Los defectos del pericardio constituyen una entidad poco común en pediatría con curso generalmente benigno. Los pacientes pueden estar asintomáticos, o presenter dolor inespecífico, dolor anginoso, isquemia miocárdica, embolias, arritmias e incluso se han descrito en la literature médica casos de muerte súbita. Se presenta el caso de una niña lactante de 3 meses de edad, a quien, en el curso de un síndrome febril, se le realizó una radiografía de tórax, en la que se observó una alteración en el borde izquierdo de la silueta cardíaca. Dicho hallazgo era muy indicative de un defecto parcial congénito de pericardio que fue confirmado con posteriores exámenes. El interés de nuestro caso radica en la posibilidad de establecer un diagnostic de presunción por parte del pediatra al visualizar la radiografía de tórax.
Se concluye destacando la importancia de tener un alto índice de sospecha de anomalía congénita por el riesgo vital que comportan ciertos defectos parciales de pericardio ante la posibilidad de herniación ventricular.
Pericardial defects are rare in childhood and outcome is usually benign. Patients can be asymptomatic, but they may experience vague chest pain, angina, myocardial ischemia, emboli, and arrhythmia and some cases of sudden death have even been described in the literature. We report the case of a 3-month-old girl who, in the context of an episode of fever, underwent chest X-ray examination, which showed a left heart border anomaly. This finding strongly suggested a congenital partial pericardial defect, which was subsequently confirmed by other techniques. The interest of this case lies in the ability of the pediatrician to establish a presumptive diagnosis by examining the chest X-ray. We conclude by stressing the need for ahigh degree suspicion for congenital heart anomalies because of the life-threatening nature of some partial pericardial defects, which can lead to left-ventricular herniation.