Se trata de un neonato de 17 días de edad ingresado con erupción eritematosa difusa y desprendimiento de la piel. El recién nacido había estado bien hasta los 13 días, cuando desarrolló una ampolla preauricular. Había nacido por cesárea a las 35 semanas tras un embarazo sin complicaciones y residía en un entorno higiénico, sin antecedentes familiares de enfermedades cutáneas.
El neonato presentó fiebre, costras faciales amarillentas, conjuntivitis, exudado purulento en el ombligo (fig. 1) y signo de Nikolsky positivo1 (fig. 2) en el examen físico. Mucosa oral intacta. Elevación de proteína C reactiva (56mg/L). Se sospechó síndrome de la piel escaldada estafilocócica, iniciándose tratamiento empírico con flucloxacilina intravenosa. Se identificó Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) en los cultivos de piel y de conjuntiva/ombligo, mientras que el hemocultivo fue negativo. Ambos padres tuvieron resultados negativos para SARM.
Se interrumpió el tratamiento con flucloxacilina y se administró vancomicina por vía intravenosa durante 14 días, asociándose mupirocina tópica como adyuvante para tratar de erradicar la colonización2. A los tres días de tratamiento, el bebé se encontraba afebril y las lesiones cutáneas mostraban signos de curación. El neonato fue dado de alta con la piel intacta (fig. 3) y no se han detectado recurrencias.
El síndrome de la piel escaldada estafilocócica es una enfermedad neonatal amenazante para la vida. El diagnóstico precoz previene las complicaciones y guía la selección del tratamiento efectivo1. Los brotes de SARM neonatal suelen producirse por portadores asintomáticos, requiriendo el cribado de SARM3.
FinanciaciónLos autores confirman que esta investigación no recibió ninguna financiación.
Presentación previa: Ciclo Interhospitalario de Pediatría del Norte celebrado en la Ordem dos Médicos (Oporto, Portugal), 17 de febrero de 2023.