El encefalocele es un tipo de herniación de estructuras encefálicas a través de un defecto óseo1. Puede deberse a defectos congénitos, pudiendo asociar otras malformaciones de la línea media, o adquirirse tras infecciones o traumatismos. Suelen requerir reparación quirúrgica.
Presentamos el caso de un niño de 3 años, sin antecedentes patológicos y correctamente vacunado, remitido a nuestro hospital por meningitis bacteriana ante la posible necesidad de cuidados intensivos. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) multipanel realizada en su hospital de origen en líquido cefalorraquídeo fue positiva para Haemophilus influenzae (que creció en el cultivo tradicional, serotipo no tipificable) y Streptococcus pneumoniae. Ante la sospecha de coinfección meníngea por 2 microorganismos se realizó estudio inmunitario, que resultó normal, y resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral, que objetivó un encefalocele frontoetmoidal derecho (fig. 1). El paciente evolucionó favorablemente del proceso infeccioso agudo. Posteriormente se realizó la intervención neuroquirúrgica del encefalocele, mediante reintroducción del parénquima herniado y reparación de la pared del seno frontal.
Ante episodios recurrentes de meningitis, evento único causado por un microorganismo atípico, o coinfección por 2 o más agentes infecciosos, debe plantearse la existencia de déficit anatómico o estructural subyacente. Un correcto abordaje diagnóstico puede evitar nuevos procesos infecciosos graves y disminuir el riesgo de muerte y secuelas. En este caso fue determinante la información proporcionada por la PCR multipanel2. Es importante señalar que el microorganismo implicado puede demostrar el origen del defecto anatómico, para ello debemos conocer la flora normal de los potenciales focos3.