Se presenta el caso de un recién nacido con una endocarditis de la válvula mitral en el contexto de una sepsis de inicio tardío por Staphylococcus aureus, con pielonefritis y meningitis por el mismo patógeno. La confirmación diagnóstica se realizó por ecocardiografia y hemocultivo positivo, y el tratamiento fue médico y quirúrgico.
La presentación clínica de la endocarditis neonatal suele ser muy poco expresiva y los signos y los síntomas suelen ser inespecíficos e indistinguibles de los de una sepsis o una cardiopatía congénita, por lo que hay que tener un índice de sospecha elevado para diagnosticarla precozmente.
Hay que destacar la importancia de la práctica de eco-cardiograma en aquellos recién nacidos que presentan sepsis y soplo cardíaco, e incluso en los casos de sepsis por S. aureus sin soplo asociado. Con esta exploración es posible establecer el diagnóstico precoz de la endocarditis y proceder a un tratamiento adecuado sin esperar a la aparición de una sintomatología que a menudo pasará desapercibida.
We present the case of a newborn with bacterial endocarditis with mitral valve involvement as a complication of late-onset sepsis due to Staphylococcus aureus with associated pyelonephritis and meningitis. The diagnosis was confirmed by echocardiogram and blood culture with growth of S. aureus. Treatment was medical and surgical.
Neonatal bacterial endocarditis is extremely difficult to diagnose. The signs and symptoms are usually nonspecific and cannot be distinguished from those of sepsis or congenital heart disease. Consequently, a high degree of suspicion is needed for the early diagnosis of this condition. Echocardiography should be performed in children who present sepsis and heart murmur and even in those with staphylococcemia (sepsis due to S. aureus) without associated heart murmur. This investigation enables an early diagnosis of endocarditis to be made and appropriate treatment to be given without having to wait for the development of signs and symptoms that frequently go undetected.