La mioclonía palatina esencial (MPE) o «temblor del paladar» es un trastorno neurootológico poco frecuente, que se manifiesta como la contracción rítmica simétrica de los músculos del paladar blando1.
Presentamos el caso de un adolescente de 15 años que acudió al servicio de urgencias por presentar, desde hacía unas 24h, un movimiento rítmico constante del paladar blando y úvula, además de un acúfeno objetivo con sonido de «clic» constante, muy molesto para el paciente, que incluso le impedía el sueño (vídeo). Asociaba un cuadro de fiebre, tos y rinorrea, siendo diagnosticado de un cuadro catarral no complicado. En urgencias se le administró una dosis única de diazepam vía oral, con resolución completa del cuadro. Dos meses más tarde el paciente presentó un nuevo episodio de características similares, también en el contexto de un nuevo cuadro catarral.
El diagnóstico de la MPE es clínico, aunque se debe realizar diagnóstico diferencial con los casos de mioclonía palatina secundaria (menos frecuentes en pediatría) debidos a procesos traumáticos, tumorales, isquémicos, infecciosos o a enfermedades desmielinizantes. La MPE puede resolverse espontáneamente o con la utilización de diversos tratamientos como las benzodiacepinas, carbamazepina, ácido valproico o inyecciones de toxina botulínica2,3.