Sr. Editor:
Apreciamos los comentarios del Dr. Álvez al artículo recientemente publicado por nosotros en su revista sobre la utilidad de la antibioterapia en el tratamiento de las adenopatías por micobacterias no tuberculosas (MNT) 1. Coincidimos en que la resección quirúrgica 2 sigue siendo el tratamiento de elección, y en la posible necesidad de tratamiento médico asociado a la cirugía. Si bien no está claro el papel de la quimioterapia, ésta puede asociarse a una reducción del tamaño de las adenopatías y facilitar el tratamiento quirúrgico. No obstante, no está establecido cuál debe ser el tratamiento médico de elección 3. La excelente actividad in vitro de los nuevos macrólidos, azitromicina y claritromicina, y la buena experiencia en inmunodeprimidos con infección diseminada por Mycobacterium-avium complex hace que se les considere fármacos de elección, existiendo más experiencia con claritromicina 4,5 en el tratamiento de adenitis en niños. Sin embargo, el riesgo de desarrollo de resistencias a la monoterapia, como se ha documentado en inmunodeprimidos, sugiere la necesidad de asociar al menos un segundo fármaco. Existe experiencia, limitada, con rifampicina, rifabutina 5, etambutol y ciprofloxacino 6 en niños. Todos estos fármacos presentan sus inconvenientes. La rifampicina es mucho menos activa que los otros tres fármacos. La rifabutina es cara y no está disponible en España. El etambutol, aunque es bien tolerado en niños, no existe en solución, lo que limita el ajuste de dosis, y como reconoce el Dr. Álvez presenta potencial toxicidad óptica, que es difícil controlar en niños pequeños, edad habitual de presentación de las adenitis por micobacterias. Coincidimos en que las quinolonas no deberían utilizarse en niños si hay otras opciones. No obstante, ciprofloxacino es un fármaco muy bien tolerado en niños, con una amplísima experiencia de su seguridad, existe en solución, y datos de posible efectividad en el tratamiento de adenitis por micobacterias en edades pediátricas 7. En nuestra opinión, la mayor consideración en contra del uso de quinolonas en niños no es la seguridad para el niño individualmente, sino el empleo extenso en infecciones comunes de la comunidad por el riesgo de desarrollo y transmisión de cepas resistentes como ocurre en el adulto en nuestro país.
La adenitis por micobacterias no tuberculosas, aunque es una enfermedad relativamente común en pediatría, se presenta esporádicamente, y el uso de quinolonas no pensamos que suponga para la comunidad un riesgo de transmisión de resistencias a patógenos comunes 8. Respecto a la administración de ciprofloxacino en el niño diagnosticado de adenitis por micobacterias, creemos que se deben poner en la balanza los riesgos y beneficios, incluyendo la escasa evidencia de eficacia, el posible beneficio asociado a cirugía y claritromicina, la falta de datos de que exista otro tratamiento médico mejor, así como la amplia evidencia de seguridad en niños y su fácil dosificación, a pesar de que las quinolonas no están aún aprobadas en pediatría.