El bocio constituye el aumento de tamaño de la glándula tiroidea. La inspección y la palpación de la zona anterior del cuello permiten constatar su tamaño, simetría, consistencia y presencia de nodularidad. Las pruebas de imagen definen con mayor precisión sus características morfológicas.
Se presenta el caso clínico de una niña de 14 años, derivada a consulta de Endocrinología por sospecha de bocio. Refería aparición de unos abultamientos en el cuello, con aumento progresivo de tamaño, y febrícula intermitente, de 4 semanas de evolución, sin otra sintomatología asociada. Había recibido tratamiento antiinflamatorio y antibiótico con amoxicilina-clavulánico (50mg/kg/día, por vía oral, 14 días), sin mejoría.
En la exploración física destacaban 2 tumoraciones simétricas en la parte anterior del cuello, a ambos lados de la línea media, de 3-4cm de diámetro mayor, blandas, sin movilidad, dolorosas a la palpación y con leve enrojecimiento cutáneo. La ecografía y TC cervicales demostraron que las tumoraciones eran independientes del tiroides y sugerentes de adenopatías abscesificadas (figs. 1 y 2).
Se realizaron una resección parcial de la pared y curetaje de la cavidad de las tumoraciones, extrayendo abundante secreción purulenta. El estudio anatomopatológico mostró un tejido de inflamación granulomatoso epitelioide necrotizante, compatible con infección por micobacterias1,2. Tras la cirugía se administró 3 días amoxicilina-clavulánico por vía intravenosa. Las tumoraciones fueron disminuyendo de tamaño progresivamente, desapareciendo tras 7 días, sin recidivas posteriores.
Se presenta este caso para poner de manifiesto la importancia de realizar un estudio adecuado, que incluya una ecografía cervical para determinar la etiología de tumoraciones cervicales3,4.