Objetivos. Valorar, mediante un estudio retrospectivo los datos epidemiológicos, las características clínicas y los resultados del estudio polisomnográfico, de los niños remitidos a nuestro centro por sospecha de SAOS asociada a patología otorrinolaringológica (ORL).
Metodología. De los 651 niños con sospecha clínica de SAOS estudiados entre los años 1996 y 2004 en nuestra consulta, se seleccionaron aquellos con patología ORL exclusivamente, descartándose por ello los niños con otras patologías asociadas.
Se analizaron los datos epidemiológicos (edad, sexo, IMC), clínicos (índice de Brouillete, edad de comienzo de los síntomas, intensidad del ronquido durante el sueño, antecedentes de cirugía, presencia de sueño o cefalea diurna...), y policardiográficos (número total apneas/hipopneas, índice A/H, duración media, IAH según la posición, la saturación media, desaturación máxima y media, número total de desaturaciones, tiempo total por debajo del 90 %).
Se procedió al estudio estadístico mediante el programa SPSS 11.0.
Resultados. Se recogieron datos de 548 niños con sospecha clínica de SAOS y patología ORL asociada, la edad media fue de 5,2 años (rango, 1-17 años), el 60 % de los pacientes estudiados fueron varones (328). La edad media de aparición de los síntomas fue de 24 meses (rango, 1-137 meses). Un 2,4 % de los niños (13) presentaron un IMC > 25 (obesidad). El índice de Brouillete fue positivo (> 3,5) en el 23,9 % de los casos y dudoso en el 70,7 % (387 pacientes).
El 44,1 % de los casos tuvieron un estudio de sueño positivo. Un 20,6 % fue diagnosticado de SAOS leve, 13,49 % moderado y un 7,8 % grave. Encontramos una frecuencia de pruebas positivas mayor entre los varones (48,9 %) que entre las mujeres (37,28 %) con p = 0.006. La edad de comienzo de los síntomas fue menor en el grupo con estudio patológico que en aquellos con estudio normal (19,7 frente a 27,8 meses; p < 0,001).
Conclusiones. El porcentaje de pruebas positivas fue elevado, el diagnóstico de SAOS fue más frecuente en varones que en mujeres. Los niños que inician los síntomas más tempranos tienen una probabilidad mayor de presentar un verdadero SAOS.
