Lactante masculino de 4 meses de edad; consulta al Servicio de Endoscopia Respiratoria por presentar desde el nacimiento un tumor en la línea media de la cara dorsal de la lengua, a nivel del tercio medio, de crecimiento lento (fig. 1). Es rosado, de base pediculada, superficie lisa y consistencia elástica, y no altera la motilidad lingual. No dificulta la respiración ni la deglución.
Se efectúa una ecografía cervical y se evalúa la función tiroidea, excluyéndose la posibilidad de tiroides lingual. Se realiza tomografía computarizada para delimitar la lesión.
Bajo anestesia general, después de asegurar la vía aérea mediante intubación orotraqueal, se procede a la resección completa de la lesión. Es extubado en quirófano, alimentado por vía oral dentro de las 24 h y recibe tratamiento posoperatorio con antibióticos y corticoides.
La anatomía patológica y el estudio inmunohistoquímico informan de malformación vascular compleja/combinada veno-linfática (clasificación ISSVA modificada)1 (figs. 2 y 3).
No se presentan complicaciones ni hay evidencia de recurrencia de la lesión a los 10 meses de seguimiento.
Las lesiones congénitas de lengua son poco frecuentes2. El diagnóstico diferencial incluye tiroides lingual, hemangioma, quiste dermoide, lipoma, mucocele y malformaciones vasculares, entre otras3. El diagnóstico de certeza lo proporciona la anatomía patológica. Las malformaciones vasculares están presentes desde el nacimiento y aumentan de tamaño proporcionalmente al crecimiento del niño4. No involucionan espontáneamente y pueden volverse más aparentes a medida que el niño crece1. Pueden ser asintomáticas o manifestarse con disfagia y sangrado oral2. El tratamiento usual incluye resección de las formas localizadas o escleroterapia.