Neonato de 13 días de vida derivado a nuestro hospital por un cuadro de dificultad respiratoria. En su hospital de origen presentaba una analítica normal con acidosis respiratoria en la gasometría y una radiografía (fig. 1) compatible con un neumotórax.
No obstante, la exploración física no revestía la gravedad esperada, presentando leve trabajo respiratorio y solo crisis de cianosis con el llanto intenso.
Una vez drenado, se observó un empeoramiento brusco con desplazamiento de los ruidos cardiacos e hipoventilación marcada del hemitórax afecto. En la nueva radiografía (fig. 2) se veía un neumotórax a tensión junto con la lesión previa.
Ante la evolución del caso se decidió realizar una tomografía computarizada (fig. 3, Vídeo 1), siendo finalmente diagnosticado de un enfisema lobar congénito.
En la actualidad, tras la lobectomía mediante toracotomía por parte de cirugía pediátrica, se encuentra asintomático, presentando un correcto desarrollo en las diferentes revisiones de salud realizadas.
El enfisema lobar congénito es una patología poco frecuente que se produce por una alteración en el desarrollo pulmonar que genera un atrapamiento aéreo por un mecanismo valvular1.
Al establecer el diagnóstico es habitual confundir el enfisema lobar congénito con un neumotórax2,3, por lo que deberíamos pensar en esta enfermedad a la hora de realizar el diagnóstico diferencial y utilizar otras pruebas si fuera preciso. Aunque en la actualidad se desconocen las manifestaciones ecográficas de esta entidad, la ecografía pulmonar podría haber sido útil al no visualizar el patrón típico del neumotórax.
Presentado previamente en la Reunión de Primavera de la SCCALP, celebrada en Avilés los días 29 y 30 de abril de 2022.