Niña de 7 años de edad ingresada por hinchazón de la frente en ausencia de prurito (fig. 1A). No había antecedentes de infección, traumatismo, alergia o picadura de insecto. En el examen físico se observó un abultamiento grande y no doloroso de 7×5cm en la región frontal. El hemograma objetivó leucocitosis leve (12,5×109/l) y trombocitosis (450×109/l). Las pruebas de detección del SARS-CoV-2 y estreptococo hemolítico β del grupo A en muestras de frotis nasofaríngeo fueron negativas. El título de antiestreptolisina O, el nivel de proteína C reactiva y la velocidad de sedimentación globular fueron normales, como lo fueron los niveles séricos de inhibidor de C1q-inhibitor y triptasa. Los resultados del análisis de orina, las pruebas de función renal y las enzimas hepáticas también fueron normales. La paciente no recibió ningún tratamiento. Al día siguiente, fue revaluada en consultas externas, detectándose un exantema purpúrico en ambas extremidades inferiores (fig. 1B). En la biopsia cutánea se objetivó vasculitis leucocitoclástica con deposición predominante de IgA mediante microscopia óptica y electrónica con inmunofluorescencia. La paciente fue diagnosticada de púrpura de Henoch-Schönlein (PHS) y tratada con ibuprofeno durante 2semanas. A los 15 días, el examen físico fue normal, con resolución del edema del cuero cabelludo y el exantema purpúrico y hemograma normal con un recuento leucocitario de 8×109/l y un recuento plaquetario de 225×109/l.
El edema subcutáneo, especialmente en las extremidades inferiores, es un hallazgo común en pacientes con PHS. Sin embargo, el edema local en el cuero cabelludo como manifestación de la PHS es muy infrecuente y se observa principalmente en niños menores de 2 años1-3. El edema subcutáneo en pacientes con PHS probablemente se debe a una fuga de fluido resultante de la inflamación vascular. Saber que el PHS puede causar hinchazón en la región frontal puede guiar a los clínicos en el diagnóstico y el tratamiento.