Las consecuencias de la infección por SARS-CoV-2 en el recién nacido eran desconocidas en los primeros meses de la pandemia. Estudios recientes refieren que en muchos casos la infección neonatal suele ser asintomática y que son aislados los casos con clínica grave1. Sin embargo, estos datos se apoyan mayoritariamente en el seguimiento durante los primeros días de vida de hijos de madres con infección por SARS-CoV-22, siendo escasos los estudios de estos pacientes en otros ámbitos.
Nuestro objetivo es describir las características clínico-epidemiológicas de los neonatos atendidos en Urgencias con diagnóstico de COVID-19 y determinar posibles factores relacionados con su gravedad.
Presentamos un estudio retrospectivo, descriptivo-observacional, realizado en el Servicio de Urgencias (SU) de un hospital materno-infantil terciario. Se incluyeron los neonatos (< 29 días vida) que acudieron al SU durante 3 años (14/3/2020-13/3/2023) y fueron diagnosticados de infección por SARS-CoV-2. Se excluyó a aquellos con infección asintomática y las reconsultas dentro del mismo episodio. El diagnóstico de infección se estableció por positividad de la PCR para SARS-CoV-2 en aspirado nasofaríngeo. El test diagnóstico inicial utilizado (Xpert® Xpress CoV-2 plus test, Cepheid, Sunnyvale, EE. UU.) fue sustituido en diciembre del 2020 por un test múltiple que permitía la identificación simultánea de SARS-CoV-2, influenza A/B y VRS (Xpert® Xpress CoV-2/Flu/RSV plus test (Cepheid, Sunnyvale, EE. UU.). Se consideró caso grave aquel que precisó ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) o presentó secuelas al alta. Se valoraron como posibles factores de riesgo: edad, sexo, triángulo evaluación pediátrica (TEP) en Urgencias, fiebre, diagnóstico clínico y detección de infección bacteriana potencialmente grave (IBPG).
Los datos se analizaron con el programa estadístico IBM® SPSS® Statistics para Windows® versión 28. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital centro de estudio (CI PIC-193-23).
Durante el período de estudio se atendieron 5.498 consultas de neonatos, 71 (1,3%) fueron diagnosticados de infección por SARS-CoV-2; se excluyó a 8 quedando una muestra de 63 pacientes. Treinta y nueve(61,9%) tenían algún conviviente con infección por SARS-CoV-2 (20 [31,7%]) más de un contacto, siendo la madre la más a menudo implicada). Cinco (7,9%) presentaron TEP alterado por dificultad respiratoria. Las características clínico-epidemiológicas de los pacientes se detallan en la tabla 1. Se realizó aspirado nasofaríngeo para el diagnóstico de gripe y VRS juntamente con SARS-CoV-2 en 53 (84,1%), siendo positivo para VRS en un (1,6%) neonato. En 46 (63,9%) pacientes se realizaron otras exploraciones complementarias (tabla 1). Cuatro (6,35) pacientes presentaron una IBPG (prevalencia 6,3% [IC del 95%, 2,5-15,2]); 3ITU por Escherichia coli y una bacteriemia por Streptococcus agalactiae. El principal diagnóstico clínico fue infección de vías respiratorias altas en 32 (51%) (tabla 1). Ingresaron 38 (60,3%) neonatos. Hubo 3 (4,8%) casos graves; fueron 3pacientes con bronquiolitis que ingresaron en UCIP. A los 3se les realizó un panel respiratorio múltiple en aspirado nasofaríngeo, diagnosticándose coinfección por Rhinovirus en todos; uno de ellos correspondía al paciente ya diagnosticado de coinfección por VRS en el SU. En la tabla 2 se analizan los posibles factores de riesgo analizados. Todos los pacientes presentaron una buena evolución clínica, sin secuelas al alta.
Características clínicas de los neonatos con COVID-19, exploraciones complementarias realizadas en Urgencias y diagnóstico clínico
Características clínicas | n=63 |
---|---|
Edad | 18 (13-24) |
Sexo masculino | 42 (66,7) |
Antecedentes patológicos | 2 (2,8)a |
Fiebre | 50 (79,4) |
Duración (horas) | 4,5 (2-12) |
Temperatura máxima (°C) | 38 (37,8-38,4) |
Temperatura en urgencias (°C) | 37,4 (36,9-37,9) |
Rinorrea | 34 (54,0) |
Rechazo de la ingesta | 19 (30,2) |
Tos | 15 (23,8) |
Irritabilidad | 11 (17,5) |
Dificultad respiratoria | 5 (7,9) |
Vómitos | 5 (7,9) |
Diarreas | 5 (7,9) |
Apnea | 1 (1,6) |
Somnolencia/letargia | 1 (1,6) |
Pruebas complementarias | n=63 |
Analítica sanguínea-hemocultivo | 45 (71,4) |
Estudio de orina-urocultivo | 46 (73,0) |
Punción lumbar-cultivo LCR | 12 (19,0) |
PCR enterovirus (sangre o LCR) | 24 (38,1) |
Radiografía de tórax | 1 (1,6) |
Diagnóstico clínico | |
Infección vías respiratorias altas | 32 (51) |
Síndrome febril | 20 (32) |
Bronquiolitis | 7 (11) |
Gastroenteritis aguda | 4 (6) |
Las variables categóricas se informan en frecuencias absolutas (%) y las variables continuas en mediana (p25-75).
LCR: líquido cefalorraquídeo; PCR: reacción en cadena de la polimerasa.
Factores de riesgo clínico-epidemiológicos relacionados con COVID-19 grave (n=63)
Factor | COVID-19 grave | Valor p | |
---|---|---|---|
No (n=60) | Sí (n=3) | ||
Edad (días) | 18 (13,5-23,5) | 26 (15-26,5) | 0,487 |
Sexo masculino | 39 (65,0) | 3 (100) | 0,545 |
Antecedentes patológicos | 2 (3,3) | 0 (0) | 1 |
TEP alterado | 3 (5,0) | 2 (66,7) | 0,015 |
Fiebre | 47 (78,3) | 3 (100) | 1 |
Diagnóstico clínico | |||
Infección vías respiratoria altas | 32 (53,3) | 0 (0) | 0,229 |
Síndrome febril | 20 (33,3) | 0 (0) | 0,568 |
Bronquiolitis | 4 (6,7%) | 3 (100) | <0,001 |
Gastroenteritis aguda | 4 (6,7) | 0 (0) | 1 |
IBPG | 4 (6,7) | 0 (0) | 1 |
Las variables categóricas se informan en frecuencias absolutas (%) y las variables continuas en mediana (p25-75).
IBPG: infección bacteriana potencialmente grave; TEP: triángulo de evaluación pediátrica.
Este estudio pone de manifiesto que, pese a la magnitud de la pandemia, el diagnóstico neonatal de COVID-19 fue infrecuente en el SU. Aunque la etapa neonatal ha sido propuesta por diferentes autores como un factor de riesgo de presentar COVID-19 grave3, la mayoría de los pacientes estudiados presentaron un curso leve, siendo la fiebre el síntoma más frecuente, seguida de la clínica respiratoria y las manifestaciones gastrointestinales, en concordancia con otros estudios4. No hay suficiente evidencia sobre cuáles son los mecanismos por los que los recién nacidos, a pesar de tener una función inmunitaria inmadura, presentan mejor pronóstico que los adultos. Se postula que la inmunidad innata, predominante en neonatos, prevendría el estado de hiperinflamación y tormenta de citocinas que se produce en adultos5.
Tres pacientes presentaron un COVID-19 grave, precisando ingreso en la UCIP para soporte respiratorio. Entre los factores analizados, únicamente la alteración del TEP y el diagnóstico de bronquiolitis se asociaron a la gravedad. De forma similar, en el estudio multicéntrico de Akin et al.6 la presencia de tos, taquipnea y tiraje se asoció con un riesgo incrementado de presentar COVID-19 grave. Cabe destacar que los 3pacientes con COVID-19 grave presentaban coinfección por otros virus, no pudiéndose determinar qué grado de implicación tuvo este hecho en el desarrollo de la enfermedad.
Entre las limitaciones del estudio se encuentran las propias de su diseño retrospectivo. Por otro lado, se trata de un estudio unicéntrico realizado en un hospital materno-infantil de tercer nivel, por lo que los resultados obtenidos podrían no ser extrapolables a centros sanitarios de distintas características. Por último, el bajo número de casos graves incluido dificulta la identificación de factores de riesgo asociados.
En conclusión, la mayoría de los casos de neonatos con COVID-19 fueron leves, siendo la fiebre y la clínica respiratoria los síntomas de presentación más frecuentes. Un TEP alterado al diagnóstico y el desarrollo de bronquiolitis se asociaron a un COVID-19 grave.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existen conflictos de intereses y que no han recibido ningún tipo de financiación en relación con el trabajo realizado.