Lactante de 16 meses con antecedente de dermatitis atópica valorada por erupción vesículo-ampollosa, con agrupación distal, formando placas con marcado edema (figs. 1 y 2). Destacaba aspecto dianiforme de las placas con vesiculación y costra central, presentando placa eritematosa perioral con datos de impetiginización (fig. 3) y erosiones postinflamatorias en área del pañal. Afebril, con buen estado general. Dada la extensa afectación y sospecha de sobreinfección se decidió ingreso.
Se realizó analítica sanguínea, sin leucocitosis ni aumento de reactantes de fase aguda, con serologías (CMV, VEB, VHS, VVZ, VHB) negativas. El cultivo del exudado cutáneo fue negativo, presentando PCR positiva para enterovirus en frotis faríngeo, rectal y exudado de vesículas, identificándose Coxsackie, serogrupo A6. No se detectaron virus herpes simplex 1 y 2 ni varicela-zóster.
Recibió tratamiento sintomático sistémico, así como curas locales con sulfato de cinc, presentando evolución favorable. Con el diagnóstico de eccema coxsackium se realizó seguimiento, con resolución en 3-4 semanas, sin secuelas cicatriciales.
Desde el año 2008 comenzó a describirse una forma de enfermedad mano-pie-boca atípica, producida por serogrupos menos frecuentes, como Coxsackie A61. Esta variante presenta erupciones vesículo-ampollosas generalizadas, con predominio en zona perioral, área del pañal y extremidades, especialmente en zonas de dermatitis atópica2. Dentro del diagnóstico diferencial debemos considerar entidades como eccema herpeticum, varicela, síndrome de Gianotti-Crosti, enfermedades ampollosas y, en casos con lesiones dianiformes, el eritema exudativo multiforme3.
Queremos resaltar la importancia del reconocimiento de la enfermedad mano-pie-boca atípica y la utilidad de la PCR de enterovirus para su diagnóstico.