El consumo de bebidas energéticas se ha incrementado en los últimos años entre la población general y en particular esto ha sido más acusado entre los adolescentes, formando parte de sus hábitos1. Se ha referido que estas bebidas incrementan el estado de alerta y la resistencia física, aunque por su composición producen euforia por las altas dosis de cafeína presente, además de otras xantinas, azúcares, taurina y otras sustancias en cantidad variable cuyos efectos sinérgicos son desconocidos. A su vez, la fibrilación auricular es una patología infrecuente y el consumo de excitantes podría estar implicado como desencadenante.
Presentamos el caso de un adolescente de 13 años, jugador de fútbol, sin antecedentes personales o familiares de interés cardiológico. Durante un entrenamiento presentó un episodio sincopal autolimitado precedido de palpitaciones; se recupera e, inmediatamente, presenta un segundo síncope. Tras un minuto recupera la consciencia y se encuentra bien e intenta continuar, siendo entonces remitido al hospital, donde se le monitoriza. Está hemodinámicamente estable, con ritmo cardíaco irregular de 100-180/min y taquipnea (45 respiraciones por minuto). Presión arterial 132/68mmHg. El resto de los signos vitales son normales. A la auscultación se aprecia un soplo de características funcionales. Presenta euforia. En el electrocardiograma se aprecia una fibrilación auricular (fig. 1).
Ecocardiografía: sin malformaciones estructurales; diámetro diastólico de ventrículo izquierdo de 48mm, septo interventricular de 7,8mm con una fracción de eyección normal, sin apreciarse trombos a nivel auricular. Troponina-I (<0,01ng/ml), TSH, T4 y electrolitos normales. Tóxicos en orina negativos (cannabis, cocaína y anfetaminas). Se administró una dosis oral de 300mg de flecainida, con buen resultado (ECG basal en ritmo sinusal a 80). El paciente confesó la toma habitual de bebidas energéticas de varias marcas (tabla 1), habiendo ingerido una de ellas previo al entrenamiento (volumen 250ml con cafeína 341mg/l y taurina 4g/l). En al menos otras 2 ocasiones tuvo síntomas similares tras la ingesta de estos productos. Fue dado de alta tras 48h de observación, desaconsejando el consumo de bebidas energéticas, la práctica de deporte de competición y recibiendo amiodarona 200mg cada 12h por vía oral.
Composición de diferentes bebidas energéticas
Guaraná Lamanita | Dynamite | Red Bull | Speed Unlimited | Guaraná Natural | B52 | |
Fructosa (%) | 5,4 | 5,7 | 0,6 | 5 | 5,8 | 5,9 |
Glucosa (%) | 6,1 | 6,4 | 2,6 | 5,5 | 5,9 | 6,1 |
Sacarosa (%) | 1,1 | 0 | 8 | 1,8 | 0,1 | 0,2 |
Azúcares totales (%) | 12,6 | 12,1 | 11,2 | 12,3 | 11,8 | 12,2 |
Sórbico (mg/l) | 37 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Benzoico (mg/l) | 289 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Taurina (g/l) | 0 | 4,6 | 4 | 0,7 | 0 | 0,5 |
Cafeína (mg/l) | 6 | 336 | 341 | 322 | 300 | 263 |
Vitamina C (mg/l) | 0 | 0 | 0 | 138 | 139 | 231 |
Ácido pantoténico (mg/l) | 0 | 5 | 24 | 13 | 6 | 23 |
Vitamina B6 (mg/l) | 0 | 23,6 | 24,8 | 4,1 | 4 | 7,4 |
Niacina B3 (mg/l) | 0 | 0 | 81 | 0 | 34 | 62 |
Riboflavina B2 (mg/l) | 0 | 0,9 | 6 | 0 | 3,2 | 0 |
Ácido fólico (mg/l) | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0,64 |
Biotina (mg/l) | 0 | 0 | 0 | 0,32 | 0 | 0 |
Vitamina B12 (mg/l) | 0 | 0 | 23,9 | 0 | 0 | 0 |
Tomado de Eroski Consumer9.
La analítica previa al alta informó: perfil lipídico normal (colesterol total 178mg/dl, HDL 51mg/dl) con hormonas tiroideas (TSH y T4 libre) normales. A los 6 meses se encontraba asintomático, sin haber presentado nuevos episodios de palpitaciones, por lo que se suspendió el antiarrítmico y se remarcó evitar el consumo de excitantes. Al año de seguimiento, el paciente permanece asintomático, niega el consumo de bebidas energéticas y continúa practicando deporte de forma regular, evitando sobreesfuerzos.
La fibrilación auricular es una entidad infrecuente en niños que no presentan patología cardiaca estructural. En nuestro paciente, la única causa que podría estar relacionada era el consumo previo de una bebida energética; asociación que cobra más fuerza al referir en la anamnesis cuadros similares tras ingestión de estas bebidas. La revisión de la bibliografía sobre el consumo de cafeína y taurina no aporta datos claros2. Incluso en estudios experimentales con animales, el papel de la cafeína como desencadenante de arritmias auriculares no está demostrado3,4. En el estudio Danish Diet, Cancer and Health Study5 de Frost, observaron que la ingesta de más de 4 tazas de café no se asoció a un riesgo incrementado de fibrilación auricular. En la cohorte estudiada por Conen6 en mujeres sanas los resultados fueron similares. No obstante, la principal limitación de ambos estudios fue que la única sustancia estudiada fue la cafeína. Las publicaciones sobre el efecto arritmógeno de las bebidas energéticas, o lo que es lo mismo, la combinación de cafeína y taurina, son escasos. En un estudio publicado por Berguer en 2009, se postuló que había personas predispuestas a presentar arritmias con el consumo de cafeína, taurina y actividad física intensa, ya que inducía isquemia miocárdica por espasmo coronario7. Posteriormente, Worthley8 mostró un incremento de la agregación plaquetaria con alteración en los valores de Doppler pico al medir la dilatación mediada por flujo tras la ingesta de bebidas energéticas, con incrementos en las presiones arteriales medias en comparación con sujetos control.
En nuestro caso no encontramos otra causa que pudiera explicar la fibrilación auricular, siendo las más frecuentes en los niños las relacionadas con el consumo de drogas de abuso, los estados hipertiroideos y sobre todas ellas las cardiopatías congénitas que provocan dilatación auricular (estenosis aórtica y mitral) o que conllevan cirugía auricular. Aunque la asociación directa entre el consumo de bebida energética y la arritmia no puede ser demostrada, el hecho de haber tenido episodios previos similares tras el consumo de estas bebidas refuerza la hipótesis. Pensamos que habría que tener en cuenta el antecedente de consumo de estos excitantes en los niños con arritmias aisladas, ya que podría existir una predisposición en algunos sujetos3, por lo que sería recomendable evitar su consumo en pacientes con factores de riesgo arritmológico, fundamentalmente cardiopatías congénitas.