Varón de 13 años, con cuadro de tos de un mes de evolución sin respuesta a broncodilatadores ni antibioterapia. A la exploración física presentaba SO2 del 95% sin signos de dificultad respiratoria. La radiografía de tórax mostró una lesión nodular en la base pulmonar izquierda (fig. 1). Se realizó una ecocardiografía donde se halló una dilatación de la vena pulmonar inferior izquierda y la tomografía computarizada torácica con contraste confirmó la existencia de una malformación arteriovenosa pulmonar (MAVP) de gran tamaño a nivel del segmento anterobasal del lóbulo inferior izquierdo. Se llevó a cabo un cateterismo diagnóstico consistente en arteriografía pulmonar izquierda, observando dicha MAVP a nivel del lóbulo inferior izquierdo, con morfología aneurismática, de unos 20×15mm, irrigada por 2 arteriolas pulmonares y con cortocircuito derecha-izquierda de 1,6 lpm (fig. 2). Así mismo, se evidenciaron otras MAVP de pequeño tamaño, angiográficamente no significativas, en otros lóbulos segmentarios. Se realizó la embolización selectiva de la fístula mediante un dispositivo autoexpandible vascular Plugg II (AGA), sin incidencias durante el procedimiento y con resultado satisfactorio (fig. 3).
Este paciente no cumplía criterios de telangiectasia hemorrágica hereditaria, responsable de la gran mayoría de casos de MAVP congénitas1,2. Se recomienda realizar un seguimiento a largo plazo de todos los pacientes, ya que la probabilidad de recurrencia de MAVP, bien por el desarrollo de nuevas lesiones o por recanalización de las ya tratadas, no es infrecuente, y el riesgo de complicaciones graves, como hemoptisis masiva, hemotórax, ictus, absceso cerebral o infecciones extracraneales graves, es elevado3,4.