Se trata de un niño de 12 años, que consulta por dientes móviles que erupcionaron hace 6 años. No refiere antecedentes de traumatismo, infección o cáncer que afectaran la mandíbula y/o el maxilar. El examen oral mostró una apertura bucal aceptable (fig. 1), los dientes se movían ligeramente cuando se palpaban y no había indicios de desarrollo óseo, simplemente estaban cubiertos con una encía eritematosa (fig. 2). El resto del examen físico y la analítica fueron normales. En la tomografía computarizada de haz cónico 3D, se evidenciaron lesiones osteolíticas en la mandíbula, y la ausencia de los alveolos óseos dentarios tanto en el maxilar como en la mandíbula, que daba la apariencia de dientes flotantes (fig. 3). Se estableció el diagnóstico de síndrome de Gorham-Stout. El paciente fue tratado con varios injertos óseos para subsanar los defectos óseos.
El síndrome de Gorham-Stout o enfermedad del hueso fantasma, es un padecimiento de etiología no definida, caracterizado por lesiones osteolíticas, frecuentemente asociado con proliferación angiomatosa o linfática benignas1,2. Puede afectar cualquier hueso, pero es más común en el cráneo, mandíbula y hombro. En algunos casos, pueden presentar dolor e inflación como consecuencia de una fractura asociada. Su diagnóstico es por exclusión, debido a que es una enfermedad rara, y además las pruebas analíticas suelen resultar normales; solo los estudios radiológicos son anormales2. En cuanto al tratamiento también es muy variable y va a depender de cada paciente, y se basa en esteroides, bifosfonatos, radioterapia, o cirugía con injerto óseo. Empero, en algunos casos hay remisión espontánea3.
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