La localización extracutánea del hemangioma complica la toma de decisiones para el cirujano ya que plantea diagnóstico diferencial con tumores más graves, agresivos y de tratamiento diferente. La aparición del marcador GLUT-11 y el tratamiento con propranolol2 han cambiado el abordaje diagnóstico y terapéutico de estos tumores.
Presentamos el caso de una niña de 4 meses de edad con estridor y diagnóstico broncoscópico de estenosis y desviación traqueal extrínseca. En la TAC realizada se aprecia masa mediastínica y cervical e hipervascularizada (figs. 1 y 2). Ante la sospecha de neuroblastoma se realiza biopsia cervical en la que se encuentra masa abultada, de color rojo intenso y fácil sangrado. Con el diagnóstico diferencial de hemangioma infantil, se instaura tratamiento con propranolol a 3mg/kg/día. En los días siguientes al inicio del tratamiento se comprueba mejoría del estridor (fig. 3). La biopsia informó de hallazgos compatibles con hemangioma infantil, y en la inmunohistoquímica se comprobó la positividad del GLUT-1. Al año de seguimiento, el tumor es prácticamente inapreciable.
La localización más frecuente del hemangioma es en cabeza y cuello, aunque algunos pueden tener una localización atípica, extracutánea, como el mediastino o la cavidad abdominal3. Ante la duda diagnóstica, la biopsia e inmunohistoquímica con GLUT-1 ofrecen en el primer año de vida cerca de un 100% de certeza diagnóstica1. La ecografía doppler y la resonancia con gadolinio o la angioresonancia completan el diagnóstico de extensión3. Solo la fusión de los hallazgos clínicos, radiológicos e histopatológicos serán capaz de discernir entre un hemangioma y otra entidad diagnóstica, e indicar la terapia adecuada.
Presentado en la VI Reunión Anual de Anomalías Vasculares, Pamplona, España.