Los tumores cardíacos son neoplasias infrecuentes, con una incidencia de 0,027 casos/100. Hasta un 90% son tumores benignos, si bien debido a su localización pueden ser letales, con independencia de la histología. Afectan fundamentalmente a menores de un año
Los teratomas, relativamente frecuentes en niñas, se ubican preferentemente en ovario, sacrocóccix, tórax y retroperitoneo, siendo la localización intrapericárdica menos frecuente. En esta localización, la sintomatología se debe a la compresión de estructuras vecinas y determina la actitud terapéutica en cada caso. El diagnóstico definitivo, tras la aproximación con las pruebas de imagen, se obtiene tras su resección quirúrgica, que es el tratamiento de elección
El diagnóstico diferencial de los tumores pericárdicos incluye fundamentalmente con los tumores del mediastino anterior, hipertrofia tímica, derrame pericárdico y lesiones cardíacas primarias como mesoteliomas pericárdicos, malformación de Ebstein y quistes broncogénicos intrapericárdicos
Se presentan 2 pacientes pediátricos diagnosticados en el primer año de vida en nuestro hospital; ambos desarrollaron tumores de localización pericárdica. En uno de los casos la masa involucionó hasta desaparecer; en el otro, de diagnóstico más tardío, fue necesario el tratamiento quirúrgico
Cardiac tumors are rare neoplasms with an incidence of 0.027 cases per 100. Up to 90% of these tumors are benign but, because of their location, they can be lethal, despite their histology. Most appear in infants aged less than 1 year
Teratomas, which are relatively frequent in the pediatric age group, are usually located in the ovaries, sacrococcygeal area, thorax, and retroperitoneal area. Intrapericar-dial location is less frequent. In this localization, the clinical manifestation depends on compression of adjacent structures and determines the therapeutic attitude in each case. Imaging studies should be performed and the definitive diagnosis is obtained after surgical resection, which is the treatment of choice
The differential diagnosis should include other tumors of the anterior mediastinum, thymus hypertrophy, pericardial effusion and primary cardiac disorders such as pericardial mesothelioma, Ebstein malformation, and intrapericardial bronchogenic cysts
We present two patients who were diagnosed in the first year of life in our hospital. Both children developed pericardial tumours. In one patient, the mass decreased and disappeared while in the other, who received a later diagnosis, surgical treatment was required