La ectopia tímica cervical (ETC) es una rara entidad, con apenas 100 casos descritos en la literatura, representando una causa rara de masa cervical durante la infancia1.
Presentamos el caso de un varón de 8 años, de raza caucásica, sin antecedentes personales reseñables, que presenta desde hace un mes una tumoración latero-cervical izquierda de consistencia dura y crecimiento progresivo. No refiere astenia, sudoración nocturna, ni otros síntomas constitucionales. Únicamente, disfagia leve a sólidos. Exploración física: se palpa una tumoración de 6,5×5,5cm, de consistencia duro-elástica, indolora, que no se desplaza con la deglución, y que se extiende por todo el borde anterior del ECM izquierdo. Adenopatías yugulares bilaterales. Resto, sin hallazgos patológicos. Se realiza una ecografía cervical en la que se observa una masa con septos en su interior, de tamaño de 3×3cm, que comprime el lóbulo tiroideo. La RMN cervical evidencia una masa hipodensa con componente quístico y niveles líquidos en su interior, de aproximadamente 8cm de diámetro mayor, que se extiende desde la región submandibular izquierda hasta el retroesternón, poniéndose en contacto con el timo (fig. 1). La sospecha diagnóstica es de linfangioma cervical quístico complicado o quiste branquial de origen tímico. Hematimetría y bioquímica estándar (incluyendo perfil tiroideo, anticuerpos y marcadores tumorales): normales. Radiografía AP de tórax normal. Gammagrafía tiroidea: función y morfología del tiroides dentro de la normalidad. Ante la sospecha de linfangioma quístico complicado o de quiste branquial de origen tímico, se practica una cervicotomía transversa izquierda bajo anestesia general y exéresis radical de la tumoración (12×9cm de tamaño, elástica y de contenido líquido seroso amarillento) (fig. 2) junto a biopsia ganglionar. Se confirma histológicamente el diagnóstico (tinción con hematoxilina-eosina) de quiste tímico cervical multilocular, ante la presencia de abundantes cristales de colesterol y corpúsculos de Hassal (fig. 2). Linfadenitis crónica reactiva. Postoperatorio favorable, sin recidiva de la lesión en los seguimientos posteriores, con función normal de la glándula tiroidea.
Superior: sspecto macroscópico de la pieza quirúrgica de timo aberrante. Inferior: H&E×40. Granuloma con cristales de colesterol (arriba centro), quiste revestido por epitelio benigno (abajo derecha) y tejido tímico normal (arriba izquierda), separados por estroma fibroso con focos inflamatorios.
Las masas cervicales constituyen una entidad muy frecuente en la edad pediátrica, correspondiendo la mayoría a tumoraciones de origen infeccioso. No obstante, es una localización frecuente de malformaciones congénitas que pueden proceder de diferentes estructuras, entre ellas el timo, un órgano que se origina a partir de la tercera bolsa branquial (ala ventral), en la sexta semana de vida intrauterina (excepcionalmente puede originarse de la cuarta). A lo largo de una línea trazada entre el ángulo mandibular y el mediastino comienza a descender, fundiéndose en la línea media hacia la octava semana, y alcanzando este hacia la semana duodécima. La ETC se produce como consecuencia de alteraciones en la migración, que pueden contener no solo tejido tímico, sino también paratiroideo. El hallazgo de una masa cervical no dolorosa, de crecimiento progresivo, sin eritema de piel suprayacente y sin asociar síntomas constitucionales suele ser la forma más frecuente de presentación. Su expresividad clínica se relaciona con la compresión de estructuras adyacentes provocando estridor, disnea u odinofagia. No obstante, el diagnóstico suele venir dado por el análisis anatomopatológico de la muestra, ya que a nivel preoperatorio son pocas sus peculiaridades respecto a otras entidades más frecuentes2. Inicialmente, la ecografía nos ayuda a diferenciar el carácter quístico o sólido de la masa, pero con ayuda de la RMN determinaremos su localización, extensión y relación con estructuras adyacentes3. Dentro del diagnóstico diferencial cabe destacar tumoraciones infecciosas, malformativas y neoplásicas, siendo las adenopatías inflamatorias reactivas y las malformaciones linfáticas las más frecuentes. El tratamiento debe consistir en la exéresis radical debido al riesgo potencial de complicaciones y degeneración maligna. El pronóstico a largo plazo es excelente, no presentando recurrencias en los casos descritos4.