El pasado día 12 de septiembre de 2012 falleció en Madrid a los 71 años de edad D. Angel Nogales Espert. Hasta su jubilación ejerció importantísimos cargos rectores en la pediatría española, y con él bien podemos decir que se ha ido una parte importante de la misma.
En su Valencia natal, donde cursó sus estudios, consiguió pronto la condición de especialista en Pediatría (1966) y la de doctor en Medicina y Cirugía (1967). Sus primeros años de ejercicio profesional (1966-1970) transcurrieron bajo la dirección del Dr. J. Selfa, en el Hospital de Niños-Escuela de Puericultura de aquella ciudad donde llego a ser Jefe de Sección y de Estudios Médicos.
En el año 1971 deja Valencia, a la que siempre volvería, para trasladarse a Madrid. Lo hacía a requerimiento del Prof. C. Laguna Serrano, catedrático de Pediatría de la facultad de Medicina de la UCM, que al llegar le nombró profesor ayudante de clases prácticas en su cátedra del Hospital Clínico de San Carlos.
En el departamento de pediatría de ese hospital, bajo la dirección del Prof. C. Laguna primero y posteriormente bajo la del Prof. E. Casado, compatibilizó hasta 1978 sus funciones docentes y asistenciales con la preparación exhaustiva del programa de la asignatura. Rápidamente ganó las oposiciones de profesor titular (1978) y de profesor agregado (1979), siendo catedrático de Pediatría de esta Universidad Complutense de Madrid a los 40 años (1981).
Fue, pues, catedrático muy joven, y fue un catedrático extraordinario. A lo largo de su dilatada vida profesional desarrolló una amplísima labor. Fue, ante todo, un universitario, un profesor que ejerció con orgullo su docencia durante largos años, considerando su magisterio como la parte más noble de su quehacer. Los alumnos de sucesivas generaciones apreciaban en grado sumo la claridad, el rigor y lo sistemático de sus clases. Su magisterio le forjó como un gran formador de docentes. Prolongó una escuela, a la que el aludía como «escuela pediátrica complutense», que con sus ilustres predecesores (Criado, Suñer, Laguna y Casado) se completó bajo su magisterio con 2 catedráticos(Valverde y Moro), 3 profesores titulares y muchos otros discípulos, ya que fueron más de medio centenar el número de tesis doctorales que dirigió.
En 2002 fue elegido decano de la facultad, cargo al que sirvió durante 2 fructíferos periodos. A lo largo de su mandato transformó la facultad. Renovó el vetusto aulario, creó aulas de habilidades, informatizó la biblioteca y modernizó diversas infraestructuras básicas, entre otras la de la electrificación. Pero sin duda alguna su mayor logro fue la implantación del Plan Bolonia, objetivo al que dedicó, con su equipo decanal, todos sus esfuerzos. En efecto, fue la facultad de la UCM la primera en España que se incorporó al Espacio Europeo de Educación Superior, convirtiéndose en pionera y referencia en todo el país. La «residencialización» de los estudiantes y la nueva asignatura de Práctica Clínica están cambiando, gracias a dicho plan, la enseñanza de la Medicina en estos últimos años. Pruebas de su buena gestión fueron los muchos resultados y acuerdos alcanzados con los profesores numerarios, profesores asociados cuyo número duplicó, con los alumnos y los no menos trascendentes con el PAS.
Su gusto por las artes plásticas le decidió a suscribir acuerdos con la facultad de Bellas Artes y el Real Conservatorio, que se tradujeron en exposiciones anuales de pintura, que embellecían temporalmente el gran hall de la facultad, y en los conciertos de los sábados que gozaron de gran éxito. Si a ello añadimos el esfuerzo que dedicó el Prof. Nogales a organizar las actividades deportivas de los estudiantes, nos podemos dar idea de cómo entendía él la misión de la facultad y de la universidad no solo como formadoras de buenos médicos, sino de hombres y mujeres de su tiempo.
En justo reconocimiento a toda esta labor, en Junta Extraordinaria de Facultad, se le nombró por unanimidad decano honorario y se dio su nombre a la sala de juntas que él renovó. Para su recuerdo, que sin duda perdurará, esta ha pasado a llamarse Sala de Juntas Decano Profesor Angel Nogales.
Como pediatra eminente que fue, realizó una importante labor en el Hospital 12 de Octubre. Desde su llegada en 1981, él inauguró, creó y desarrolló el servicio de pediatría y, como director que fue del mismo, lo convirtió en un hospital materno-infantil de referencia en nuestra comunidad y de los más prestigiosos de nuestro país.
El Dr. Nogales creyó siempre en las especialidades pediátricas. Él mismo se declaraba neumólogo pediátrico. Y creyó en ellas, ese es su mérito, en una época en que muy pocos académicos lo hacían. Por eso mismo las desarrolló en grado sumo en su hospital. Fue responsabilizando de ellas a pediatras jóvenes provenientes del Hospital Clínico San Carlos, donde él se formó, y de la Clínica Infantil La Paz. Con estos jóvenes, día a día, él llegaba siempre a las 07,45h de la mañana para presidir las sesiones clínicas, hizo del Hospital Materno-Infantil 12 de Octubre lo que hoy es. Todos esos colaboradores hoy forman una pléyade de especialistas pediátricos envidiables y todos ellos reclaman para sí, con el mismo orgullo que lo hacemos nosotros, la condición de discípulos de Angel Nogales.
Además de los ya mencionados, ocupó muchos otros puestos principales en la pediatría nacional. Fue presidente de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Región Centro (1988-1994), profesor visitante en universidades extranjeras (1990-2006), académico de número de la Real Académica Nacional de Medicina (1996), Delegado Rectoral (1996-2002), presidente de las comisiones de Ética (1997) y Enseñanza (1999) de la Asociación Española de Pediatría… En efecto fueron muchos los cargos, todos importantes, que sirvió y las distinciones y honores que alcanzó.
Fruto de esta dilatada e ininterrumpida labor docente y asistencial fueron sus escritos. Fue autor de más de 120 artículos originales dedicados en su mayoría a enfermedades respiratorias y alérgicas en la infancia. Así mismo fue coautor de 3 libros de pediatría destinados a los estudiantes de pregrado.
Pero si importante fue su obra, más lo fue el hombre y sus condiciones personales. Tuve el privilegio de frecuentarle mucho desde su llegada a Madrid y le acompañé a lo largo de toda su carrera. Angel fue una persona sincera, honesta y trabajadora. Era culto, refinado y sobre todo tenaz. Hacía cuanto decía. Su compromiso con la palabra dada era total. Ayudaba siempre que estuviera en su mano a todo el que se lo pedía. Celoso de su intimidad. No desvelaba ni permitía injerencia alguna en su vida personal o en la de su familia. Familia muy ilustre, la familia del Prof. Nogales. Veo a sus padres emocionados, en la casa de La Alcudia de Carlet, con los éxitos profesionales del hijo. Recuerdo muy especialmente a sus hermanas Amparo y Emilia que siempre le acompañaron, ayudaron y siguieron. Conocí a ambas en las primeras oposiciones a cátedra a las que se presentó. En aquellos difíciles momentos del inicio de su carrera le prestaron su apoyo, sostén y compañía. Igualmente a lo largo de su última enfermedad, especialmente en los momentos finales, vivida ya su riquísima vida, Amparo y Emilia no se separaron de él, ni de día ni de noche. Si en el despertar de su carrera ellas estuvieron a su lado mientras opositaba y cambiaba de residencia, en el crepúsculo de su vida fueron sus auténticos ángeles de la guarda. Sin duda ellas le hicieron afrontar ese trance último con una paz y una serenidad que emanaban, tanto de sus cualidades personales, como de haber sentido a sus seres queridos tan cercanos.
Descanse en paz.