Los niños hoy disponen de menos tiempo para jugar al aire libre que sus padres cuando eran niños. Hoy los jóvenes pueden tener 4.000 seguidores en Instagram, y ninguno para jugar al aire libre. La falta de contacto directo con personas, animales, plantas y paisajes, acelerado por la pandemia, se ha sustituido por una oferta creciente de realidad virtual que intenta simular a la naturaleza. Las evidencias científicas que sugieren beneficios del contacto con la naturaleza (CN) son cada vez más numerosas y diversas, incluyendo experiencias con plantas, animales e inmersiones en la naturaleza (tabla 1)1,2. Son muchos los elementos de la naturaleza que generan salud todavía por conocer. El objetivo es doble: mostrar resultados principales del nivel de conexión con la naturaleza de los escolares españoles y presentar la Alianza Global para Renaturalizar la Salud de la Infancia.
Efectos en la salud asociados en los estudios científicos al contacto con la Naturaleza1,2
Disminuye la mortalidad global (3,5% por cada incremento del 10% de zonas verdes) |
Aumenta la felicidad y la sensación de bienestar |
Aumenta la sociabilidad |
Reduce las conductas agresivas, la hiperactividad y mejora la atención |
Reduce la ansiedad y la depresión |
Reduce el estrés y los marcadores de inflamación |
Mejora el sueño |
Disminuye el riesgo cardiovascular |
Mejora el neurodesarrollo motor (coordinación/equilibrio) y cognitivo |
Mejora el rendimiento escolar y el test de lectura |
Disminuye el consumo de alcohol y de otras drogas |
Mejora los resultados reproductivos y el peso del recién nacido |
Disminuye el sobrepeso y la obesidad infantil |
Disminuye el riesgo de diabetes |
Mejora las habilidades motoras, sociales y de conectividad en los enfermos con trastornos del neurodesarrollo (TEAF, TEA…) |
Mejora la calidad de vida relacionada con la salud en los supervivientes de cáncer |
Disminuye el riesgo y aumenta la supervivencia global de algunos tipos de cáncer |
Mejora el sistema inmune (aumenta la actividad NK, la expresión de proteínas anticáncer y de inmunoglobulina A en mucosas) |
Mejora la agudeza visual |
Incrementa la función pulmonar y mejora el asma |
Aumenta el nivel de actividad física |
Aumenta los niveles de vitamina D |
Mejora el control del dolor agudo y crónico |
Recuperación quirúrgica más rápida |
Reduce las visitas al médico y el consumo de fármacos |
En 2015, el 74% poblacional de la Unión Europea y el 80% de la de América Latina vivían en ciudades, y el 20-21% en suburbios, con mayor pobreza y menor cantidad de espacios verdes. La mayoría de los jóvenes actuales apenas han tenido experiencias en el campo, en el bosque o en el mar… Los jóvenes pasan cada vez más tiempo en espacios cerrados y con déficit de contacto con la naturaleza (DCN). El Comité de Salud Medioambiental (CSMA) AEP ha identificado el DCN como uno de los desafíos más importantes para la salud infantil en Europa y América Latina3. ¿Cuánta dosis deberían los niños recibir de CN? Aunque pueden variar las necesidades de CN, la infancia debería pasar al menos 1-2horas (>1hora) diarias en el entorno verde o azul natural más cercano para satisfacer las necesidades para un desarrollo saludable. Si no alcanza esta dosis, consideramos que tiene un DCN. Con todo, los efectos beneficiosos se notan desde pequeñas dosis de 2horas a la semana4. Unas ciudades saludables con al menos 3-30-300 (poder ver 3árboles desde tu ventana, tener un 30% de zonas verdes en tu barrio y que estén a menos de 300m de cada casa) ayudan a conseguirlo. El CN resulta fundamental en los primeros años de vida, y cuanto más precozmente se inicie, mayores serán los beneficios. Hemos comenzado a estudiar en 2022 el Nivel de Conexión con la naturaleza (n=3.500, 7 a 17años) de los escolares españoles, y ya sabemos que solo de 1 a 2 de cada 4 juega a diario al aire libre en CN. En la generación de sus padres y madres eran 3 de cada 4. El 25% de la infancia y la adolescencia apenas sale alguna vez al mes a jugar al aire libre, y solo el 25% visita el parque urbano o natural diariamente. Son datos no publicados del proyecto de investigación Perfil de la SMA infanto-juvenil FFIS-DF-2022-36 financiado por la Sociedad de Pediatría Sureste de España. Algunos de los riesgos y problemas de salud derivados del DCN alcanzan cifras epidémicas en la infancia y en la adolescencia. Tradicionalmente, la artificiosa separación de la humanidad del resto de seres vivos del planeta Tierra y sus componentes abióticos (un atardecer o amanecer, una vista montañosa…) ha dificultado la incorporación del CN como elemento sustancial para la salud de las personas y del planeta Tierra.
Investigaciones recientes sobre la carga global de las enfermedades muestran que las principales causas en el número de muertes y años con mala salud crónica son 100% prevenibles y relacionadas con el deterioro y la contaminación de los ecosistemas5. Los médicos deberíamos recetar más naturaleza y preguntar más en las consultas sobre estos aspectos, el número, el tipo y la duración de la experiencia en la naturaleza, y fomentar los vínculos con el medio natural como vía para fortalecer la salud y contrarrestar o disminuir los efectos de las exposiciones a los contaminantes medioambientales.
La Alianza Global para Renaturalizar la Salud infanto-juvenil es una red de trabajo colaborativa impulsada por el CSMA con entidades, activos, empresas, organizaciones civiles y centros de excelencia que a través del vínculo o «hermanamiento institucional o partenariado» decidimos trabajar para enraizar la salud de los más jóvenes con la biodiversidad y la salud del planeta en las ciudades con unas metas comunes (fig. 1)6. A través de un estructurado intercambio de conocimiento, creando nuevas capacidades y con un enfoque multidisciplinar colaborativo global promovemos el liderazgo transformacional en SMA. Aspiramos a convertirnos en un referente internacional en la «prescripción de naturaleza» para estimular el autocuidado, predicar con el ejemplo y motivar los cambios en las personas. Las alianzas de sociedades científicas, instituciones y sociedad civil generan sistemas de salud más resilientes, impulsando mecanismos de adaptación al cambio climático, e incorporan servicios de la naturaleza a la cartera de prestaciones de salud.