Sr. Editor:
Presentamos dos casos de varones de 5 y 6 años de edad que acudieron a la consulta de dermatología a través del servicio de urgencias externas por presentar un cuadro de eritema, descamación y fisurización intensamente pruriginoso en la zona interescapular sobre la que se había realizado un tatuaje de henna negra 15 días antes en un recinto ferial. No habían tenido contacto previo con tintes del pelo ni otros tatuajes. No existía historia personal de vitíligo ni de dermatitis atópica.
En la exploración se observaban sendas placas eritematosas descamativas con fisuras en la zona interescapular (fig. 1) de morfología geográfica y relativamente desdibujadas en relación al diseño original por los tratamientos previos con pomadas antibióticas que los niños habían recibido y que los padres no supieron especificar en la anamnesis. Asimismo y diseminadas por el resto de su tórax, abdomen y miembros superiores e inferiores presentaban pequeñas lesiones numulares de similares características, pero con menor grado de inflamación e impetiginización.
Figura 1. Placas eritematosas y fisuradas en la zona interescapular de ambos pacientes.
Se realizaron pruebas de contacto mediante true test y Chemoteqnique con intensa positividad para parafenilendiamina (PPD) (+ + +) en los 2 casos y negativas para henna a diluciones del 1 y 10 % en agua.
Con diagnóstico de eccema de contacto por PPD contenida en seudotatuajes por henna con reacciones ides a distancia se pautó tratamiento con corticoterapia por vía oral (deflazacort, 30 mg en pauta descendente en 9 días) y tópica (aceponato de metilprednisolona en emulsión, dos aplicaciones diarias) con resolución de la sintomatología inicial y discreta hiperpigmentación residual.
Desde hace relativamente poco tiempo es frecuente ver en los lugares turísticos de nuestro país puestos ambulantes y locales en los que se anuncia la realización de tatuajes1. Los tatuajes temporales o seudotatuajes permanecen en la piel aproximadamente entre 2 y 3 semanas y comúnmente están compuestos por henna. No obstante, en muchas ocasiones se les añaden aditivos como la PPD para mejorar sus características.
La henna es una planta (Lawsonia inermis) de la que se recogen sus hojas, las cuales se secan y se trituran hasta convertirlas en un fino polvo que se utiliza para teñir. Esta planta crece normalmente en países cálidos como India, China, Marruecos y Egipto. Existe un uso muy extendido en estos países para teñir el pelo, las uñas y el resto de la superficie cutánea. Con mucha frecuencia se asocia a otras sustancias, entre las que cabe destacar la PPD, el limón, la cáscara de nuez, el azúcar, los aceites esenciales o los parabenos2.
La henna es un débil sensibilizante y excepcionalmente se han descrito casos de dermatitis de contacto, rinitis, asma bronquial extrínseca, etc. Sin embargo, el poder sensibilizante de la PPD es mucho mayor3. Su asociación con la henna tiene como finalidad acortar el tiempo de penetración e impregnación del tinte y aumentar por lo tanto la intensidad de la coloración. Se utiliza en múltiples productos: colorantes de tintes capilares, gomas, lacas, pieles, tejidos, sombras de ojos, betunes, antioxidantes de plásticos, etc. El índice de positividad a esta sustancia cuando se realizan pruebas epicutáneas para descartar o confirmar una dermatitis alérgica de contacto ronda el 3,2 %, aunque se han llegado a describir porcentajes que rondan el 11,5 %. Con menor frecuencia se han diagnosticado urticarias de contacto, leucoderma de contacto y erupciones liquenoides4,5.
En cuanto al mecanismo de sensibilización, la PPD se comporta como un prohapteno. La oxidación intraepidérmica de la PPD produce benzoquinona, que es la sustancia capaz de producir un ataque nucleofílico. La respuesta inmunológica frente a los alergenos como PPD está favorecida por la vitamina A, debido a la actividad inmunológica de los retinoides. La cantidad recomendada de PPD en tintes del pelo es del 5-7 % y se han descrito casos con una concentración superior al 15 %.
Por lo tanto, y como causas de sensibilización, se deben tener en cuenta dos principalmente6:
1.Sensibilización previa. El contacto previo con tatuajes, colorantes textiles o tintes del pelo suelen ser el motivo desencadenante de un eccema de contacto alérgico y la reacción suele aparecer entre 24 y 48 h después de éste.
2.sensibilización activa. Es una sensibilización que se produce tras el primer contacto con el tatuaje, debido al elevado poder de sensibilización del alergeno. La reacción aparece aquí de forma tardía (10-15 días), como el caso que nos ocupa.
Cuando se produce un eccema de contacto cuyo agente causal es la PPD existe un alto riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria, aunque tampoco son desdeñables los casos descritos de hipopigmentación o incluso vitíligo. Sin embargo, la complicación más grave descrita es el desarrollo de una insuficiencia renal grave debida a glomerulonefritis originada por la absorción percutánea de PPD7.
Mediante la presente carta pretendemos acentuar la importancia de considerar los tatuajes de henna negra como una importante fuente de sensibilización a la PPD, sobre todo en la población infantil, y recordar sus principales efectos secundarios y complicaciones.