El papel destacado de la audición en el desarrollo del lenguaje verbal hace que la existencia de hipoacusia infantile sea especialmente perniciosa. La elevada frecuencia de defectos de audición presentes en el nacimiento y la necesidad de un reconocimiento precoz han llevado a establecer una detección neonatal. Sin embargo, existen otras situaciones que pueden comprometer la audición en edades más tardías y que es preciso conocer para instaurar las medidas oportunas de forma precoz.
ObjetivosDescribir los motivos más frecuentes de derivación para estudio de hipoacusia en un hospital de tercer nivel. Dar a conocer situaciones comunes en pediatría con riesgo auditivo en las que es preciso evaluar.
Pacientes y métodosRevisión de las historias de 197 pacientes no neonatos con estudio de hipoacusia. Se compararon parámetros clínicos y diagnósticos en pacientes hipoacúsicos y normooyentes.
ResultadosUn total de 161 pacientes no tenían hipoacusia conocida. La principal causa que motivó la evaluación fue la sospecha de hipoacusia por familiares o cuidadores (53,4 %), seguido del retraso del lenguaje. De las primeras consultas, 78 presentaban hipoacusia (48,4 %), más frecuentemente bilateral. En el 29,5 % de los niños con hipoacusia, ésta se atribuyó a otitis o adenoiditis recurrentes y en el 25,6 % a causa genética. La existencia de familiares afectados fue el antecedente más frecuente en hipoacúsicos, mientras que en normooyentes fue la presencia de fenotipo anormal. Se estudiaron tres casos con antecedents de meningitis bacteriana; en dos de ellos existía defecto auditivo.
ConclusionesLos estudios de hipoacusia fuera de la detección neonatal están motivados, sobre todo, por sospecha clínica de hipoacusia o retraso del lenguaje. Otras situaciones, como las otitis serosas de repetición, presencia de rasgos fenotípicos sindrómicos o las meningitis bacterianas, se relacionan con problemas auditivos y requieren, por tanto, evaluación minuciosa.
Because hearing plays a major role in language development, pediatric hypoacusis is especially damaging. The high frequency of hearing impairment in newborns and the need for an early diagnosis have led to the establishment of neonatal screening. Nevertheless, there are other situations which may compromise hearing quality in later stages and it is essential to identify them in order to be able to provide early and effective treatment.
ObjectivesTo describe the most frequent reasons for referring patients for hearing evaluation to a third level hospital and to identify common situations that require hearing assessment among the pediatric population.
Patients and methodsThe clinical histories of 197 non-neonates evaluated for hypoacusis were reviewed. Clinical parameters and diagnosis were compared in patients with impaired and normal hearing.
ResultsOne hundred sixty-one patients had no previous known hypoacusis. The main reason for evaluation was suspicion by the family or child minder (53.4 %), followed by language underdevelopment. In the first examinations 78 children had hypoacusis (48.4 %), which was more frequently bilateral than unilateral. In 29.5 % of hypoacusic patients, the disease was related to recurrent otitis or adenoiditis and in 25.6 % it was genetic. The most frequent antecedent was deaf relatives in hypoacusic patients and abnormal phenotypes in children with normal hearing. Three patients with previous bacterial meningitis were studied and two of these had hypoacusis.
ConclusionsHypoacusic evaluation outside the context of newborn screening is mainly motivated by clinical suspicion of hypoacusis or language underdevelopment. Other situations such as recurrent otitis with effusion, syndromic phenotypic characteristics or bacterial meningitis are related to hearing problems and therefore require detailed evaluation.