La toxicidad gastrointestinal de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) es debida a un doble mecanismo: el efecto lesivo directo sobre las células de la mucosa gástrica y la inhibición sistémica de las prostaglandinas por bloqueo no selectivo de la ciclooxigenasa 1 y 21. La incidencia de hemorragia digestiva alta no está bien establecida en niños y la mayoría de los estudios se han realizado en pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos2,3. Existen factores de riesgo para el desarrollo de sangrado agudo secundario al uso de AINE, tales como patología gastrointestinal previa (hipertensión portal, gastritis o ulcus péptico), gastritis por Helicobacter pylori, uso crónico o prolongado de medicamentos (corticoides, antiepilépticos, antibióticos)4. El ibuprofeno, AINE bastante utilizado en pediatría como analgésico y antitérmico, se ha considerado un fármaco muy seguro que no se asocia a gastrolesividad en niños cuando se usa a dosis bajas durante periodos cortos5. Sin embargo, en la literatura se ha publicado una serie de casos de sangrado digestivo secundario a gastropatía por AINE en pacientes que solo habían ingerido una o 2 dosis bajas de ibuprofeno6.

El objetivo del estudio fue hacer una revisión de los casos de pacientes ingresados por hemorragia digestiva alta durante los años 2004-2009 para valorar si existían casos que pudieran estar relacionados con ingesta de dosis habituales de AINE. Durante el periodo referido ingresaron en nuestro servicio un total de 78 pacientes con sospecha de hemorragia digestiva alta. Tras revisar las historias clínicas de esta muestra fueron excluidos aquellos en los que se diagnosticó sangrado de origen ORL o Mallory-Weiss, aquellos que presentaban factores de riesgo para gastropatía secundaria a AINE (ulcus previo, coagulopatía, tratamientos crónicos, Helicobacter pylori positivo) y aquellos que no referían haber ingerido ibuprofeno en los días previos al ingreso.

El grupo de pacientes seleccionado estaba compuesto por 3 niños y 6 niñas, sin patologías de base ni tratamientos crónicos, con edades comprendidas entre los 21 meses y 5 años y 10 meses (tabla 1). El motivo de consulta en urgencias de todos ellos fue la aparición de vómitos hemáticos (hematemesis o restos en posos de café) en el contexto de un proceso catarral febril, por el que habían recibido 2 o 3 dosis habituales de ibuprofeno (sin ingesta concomitante de antibióticos u otra medicación, como corticoides). Ninguno de estos pacientes tenía anemia ni alteraciones de la coagulación en las analíticas del ingreso. A todos se les realizó gastroscopia, observándose lesiones compatibles con gastropatía por AINE7. Todos fueron tratados con inhibidor de bomba de protones y en el control en consulta externa ninguno había vuelto a presentar episodios de sangrado.

El ibuprofeno es un AINE muy utilizado en pediatría para el tratamiento de la fiebre y el dolor; sin embargo, hay que tener en cuenta que su potencial gastrolesividad se deriva de su propio mecanismo de acción. En la literatura médica se han descrito algunos casos de sangrado gastrointestinal relacionados con las dosis habituales usadas en niños; el estudio realizado por Berezin et al.6 en el periodo de un año describe 4 casos secundarios a úlcera solitaria antral en niños con edades comprendidas entre los 16 y 36 meses que habían recibido una o 2 dosis antitérmicas de ibuprofeno, concluyendo que el uso de AINE en menores de 3 años incrementaría el riesgo de gastropatía hemorrágica. En nuestra revisión de 5 años se han detectado 9 casos de hemorragia digestiva alta en el contexto de lesiones endoscópicas compatibles con gastropatía por AINE (ninguno con úlcera gástrica) en niños sanos de hasta 5 años y 10 meses, sin factores de riesgo para gastropatía hemorrágica, que habían tomado varias dosis bajas de ibuprofeno.

Sobre la base de los hallazgos de ambos estudios, aunque el número de pacientes es pequeño, a fin de minimizar el riesgo de gastropatía por AINE parece recomendable evitar la administración indiscriminada de ibuprofeno y usar inicialmente paracetamol para el control de la fiebre.

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.