Hemos revisado con gran interés una publicación reciente, la cual brinda información relevante respecto al impacto psicológico del confinamiento en la población infantil debido a la pandemia por el nuevo coronavirus (SARS-Cov-2)1. Dado que en dicho estudio se emplean los conceptos de cuarentena y confinamiento, es necesario discutir brevemente la diferencia entre ambos términos, así como distinguirlos de aislamiento y distanciamiento social, con el propósito de contribuir a su correcto uso entre especialistas de las ciencias de la salud.
Respecto al concepto de cuarentena, hace referencia a la restricción, voluntaria u obligatoria2, del desplazamiento de individuos que han estado expuestos a un potencial contagio y que posiblemente se encuentren infectados3. Durante este tiempo, las personas deben permanecer en un lugar determinado hasta que pase el periodo de incubación de la enfermedad2,4, para lo cual se debe garantizar asistencia médica, soporte psicológico, refugio y alimentación4.
El aislamiento se refiere a la separación física de las personas contagiadas de aquellas que están sanas4. Esta medida resulta efectiva cuando se ha hecho una detección temprana de la enfermedad y se aísla a la persona infectada en un espacio específico, evitando el contacto con los demás.
El distanciamiento social consiste en alejarse de lugares concurridos y restringir la interacción entre las personas tomando cierta distancia física o evitando el contacto directo entre ellas2. Esta medida se implementa cuando en una comunidad existen personas infectadas que, al no haber sido identificadas ni aisladas, pueden seguir transmitiendo la enfermedad4. Por ello, el distanciamiento social implica el cierre de lugares donde hay mayor concentración de personas como escuelas, centros comerciales, sitios para eventos sociales, oficinas, entre otros3.
Por su parte, el confinamiento es una intervención que se aplica a nivel comunitario cuando las medidas mencionadas anteriormente han sido insuficientes para contener el contagio de una enfermedad2. Consiste en un estado donde se combinan estrategias para reducir las interacciones sociales como el distanciamiento social, el uso obligatorio de mascarillas, restricción de horarios de circulación, suspensión del transporte, cierre de fronteras, etcétera4.
En conclusión, todos estos conceptos denotan medidas de contención para evitar la propagación de una enfermedad contagiosa. Sin embargo, la cuarentena se aplica ante la sospecha de que una persona o un grupo de personas están infectadas, mientras que el aislamiento se da cuando se ha confirmado el contagio. Por otro lado, el distanciamiento social significa separarse y mantener un espacio físico determinado entre individuos, en cambio, el confinamiento es un plan de intervención comunitario que implica permanecer refugiado el mayor tiempo posible, bajo nuevas normas socialmente restrictivas.
Ante lo mencionado, se espera que esta carta contribuya a la aclaración y uso apropiado de cada uno de los términos, dada la mención frecuente en revistas científicas por la coyuntura sanitaria.