La gastroenteritis aguda (GEA) es una enfermedad muy común, y una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en la infancia, siendo actualmente, tras las infecciones respiratorias, el principal motivo de consulta en los servicios de urgencias de pediatría. En España, las principales bacterias responsables de la GEA son Campylobacter spp. y Salmonella spp., siendo además las más frecuentemente relacionadas con toxiinfecciones alimentarias en países desarrollados1. Aunque el tratamiento antibiótico no siempre está indicado, el creciente aumento de la resistencia a los antimicrobianos obliga a una vigilancia de la susceptibilidad in vitro y a la revisión periódica de los datos de sensibilidad para la adecuación de las guías de tratamiento.
La Sociedad Europea de Pediatría, Gastroenterología, Hepatología, y Nutrición (ESPGHAN) y la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas (ESPID) han publicado recientemente una actualización de la Guía de tratamiento de la GEA en niños donde la azitromicina figura como tratamiento alternativo de la Salmonella spp. non-typhy (SNT)2. Se trata de un antibiótico semisintético, perteneciente a una subclase de los macrólidos (los azálidos), capaz de inhibir la síntesis de proteínas bacterianas, y que ha mostrado en varios ensayos clínicos una actividad equivalente o superior a las fluorquinolonas y a las cefalosporinas de tercera generación en el tratamiento de la fiebre tifoidea no complicada3. La escasez de datos en España sobre la sensibilidad bacteriana frente a este antibiótico, y la ausencia de puntos de corte clínicos que permitan interpretar los valores de concentración mínima inhibitoria de azitromicina en especies de Salmonella hacen que no dispongamos de información sobre la utilidad real de este antimicrobiano en los cuadros de salmonelosis. El objetivo del presente estudio ha sido evaluar la actividad in vitro de azitromicina en aislados clínicos de SNT.
Se ha realizado un estudio descriptivo, prospectivo y multicéntrico en el que han participado 3 hospitales de la Comunidad Valenciana. Cada centro participante seleccionó al azar y remitió, al Servicio de Microbiología del Hospital Universitario de La Ribera, aislados clínicos de SNT procedentes de pacientes con sospecha de GEA durante el primer cuatrimestre del 2014. El centro coordinador comprobó la identificación bacteriana mediante paneles NC52 del sistema comercial MicroScan® WalkAway® (Siemens, Alemania). Adicionalmente se determinó, con tiras de E-test® (bioMerieux, España) la sensibilidad antibiótica mediante concentración mínima inhibitoria (CMI) frente a azitromicina; los resultados se interpretaron utilizando el punto de corte epidemiológico establecido por el European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing (EUCAST) para SNT (CMI≤16mg/l)4.
Se han analizado un total de 136 cepas de SNT, (69 procedían de Alzira, 15 de Valencia y 52 de Castellón). La mediana de los pacientes fue de 7 años (rango=1-74), el 81% eran niños y el 58% eran mujeres. En relación con la sensibilidad a azitromicina, el 99% de las cepas se mostraron como sensibles, y solo una cepa mostró ser resistente. El rango de las CMI detectadas fue de 1,5 a 24mg/l. La CMI50 (capaz de inhibir al 50% de las cepas) y la CMI90 (inhibición del 90% de las cepas) fueron de 6mg/l y 8mg/l, respectivamente.
Los resultados obtenidos coinciden con diversos estudios europeos que señalan una distribución de CMI en la mayoría de aislados de SNT entre 4 y 8mg/l5. Actualmente, el Clinical and Laboratory Standards Institute (CLSI) no ha definido puntos de corte para Enterobacteriaceae y macrólidos6; en Europa, EUCAST únicamente señala un punto de corte epidemiológico para Shigella y Salmonella typhi, según el cual, las cepas con CMI≤16 mg/l se consideran cepas salvajes (sin mecanismos de resistencia) y, por tanto, susceptibles al tratamiento con dicho antibiótico4.
En vista de estos resultados de CMI, azitromicina podría resultar un tratamiento útil en la GEA por SNT, aunque sería deseable el establecimiento, por parte de comités internacionales, de puntos de corte clínicos para Salmonella enterica y azitromicina. Si tenemos en cuenta únicamente a la población pediátrica, la azitromicina cubriría las 2 principales causas de la GEA bacteriana con un excelente perfil de sensibilidad; además, la cómoda posología (una vez al día) y buena tolerabilidad hacen que resulte una alternativa interesante como tratamiento empírico de primera elección en la GEA bacteriana, siempre y cuando exista una alta sospecha etiológica y no haya posibilidad de realizar estudios microbiológicos.