Giardia intestinalis es un parásito flagelado frecuente en España1. Cryptosporidium es el coccidio más prevalente. Cryptosporidium hominis afecta únicamente al hombre y Cryptosporidium parvum es capaz de parasitar también a todas las especies de mamíferos2. Forman ooquistes muy persistentes en el medio3. Junto a Giardia son responsables de parasitosis autóctona o importada4. La transmisión se realiza mediante infección por los esporozoítos, o por los merozoítos de tejido infectado5. El empleo de las tinciones de ácido alcohol resistencia es de referencia, ya que las técnicas genéticas no son prácticas para el diagnóstico clínico6. Recientemente, se dispone en los laboratorios de pruebas rápidas para detectar los coproantígenos de Giardia y Cryptosporidium de forma simultánea7. En este trabajo se reflejan los datos de la detección simultánea de estos parásitos en un entorno específico.
Tras la notificación y la confirmación de la sospecha de un brote de gastroenteritis aguda (GEA) en una guardería del municipio de Maracena (Granada) ocurrido entre septiembre y diciembre del 2013, se procedió a realizar la definición de caso sospechoso, probable y confirmado, y definir la estrategia metodológica para identificar el agente causal y su posible origen intrafamiliar. Para ello se estudiaron 82 muestras de heces de 75 sujetos (tabla 1). Los niños con menos de 4 años habían convivido en la misma guardería; los que tenían entre 4 y 16 años tuvieron contacto con los anteriores por ser convivientes familiares y los sujetos de más de 16 años fueron trabajadores de las guarderías en el momento del estudio o padres de los niños estudiados. Se realizó coprocultivo de rutina y detección de los antígenos de rotavirus y adenovirus en heces. El estudio de parásitos intestinales se hizo mediante su concentración (Mini Parasep® SF)8 y observación al microscopio con lugol. Los concentrados de cada técnica fueron examinados al microscopio el mismo día por personal altamente experimentado. Blastocystis hominis (B. hominis) fue valorado si estuvo presente con más de 5 formas por campo. Además, se investigó la presencia de antígenos de Giardia y Cryptosporidium por inmunocromatografía (CerTest Crypto/Giardia)7 y visualización del concentrado de las heces mediante tinción de ácido alcohol resistencia modificada.
Resultados de investigación de G. intestinalis y Cryptosporidium spp. según la edad de la población
El estudio bacteriológico y de antígenos víricos fue negativo. Los resultados obtenidos en la investigación parasitológica se describen en la tabla 1. Entre los niños de guardería Cryptosporidium spp. fue detectado en 8 (13,3%) y Giardia en 3 (5%). En uno de estos hubo coinfección. B. hominis fue observado en las heces de un niño (1,7%). En 2 niños (22,2%), de entre 4 y 16 años, se detectó Giardia, pero sus contactos de la guardería no estaban parasitados. En 3 (60%) de los 5 casos solo se detectó el antígeno de Giardia y en 1 (12,5%) de los 8 casos sólo se detectó el de Cryptosporidium. Los adultos no estuvieron parasitados. Ningún sujeto parasitado correspondió a inmigrante o tuvo antecedente de viaje previo. El parásito se adquirió de persona a persona.
En este trabajo se empleó, a nivel parasitológico, la visualización y una prueba doble de coproantígenos, reconocida por su simplicidad de ejecución e interpretación, así como sensibilidad y especificidad adecuadas8. Su precio es del orden de los 4 €. Nuestro laboratorio tiene protocolizado su empleo de forma rutinaria en los estudios parasitológicos cuando las heces no son duras. En la literatura no existen criterios específicos para su empleo en un escenario concreto.
En España, se han comunicado previamente brotes de infección por Cryptosporidium, más frecuentes en niños varones y ocurridos todos antes del 20119, de los que en solo 4 casos se ha realizado un análisis genético completo3, pero no se ha descrito la detección simultánea de Giardia y Cryptosporidium en un entorno humano específico. De no haberse utilizado las pruebas rápidas como cribado, en la forma anteriormente expuesta, estos resultados podrían haber sido diagnósticos erróneos en algunos pacientes, ya que los estudios de visualización de las muestras son engorrosos, subjetivos y susceptibles de falsos negativos en parasitaciones bajas. En una evaluación nuestra de los parásitos detectados en los últimos 3 años la prevalencia fue del 4% y Giardia representó el 54,8%. Por lo tanto, sobre la base de nuestra descripción, consideramos también de gran rentabilidad clínica la búsqueda adicional de Giardia y Cryptosporidium mediante coproantígenos en niños con GEA, junto a bacterias y virus. Estos métodos pueden ser muy útiles en el caso de brotes producidos por alguno de estos 2 parásitos, ya que es una forma muy rápida, sencilla y económica de analizar un elevado número de muestras.