1.000 nacidos vivos.

b

Chi al cuadrado, casos del año en cada estado por sexo.

Año 2006

Para este año fue de 0,68 la tasa nacional de LPH por cada 1.000 nacidos vivos. En el análisis de las tasas para este año resultó que el Estado de México con 1,29, Oaxaca con 1,20 y Jalisco con 1,13 presentaron las máximas tasas. A diferencia de Colima, Morelos y San Luis Potosí, los cuales obtuvieron la mínima tasa de 0,10 cada una (tabla 4). En general, 1.362 casos fueron reportados para este año, de los cuales 837 fueron del sexo masculino y 525 del femenino (tabla 2). En el análisis de correlación la variable concerniente a contaminación «sólidos urbanos 2006» implicó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4003; p=0,0284): esto significa que cuando aumentaron los sólidos urbanos también aumentó la tasa de LPH. La variable referente «población total» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3723; p=0,0359); esto es, que cuando aumentó la población total también aumentó la tasa de LPH. La variable que corresponde a contaminación «residuos sólidos 2006» refirió estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3465; p=0,0521), indicando que cuando se incrementaron los residuos sólidos igualmente aumentó la tasa de LPH. La variable «esperanza de vida 2006» se observó que estaba correlacionada negativamente con la tasa de LPH (r=–0,3402; p=0,0568), lo cual quiere decir que cuando la esperanza de vida crece, la tasa de LPH es menor.

Año 2007

Por cada 1.000 nacidos vivos la tasa nacional de LPH fue de 0,77 en este año. Al examinar todas las entidades federativas en las que se observó mayor tasa de nuevos casos de LPH fueron Jalisco, Hidalgo y Chihuahua con 2,17, 1,85 y 1,76, en ese orden. En contraparte, Morelos, Tabasco y Nayarit fueron los estados en los cuales se observó una menor tasa de LPH con 0,07, 0,10 y 0,17, respectivamente (tabla 5). El número total de nuevos casos en este período fue de 1.528, distribuyéndose en 885 varones y 643 mujeres (tabla 2). En el análisis de correlación, la variable referente a contaminación «sólidos urbanos 2007» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4050; p=0,0215); esto significa que cuando se incrementaron los sólidos urbanos también la tasa de LPH aumentó. La variable de contaminación «residuos sólidos 2007» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3476; p=0,0513); esto quiere decir que cuando aumentaron los residuos sólidos, la tasa de LPH también aumentó.

Tabla 5.

Distribución de los casos y las tasas en los años 2007 y 2008.

Estado  V 2007  M 2007  G 2007  NV  Tasaa  V 2008  M 2008  G 2008  NV  Tasaa 
Aguascalientes  22.812  0,26  22.658  0,26 
Baja California  18  21  54.819  0,38  25  34  55.254  0,62 
Baja California Sur  9.598  0,63  9.643  0,41 
Campeche  14.285  0,42  14.348  0,28 
Coahuila  44  38  82  48.183  1,70  60  27  87  47.547  1,83 
Colima  10.177  0,59  10.175  0,88 
Chiapas  18  16  34  95.664  0,36  27  33  95.088  0,35 
Chihuahua  57  51  108  61.423  1,76  73  49  122  60.400  2,02 
Distrito Federal  62  27  89  130.761  0,68  24  35  59  130.452  0,45 
Durango  13  29.840  0,44  29.356  0,14 
Guanajuato  17  15  32  100.933  0,32  29  11  40  99.649  0,40 
Guerrero  25  11  36  65.504  0,55  21  17  38  64.229  0,59 
Hidalgo  58  26  84  45.495  1,85  10  19  45.037  0,42 
Jalisco  136  146  282  130.021  2,17  199  177  376  128.731  2,92 
Estado de México  188  112  300  266.883  1,12  155  106  261  264.983  0,98 
Michoacán  13  20  33  75.767  0,44  11  20  74.510  0,27 
Morelos  28.824  0,07  10  28.646  0,35 
Nayarit  17.257  0,17  17.039  0,06 
Nuevo León  14  76.871  0,18  10  15  76.286  0,20 
Oaxaca  21  12  33  68.607  0,48  22  21  43  67.854  0,63 
Puebla  37  15  52  112.872  0,46  23  12  35  112.008  0,31 
Querétaro  31.969  0,22  10  32.128  0,31 
Quintana Roo  24.636  0,32  25.298  0,12 
San Luis Potosí  11  48.453  0,23  20  13  33  47.835  0,69 
Sinaloa  12  21  46.438  0,45  13  14  27  45.719  0,59 
Sonora  45.070  0,20  15  44.394  0,34 
Tabasco  38.908  0,10  24  11  35  38.590  0,91 
Tamaulipas  18  25  56.680  0,44  10  17  56.224  0,30 
Tlaxcala  22.191  0,27  22.096  0,23 
Veracruz  77  89  166  130.965  1,27  92  57  149  129.608  1,15 
Yucatán  13  16  33.067  0,48  20  22  33.253  0,66 
Zacatecas  13  26.761  0,49  10  19  26.246  0,72 
Nacional  885  643  1.528  1.971.734  0,77  916  639  1.555  1.955.284  0,80 
pb  0,0001        0,0016           

M: mujeres; G: general; NV: nacidos vivos en el año; V: varones.

a

Tasa x 1.000 nacidos vivos.

b

Chi al cuadrado, casos del año en cada estado por sexo.

Año 2008

La tasa nacional de LPH para este año fue de 0,80 por cada 1.000 nacidos vivos. Para este año, de acuerdo con lo reportado se consideró a los estados de Jalisco (2,92), Chihuahua (2,02) y Coahuila (1,83) con las mayores tasas de LPH. Por el contrario, las menores tasas fueron observadas en Nayarit, Quintana Roo y Durango con 0,06, 0,12 y 0,14, para cada uno (tabla 5). Nacionalmente, se acumularon 1.555 casos en este lapso, de los cuales 916 fueron varones y 639 mujeres (tabla 2). En el análisis de correlación, la variable perteneciente a contaminación «sólidos urbanos 2008» estuvo correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3834; p=0,0365), indicando que cuando aumentaron los sólidos urbanos igualmente aumentó la tasa de LPH. La variable sociodemográfica «población total 2008» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3575; p=0,0446), lo cual señala que cuando aumentó la población total también aumentó la tasa de LPH. Por otro lado, la variable sobre consumo de alcohol «porcentaje de bebedores de alcohol altos 2008» se correlacionó negativamente con la tasa de LPH (r=–0,4704; p=0,0066): esto significa que cuando aumentó el porcentaje de bebedores de alcohol alto en los estados, disminuyó la tasa de LPH. De igual forma se observó que la variable «abuso o dependencia del alcohol 2008» estuvo correlacionada negativamente con la tasa de LPH (r=–0,4551; p=0,0089), sugiriendo que cuando se incrementó el porcentaje de personas que abusaban del alcohol, la tasa de LPH se redujo. La variable referente a contaminación «residuos sólidos 2008» mostró estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,3384; p=0,0582), lo cual indica que al aumentar los residuos sólidos también aumentó la tasa de LPH.

Año 2009

Para este año, se observó una tasa global de 0,76, siendo Jalisco, Coahuila y Estado de México los que obtuvieron las mayores tasas con 1,99, 1,11 y 1,10, respectivamente. Nayarit fue el estado con menor tasa con 0,22, seguido de Quintana Roo con 0,26 y Nuevo León con 0,28. En total, se reportaron 1.471 casos. Como no se reportan los nacimientos por sexo no se pudieron estimar los casos por esta variable (tabla 6). En el análisis de correlación, la variable sociodemográfica «población total» mostró estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4435; p=0,0110); esto indica que cuando la población total aumentó también lo hizo la tasa de LPH. La variable de contaminación «sólidos urbanos 2008» resultó estar correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4938; p=0,0055); esto es, que cuando aumentaron los sólidos urbanos, aumentó la tasa de LPH. La variable de contaminación «residuos sólidos 2008» estuvo correlacionada positivamente con la tasa de LPH (r=0,4116; p=0,0193); esto es, que cuando aumentaron los residuos sólidos, se incrementó la tasa de LPH.

Tabla 6.

Estimaciones de los casos y tasas para el año 2009.

Estado  G 2009  NV  Tasaa 
Aguascalientes  13  22.537  0,57 
Baja California  26  55.745  0,46 
Baja California Sur  9.694  0,47 
Campeche  14.410  0,40 
Coahuila  52  46.996  1,11 
Colima  10.173  0,29 
Chiapas  56  94.624  0,59 
Chihuahua  59  59.497  1,00 
Distrito Federal  113  129.911  0,87 
Durango  14  28.910  0,49 
Guanajuato  31  98.462  0,31 
Guerrero  38  63.068  0,60 
Hidalgo  35  44.604  0,79 
Jalisco  254  127.521  1,99 
Estado de México  294  266.883  1,10 
Michoacán  31  73.286  0,42 
Morelos  11  28.483  0,40 
Nayarit  16.830  0,22 
Nuevo León  21  75.774  0,28 
Oaxaca  69  67.166  1,02 
Puebla  48  111.208  0,43 
Querétaro  14  32.285  0,44 
Quintana Roo  25.977  0,26 
San Luis Potosí  15  47.269  0,31 
Sinaloa  19  45.049  0,43 
Sonora  13  43.796  0,30 
Tabasco  37  38.270  0,97 
Tamaulipas  23  55.817  0,41 
Tlaxcala  22.013  0,36 
Veracruz  124  128.348  0,97 
Yucatán  17  33.427  0,51 
Zacatecas  11  25.761  0,43 
Nacional  1.471  1.943.794  0,76 

G: general; N: nacidos vivos en el año.

a

Tasa x 1.000 nacidos vivos.

Discusión

Los resultados del estudio demuestran que durante el período estudiado se presentaron más de 1.500 nuevos casos de LPH cada año, con una tasa nacional de 0,60 a 0,87 por cada 1.000 nacidos vivos. El estudio también permitió identificar los estados que presentan mayor problema de LPH de acuerdo a sus tasas. La información proporcionada por las instituciones como INEGI, CONAPO, SEMARNAT, INSP, Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud y el Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud nos permitió determinar las variables del perfil sociodemográfico, socioeconómico y de contaminación que se encuentran correlacionadas a nivel ecológico con el LPH.

En este sentido, la utilización de datos de registros oficiales de morbilidad y mortalidad poblacional es una práctica común en la investigación en salud que incluye una amplia gama de enfermedades y muertes por enfermedades específicas20,30-33. Por ejemplo, se han realizado estudios sobre LPH alrededor del mundo como el nuestro en el que se utilizan registros tanto hospitalarios como poblacionales34-37. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la calidad, fiabilidad y utilidad de este tipo de estadísticas dependen de diferentes factores; entre los que podemos mencionar: la carga de trabajo en los hospitales del Sistema de Salud por la falta de recurso humano y financiero, la cobertura en cuanto a los nacimientos dentro del Sistema de Salud, la obligatoriedad de reporte en el subsistema privado de salud, el desconocimiento en el lenguaje utilizado por el registro, la precisión y exactitud en la definición de un caso, entre otros. En epidemiología se aplica el término registro al fichero de datos concernientes a todos los casos de una enfermedad particular, o a otras condiciones relevantes de salud como el LPH, en una población definida, de tal manera que los casos puedan ser relacionados con la población de base. Los registros definidos así se consideran poblacionales, mientras que se denominan hospitalarios o clínicos, cuando se restringen al ámbito de uno o varios hospitales o sistemas de atención clínica. En los registros de enfermedades de base poblacional la información procede de todos aquellos centros, públicos y privados, en los que se diagnostican y/o tratan los pacientes con una determinada enfermedad. Para el caso del LPH en México, la información epidemiológica es sobre los nacimientos con dicho defecto. Su principal ventaja es la de disponer de un denominador poblacional, lo que permite calcular la incidencia del defecto. Por tanto, una de sus aportaciones básicas es la de proporcionar una visión de la magnitud de la enfermedad en el área geográfica que abarcan. Permiten también conocer la evolución en el tiempo de la incidencia, lo cual es relevante para las políticas de promoción y prevención. Además, si se disponen de otras variables se pueden identificar algunos factores de riesgo31,38.

Aunque no existe con precisión un estudio que demuestre el factor que desencadena el defecto congénito5, este estudio permite lanzar hipótesis sobre variables de distinta naturaleza. Algo que es consistente con estudios de diversas partes del mundo es que, en general, los varones son más afectados por los defectos orofaciales5. Es necesario destacar que también se reporta que las fisuras de labio son más frecuentes en el género masculino, mientras que las fisuras aisladas del paladar son más comunes en las mujeres3. Es importante hacer notar que con relación al alcoholismo, nuestros resultados fueron distintos a los reportes en otras partes del mundo que mencionan que a mayor consumo de alcohol el riesgo de LPH también aumenta. Sin embargo, no hay que olvidar que nuestras mediciones son a nivel grupal. No obstante, este estudio no indica que las mujeres aumenten su consumo, y menos durante el desarrollo embrionario específicamente en los primeros 3 meses de embarazo, ya que se ha demostrado que interviene de manera que alteran los procesos de desarrollo del embrión39-42.

De nuestros hallazgos es relevante mencionar que uno de los factores que predisponen a esta anomalía es el de perfil de contaminación, como lo fueron los residuos sólidos y sólidos urbanos: al aumentar dichos agentes la tasa de LPH de la misma manera se incrementó. De esta forma, se abre la oportunidad de investigación referente a éstos y otros contaminantes de manera individual. La esperanza de vida es un indicador de desarrollo del país. Se encontró que al aumentar este aspecto, la tasa de LPH decreció, lo cual podríamos interpretar que entre más desarrollado se encuentre cada estado, más serán las oportunidades que tienen las mujeres embarazadas para prevenir este defecto, posiblemente, a través de haber más recursos en la atención materno-infantil.

Indudablemente, este estudio presenta ciertas limitaciones que es conveniente tomar en cuenta para una correcta interpretación de los resultados; por lo limitado, de sus mediciones, los estudios ecológicos pueden ser más susceptibles de sesgos que los estudios que se basan en observaciones individuales. En este sentido, es posible que hayamos incurrido en una falacia ecológica; realizar inferencias individuales a partir de observaciones grupales. Existen variables confusoras que no fue posible controlar. La confusión, en este diseño, se refiere a variables que no son de interés intrínseco, pero que se encuentran relacionadas con las medidas agregadas de la enfermedad o exposición. Al ser un estudio transversal se presenta el problema de ambigüedad temporal, que se refiere a medir al mismo tiempo la causa y el efecto. También pueden haber ocurrido problemas en cuanto a la migración de las personas expuestas; éstas pudieron haber emigrado antes de presentarse el evento. Igualmente, en este tipo de estudio existe la suposición que la exposición actual es la misma que la exposición pasada; en algunas ocasiones nosotros hicimos el análisis de la tasa de LPH de un año con la exposición del año pasado inmediato. Otra limitación menor es que no se distingue entre labio hendido y paladar hendido. Finalmente, debido a las limitaciones en las bases de datos utilizadas no diferenciamos entre los casos sindrómicos y los no sindrómicos.

En resumen, destacamos el valor de nuestra investigación como una de las primeras evaluaciones a escala nacional respecto de las tendencias epidemiológicas de LPH en México. Encontramos correlaciones ecológicas entre el LPH hendido con factores sociodemográficos, socioeconómicos y de contaminación. Proponemos realizar estudios epidemiológicos más detallados sobre el tema, ya que no existen caracterizaciones detalladas de los factores, marcadores, e indicadores de riesgo a LPH en poblaciones mexicanas.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

Este trabajo se llevó a cabo cuando la primera autora realizó su estancia como becaria del XV Programa de la Investigación Científica y Tecnológica del Pacífico (Programa Delfín), en el Área Académica de Odontología del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Este manuscrito forma parte de la línea de investigación Bi-National/Cross-Cultural Health Enhancement Center.

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