En el año 2018 estamos celebrando el 50 aniversario del número inaugural de Anales de Pediatría, la revista oficial de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y de sus sociedades científicas, reconocida como la de mayor producción y calidad en la pediatría española. Parece oportuno que los editores jefes de los tres últimos equipos editoriales contribuyamos a resaltar la importancia de este aniversario a través de las siguientes líneas.
El Comité de Historia de la AEP se ha brindado a redactar un artículo especial1, publicado en este mismo número, donde se recogen los hitos más relevantes de este medio siglo de Anales. Aunque se corre el riesgo, cuando se hace historia en un artículo de espacio limitado, de dejar en el tintero algún acontecimiento o alguna persona relevante, como expresamos en el título de este editorial, este es un momento de celebración con equilibrio intencionado entre la tradición y el cambio. Nuestro objetivo es celebrar agradeciendo a todos los que han trabajado colaborando con la revista.
Cinco comités editoriales1 nos han precedido, y cada uno de ellos ha aportado, desde la base sólida de los avances conseguidos por los comités anteriores, nuevas perspectivas e innovación, con el propósito de mantener contenidos de relevancia para los pediatras españoles. A lo largo de los mismos, Anales ha sido un observatorio privilegiado de la evolución de la pediatría en nuestro país. La irrupción progresiva de los nuevos retos asistenciales y de investigación ha tenido su foro de difusión y debate en las miles de páginas en forma de originales, editoriales, artículos especiales, artículos de la AEP, originales breves, cartas científicas y al editor, sirviendo como un referente para los pediatras españoles. De igual forma ha sido una ventana al crecimiento de los grupos de investigación que han dado prestigio a la pediatría española, alcanzando la excelencia muchos de ellos. Esta misma ventana ha sido testigo del nacimiento y desarrollo de las especialidades pediátricas que ya colaboran de una forma natural y continuada con nuestra revista. Como un aliado fiel, Anales ha cumplido las exigencias que el devenir de nuestra pediatría le ha demandado. Anales de Pediatría ha sido el espejo donde se ha ido reflejando la mejora progresiva de nuestra producción científica. Como consecuencia, se ha beneficiado del progreso en la investigación pediátrica española, incrementando sus indicadores de calidad con el paso de los años. Por otro lado, la revista de la AEP ha intentado contribuir a lo largo de su historia a la mejora de la asistencia pediátrica haciéndose eco de guías clínicas, protocolos, consensos y manuscritos con utilidad clínica, frecuentemente consultados para mejorar el cuidado de los pacientes.
Los sucesivos comités editoriales han puesto todo su empeño en introducir progresivamente los cambios necesarios para que Anales alcanzase el máximo nivel de calidad y difusión2. La introducción en los repertorios bibliográficos, disponer de la versión impresa y electrónica, el logro del factor de impacto3 y desde 2014 la publicación bilingüe4 han sido hitos en el devenir hasta alcanzar el nivel actual. Todo ello ha cristalizado en el progresivo incremento del factor de impacto hasta 1,34 en el año 2017, avanzar en el tercer cuartil de las revistas pediátricas y ser una revista bilingüe simultánea en MEDLINE/PubMed, con un inglés de calidad y con un incremento creciente del tráfico y de las descargas desde la página web tanto en español como en inglés. Cabe señalar como ejemplos5 el incremento en el número de visitas en la web de Anales,alcanzando 2,7 millones en el año 2017, siendo España (con más del 25%) y México (con el 20%) los países que más consultas realizan. Por primera vez, el número de visitas en ScienceDirect supera el millón, correspondiendo un 75% a Estados Unidos. Por otro lado, Anales de Pediatría recibe cada vez mayor número de manuscritos en lengua inglesa. Esta entrada de autores extranjeros en los manuscritos enviados favorece la internacionalización de la revista, lo que es de esperar redunde en una mayor calidad y visibilidad de sus publicaciones.
La consecución de cada uno de estos hitos ha requerido el compromiso de todos los agentes involucrados en Anales: los sucesivos equipos editoriales con su labor diaria, los revisores con su continua tarea de selección basada en la excelencia, la editorial con su trabajo, celeridad y modernización constante, y, por supuesto, la pediatría española representada por la AEP y sus especialidades, que sin duda deben ser el motor que proyecte Anales hacia el futuro. Todo esto ha sido posible gracias a un trabajo de estrecha colaboración entre los miembros de los comités editoriales, con una labor callada, constante y entusiasta, no exenta de situaciones polémicas o de difícil decisión.
Cuando se nos llamó a cada uno de nosotros para dirigir Anales, la respuesta fue afirmativa, sin que supiéramos dimensionar adecuadamente lo que iba a suponer en nuestra vida profesional y personal. Sin embargo, el trabajo que se realiza queda ampliamente recompensado con el convencimiento de que damos lo mejor de nosotros. No se escatiman esfuerzos para que los objetivos marcados sean alcanzados o estén en vías de consecución. En este contexto no debemos olvidar el papel central que la AEP, a través de su Junta Directiva, tiene en esta singladura. Su apoyo constante y la confianza demostrada en nuestra labor, sin interferencias, han sido elementos claves para que el proceso se desarrollase con criterios científicos objetivos. Agradecemos a las correspondientes Juntas de la AEP la oportunidad que se nos brindó.
El actual Comité Editorial inicia su segundo año al frente de la revista. Los objetivos marcados siguen la trayectoria de los comités que le han precedido, tratando de incrementar la calidad, la variedad y el impacto de los manuscritos recibidos, facilitando a los autores la comunicación con la revista y acortando los tiempos de respuesta y mejorando la presencia y el reconocimiento de la revista en el campo científico. Sin olvidar nuevos retos inherentes a la evolución social y tecnológica. La mayoría de nuestros lectores acceden a la revista de forma electrónica, por lo que la modernización de la plataforma digital es un objetivo permanente. Por ello, los nuevos tiempos también han traído consigo dilemas bioéticos inherentes a las publicaciones científicas, como conflicto de intereses, publicaciones duplicadas, revistas depredadoras, informaciones inexactas o malintencionadas, etc., que constituyen ya una realidad que estamos enfrentando.
Los editores previos, su legado y su compromiso con Anales de Pediatría perdurarán siempre, ahí queda su excelente trabajo. Por nuestra parte, queremos significar el agradecimiento a los respectivos equipos editoriales y a todas las personas que, con su esfuerzo y dedicación, han empujado hacia la excelencia a Anales de Pediatría.