Evaluar las funciones renales glomerular y tubular en un grupo de niños diagnosticados de ectasia piélica.

Se estudió a un grupo de 14 recién nacidos y lactantes diagnosticados de ectasia pielocalicial intraútero o durante el primer año de vida. Se determinaron los valores de creatinina y la eliminación urinaria de calcio, citrato, oxalato, N-acetil-glucosaminidasa (NAG) y microalbúmina. Además, se midió la osmolalidad urinaria máxima tras estimulación con desmopresina. Estos tres últimos parámetros se valoraron en el diagnóstico y al terminar el period de seguimiento.

Los valores de creatinina fueron normales en todos los casos. La osmolalidad urinaria máxima estaba alterada inicialmente en 6 pacientes (42,9%). También se observó al inicio elevación del cociente NAG/creatinina en 4 casos y de la excreción urinaria de albúmina en otros cuatro (28,6 %). Estas anomalías tendieron hacia la normalización aunque, al concluir el estudio, en 3 pacientes (21,4%) existía incremento de la albuminuria y en uno persistía el defecto de la capacidad de concentración (7,1 %). Por otra parte, en 10 de los niños se observaron anomalías metabólicas urinarias potencialmente causantes de calculus (35,7 %; hipercalciuria aislada, 5; hiperoxaluria aislada, 2; hipocitraturia, 1; e hipercalciuria asociada a hiperoxaluria, 2).

La función glomerular era normal. Algunos de los pacientes presentaron incremento de la eliminación urinaria de albúmina y algunas anomalías, si bien moderadas, de la función tubular. En todo caso, se ha comprobado una tendencia a la normalización de dichos parámetros. Aunque son necesarios estudios más amplios, postulamos la hipótesis de que la presencia de ectasia piélica puede ser un marcador predictor del riesgo de padecer litiasis renal en edades posteriores de la vida.

To evaluate glomerular and tubular function in a group of infants diagnosed with pyelectasis.

We studied 14 patients diagnosed with renal pelvis dilatation in-utero or during the first year of life. Creatinine concentrations, urinary excretion of calcium, citrate, oxalate, N-acetyl-D-glucosaminidase (NAG), microalbumin and maximum urine osmolality after administration of intranasal desmopressin were determined. The latter three variables were determined at diagnosis and at the end of follow-up.

In all patients creatinine levels were normal. In six patients (42.9 %) maximum urine osmolality values were abnormal. In four patients NAG/creatinine concentrations were elevated and in another four patients (28.6 %) albumin urinary excretion was elevated. These anomalies tended to return to normal but, at the end of the study, three patients (21.4%) showed increased albuminuria and one (7.1 %) showed persistently defective renal concentrating capacity. Ten patients showed metabolic urinary anomalies, potentially leading to the formation of stones (isolated hypercalciuria in five [35,7 %], hyperoxaluria in two and hypocitraturia in one, and hypercalciuria associated with hyperoxaluria in two).

All patients showed normal glomerular function. Some patients presented increased albuminuria and moderate tubular function abnormalities, both of which tended to return to normal. Although studies with greater numbers of patients are needed, we propose that pyelectasis maybe a predictor of risk for lithiasis at later stages of life.