Varón previamente sano de 13 años ingresado con dolor abdominal agudo de inicio súbito. La familia reportó vómitos nocturnos semanales en los últimos 6 meses.
Al ingreso, el paciente se presentó con shock, distensión y rigidez abdominal, insuficiencia respiratoria y alteración del estado mental por hipoperfusión global secundaria a síndrome abdominal compartimental. En consecuencia, se intubó al paciente y se inició reanimación con líquidos y fármacos vasoactivos. La radiografía abdominal mostró distensión gástrica masiva con desplazamiento del intestino delgado y grueso. Se llevó a cabo una laparotomía exploradora urgente que reveló múltiples perforaciones gástricas, por lo que se practicó gastrectomía parcial (fig. 1). Se amplió el espectro antimicrobiano, administrándose carbapenémicos, metronidazol, vancomicina y antifúngicos. La condición del paciente se deterioró progresivamente, con fallo multiorgánico, daño renal agudo que requirió terapia de reemplazo renal continuo e insuficiencia hepática aguda que requirió plasmaféresis terapéutica.
El examen histopatológico del espécimen gástrico reveló colonización patogénica por Clostridium ventriculi (fig. 2). A pesar de las medidas implementadas, el paciente falleció.
Estudio histológico del espécimen quirúrgico. La tinción con hematoxilina-eosina reveló áreas hemorrágicas difusas con necrosis isquémica extensa de la mucosa y submucosa, así como la presencia de C. ventriculi con características microscópicas típicas: bacterias esféricas (cocos) y basófilas de 1,8 a 3μm de diámetro dispuestas en tétradas u octetos formando agrupaciones cuboideas.
Clostridium ventriculi (también conocido como Sarcina ventriculi) es un coco anaeróbico gram positivo transmitido principalmente mediante la ingestión de tierra contaminada en alimentos1. El factor de riesgo principal es el retraso del vaciamiento gástrico. La acumulación intramural de gas resultante de la fermentación bacteriana da lugar a gastritis enfisematosa, con una mortalidad del 75%2. Hasta la fecha, se han notificado muy pocos casos pediátricos3, y el aquí presentado es el primero con desenlace fatal.
El diagnóstico se puede realizar en base a la observación de la disposición en tétradas de C. ventriculi en la tinción con hematoxilina-eosina (fig. 2).