Una niña de 8 meses de edad sin antecedentes de interés, consultó por una úlcera en el suelo de la boca de un mes de evolución que no asociaba fiebre ni otra sintomatología sistémica (fig. 1). Los padres referían la erupción de los dientes incisivos inferiores en el mes previo, y la paciente presentaba un adecuado desarrollo ponderal y neurológico. Ante la sospecha de úlcera lingual traumática se procedió al limado de los dientes incisivos inferiores con mejoría significativa de la lesión (fig. 2).
La enfermedad de Riga-Fede se caracteriza por una ulceración persistente de la mucosa oral secundaria a traumatismos repetidos y afecta fundamentalmente a niños menores de 2 años1,2. La localización más frecuente es en la cara ventral de la lengua, por el roce con los incisivos inferiores1,2. Histológicamente se observa una úlcera con tejido de granulación con predominio de eosinófilos1. En menores de 6 meses se asocia a erupción dental prematura (dientes natales o posnatales) y en niños mayores con dentición primaria, y podrían asociar alteraciones neurológicas o del desarrollo1–3; en ocasiones es necesario realizar una radiografía intraoral para discernir si las piezas dentales corresponden a una serie dental normal o a dientes supernumerarios en los que estaría indicada la exéresis3. Su pronóstico es bueno y suele curar espontáneamente tras el limado de los incisivos o la colocación de fundas protectoras sobre los dientes2,3. Se trata de una entidad cuyo diagnóstico es fundamentalmente clínico y conocerla puede evitar la realización de técnicas invasivas, así como el desarrollo de potenciales complicaciones2.