La disfagia es la dificultad para tragar alimentos. Dentro de sus causas se encuentran las estenosis congénitas, la esofagitis eosinofílica, la acalasia, la estenosis péptica y el síndrome de Plummer-Vinson.
Presentamos el caso de una niña de 11 años con historia de 6 meses de evolución de disfagia progresiva a sólidos. En la analítica se observa una hemoglobina de 8,8g/dl, con volumen corpuscular medio de 62,2fL y una ferritina<6ng/ml. El tránsito esofágico demostró un estrechamiento en el tercio esofágico superior compatible con una membrana (figs. 1 y 2).
Con la sospecha de síndrome de Plummer-Vinson inicia tratamiento con hierro oral tras lo cual se observa normalización progresiva de la hemoglobina y ferritina. Sin problemas en la deglución y sin disfagia. El segundo tránsito esofágico tras 4 meses de tratamiento mostraba la membrana esofágica superior sin cambios respecto a estudio previo. Se realizó endoscopia alta (fig. 3) tras terminar tratamiento con hierro en la que se observa la membrana, con buen paso del endoscopio. Actualmente se encuentra asintomática.
El síndrome de Plummer-Vinson se caracteriza por la clásica tríada de disfagia, anemia por déficit de hierro y una membrana en la parte proximal del esófago1.
Es un cuadro poco frecuente en pediatría, suele resolverse con tratamiento con hierro oral, pero no es infrecuente que se necesiten dilataciones endoscópicas para su tratamiento2. El pronóstico es bueno. Se ha descrito riesgo de carcinoma de células escamosas de esófago que empeora el pronóstico, por lo que debe realizarse seguimiento estrecho3.