La adolescencia es una etapa evolutiva y de transición cuyos límites de edad son poco precisos, y durante la cual se produce una adquisición progresiva de la madurez, necesaria para la toma de decisiones. El consentimiento sexual forma parte del derecho a la libertad sexual, un derecho fundamental que se debe fomentar y educar desde la infancia. Actualmente existe una gran alarma social motivada por los riesgos asociados al consumo aumentado de pornografía a edades tempranas. La pornografía aporta una imagen distorsionada de la relación sexual en la que no existe la figura del consentimiento y el respeto al otro, siendo habitual imágenes donde se normaliza la violencia, la humillación y la cosificación de la persona. La carencia de una educación afectivo-sexual integral unido a la irrupción de la «nueva pornografía» como escuela de la sexualidad, hace que el/la adolescente pueda aceptar y/o normalizar relaciones sexuales no consentidas y que pueden vulnerar la dignidad de la persona. En el presente estudio se realiza una revisión crítica de la literatura existente, en las principales bases de datos desde el año 2015 hasta la actualidad, con el fin de conocer los datos de consumo y los riesgos asociados al uso de la pornografía en la adolescencia. Por último, se reflexiona sobre los factores individuales y sociales que intervienen en el consentimiento sexual, así como los aspectos relacionados con la autonomía de la persona para poder consentir.
Adolescence is a transitional stage of development, with imprecise age limits, during which the individual progressively develops the maturity required for decision-making. Sexual consent is part of the right to sexual freedom, a fundamental right that must be promoted and taught from childhood. At present, there is considerable social alarm in relation to the risks associated with the increased consumption of pornography from an early age. Pornography provides a distorted image of sexual relations that does not feature the elements of consent or respect to the other, commonly offering visual content that normalizes violence, humiliation and the objectification of human beings. The lack of comprehensive sex education with an affective component, combined with the emergence of “new pornograph” as a school of sexuality, means that adolescents may come to accept and/or normalize nonconsensual sexual relations that can violate the dignity of the individual. The aim of the study was to perform a critical review of the literature available in the main databases published from 2015 to present in order to characterize the consumption of pornography by adolescents and its associated risks. Lastly, it addresses individual and social factors involved in sexual consent, as well as aspects related to the autonomy required for the individual to be able to consent.
La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo humano, marcada por cambios físicos, emocionales y sociales significativos. Este periodo representa un puente entre la infancia y la edad adulta, donde los jóvenes comienzan a explorar su identidad, sus relaciones interpersonales y su sexualidad. Durante estos años, los adolescentes no solo experimentan un crecimiento biológico, sino que también enfrentan desafíos en la formación de su autonomía y en la toma de decisiones que afectarán su bienestar a largo plazo.
El desarrollo de la sexualidad en la adolescencia es un proceso complejo que se ve influenciado por diversos factores, como la educación, la cultura y el entorno familiar y social. Es en esta etapa donde los jóvenes comienzan a establecer sus propias opiniones y actitudes sobre el sexo y las relaciones. Sin embargo, la falta de una educación sexual integral puede llevar a una comprensión errónea de conceptos fundamentales, como el consentimiento. Sin un adecuado marco educativo, muchos adolescentes pueden verse expuestos a representaciones distorsionadas de la sexualidad, como las que a menudo se encuentran en la pornografía, que pueden impactar negativamente en su percepción del consentimiento y de las relaciones saludables.
El consentimiento sexual, un elemento esencial en cualquier relación íntima, implica la capacidad de dar permiso de manera clara, consciente y voluntaria. Es fundamental que los adolescentes aprendan sobre este concepto desde una edad temprana, ya que les permite establecer relaciones respetuosas y equitativas. En un contexto donde la información sobre la sexualidad a menudo es confusa o escasa, es crucial promover un diálogo abierto y educativo que empodere a los jóvenes para que comprendan su derecho a decidir y a establecer límites en sus interacciones sexuales. Este enfoque no solo contribuye a su desarrollo personal, sino que también fomenta una cultura de respeto y responsabilidad en la vida sexual de los adolescentes.
En el momento actual existe un debate en la sociedad centrado en si es adecuado respetar la edad de consentimiento legal, que la Ley 1/2015 fija a los 16 años, o si se deben tolerar relaciones sexuales a una edad más temprana, el art. 183 bis de la citada ley reconoce como excepción aquellos casos en los que existe un equilibrio en edad y grado de madurez entre las personas implicadas1.
Ante esta excepción, reconocida por la ley, cabe preguntar si existe una edad por debajo de la cual no sería válida y si el profesional dispone de recursos para asegurar que existe este equilibrio necesario en términos de capacidad para la toma de decisiones.
Hoy en día, el acceso a la pornografía cumple 3 características que Cooper definió en 1998 como la «triple A»: accesible, asequible y anónima. El/la adolescente consume desde el entorno privado de su habitación, mayoritariamente con su móvil y de forma gratuita y anónima2. Los métodos de control de acceso de menores a estas páginas de Internet son laxos, la mera declaración de ser mayor de edad permite el acceso visualizando contenidos que podrían ser inapropiados a edades tempranas.
En el presente trabajo se realiza una revisión crítica narrativa de la literatura con el objetivo de responder a 3 preguntas:
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¿Qué educación afectivo-sexual reciben nuestros adolescentes?
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¿Cuáles son los patrones de uso y los riesgos asociados al consumo de pornografía a esta edad?
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¿Qué determinantes individuales y sociales están relacionados con el consentimiento sexual en la adolescencia?
Se trata de una revisión de artículos científicos publicados entre los años 2015 y 2023, indexados en las bases de datos: Pubmed, ClinicalKey y Cochrane (fig. 1). Se utilizaron como palabras clave, en español y en inglés: Adolescencia, educación sexual, pornografía, riesgos, violencia sexual y consentimiento sexual.
Fueron incluidos estudios cuyos participantes tenían entre 10 y 17 años, por debajo de los 10 años no se encontraron estudios relacionados con el tema. Se incluyó un estudio sobre conducta sexual problemática en menores de edad y su relación con la exposición a contenido sexual explícito, y un estudio cualitativo realizado en progenitores que habían descubierto la exposición temprana de pornografía de sus hijos/as a una edad inferior a los 10 años.
Se revisaron un total de 28 publicaciones, 7 de ellas relativas a educación y salud sexual, 19 de aspectos relacionados con pornografía, y el resto sobre aspectos relativos al consentimiento y factores implicados (tabla 1).
Artículos seleccionados para la revisión
Autor, año de publicación, país | Objetivo | Tipo de estudio | Población | T. muestral | Resultados |
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Educación afectivo-sexual | |||||
Goldfarb, 2020, EE. UU. | Buscar evidencias de la efectividad de programas escolares de educación sexual integral | Revisión sistemática | 5-15 años | Evidencia sustancial que respalda que la educación sexual debe comenzar en la escuela primaria, debe ser escalonada, de mayor duración e inclusiva | |
Lameiras, 2021, España | Estudio de la eficacia de programas de educación sexual en plataformas escolares, digitales y programas de aprendizaje | Revisión sistemática | 10-19 años | Los programas escolares se centran mayormente en la prevención de conductas de riesgo, obviando temas como el deseo y el placer, en el ámbito escolar se cuestiona la efectividad de los programas de educación sexual. Las plataformas digitales y los blended learning muestran mayor efectividad en la promoción de salud sexual | |
Widman, 2017, EE. UU. | Efecto de comunicación sexual entre padres e hijos/as y prácticas sexuales de riesgo | Revisión sistemática | 10-19 años | La comunicación entre padres e hijos mejora el comportamiento sexual de los adolescentes, principalmente en relación con el uso de preservativos | |
Rudolph, 2022, Australia | Conocer la educación sexual facilitada en el entorno familiar como factor protector frente al abuso sexual infantil | Estudio transversal | Progenitores | 248 | El 44,3% de los progenitores no hablan sobre violencia sexual a sus hijos/as, el 71% consideran que la educación sexual es importante y creen que deberían ser los padres y los educadores quienes tendrían que hacerlo |
Wright, 2022, EE. UU. | Conocimiento paterno del uso de pornografía en sus hijos/as adolescentes | Estudio transversal | Progenitores | 614 | Los varones tienden a informar más de su uso, aun así, existe una infraestimación de la exposición y la socialización de la pornografía de los/as adolescentes por parte de sus progenitores |
Ramirez-Villalobos, 2021, México | Estudiar el efecto en el comportamiento sexual del alumnado de secundaria en relación con la educación afectivo-sexual integral recibida por el docente | Estudio de cohortes | Docentes | 650 | El 83% de los adolescentes, del grupo de docentes a los que se ha impartido un curso de educación, usan anticonceptivos, frente al 58,3% de los adolescentes del grupo de docentes que no recibieron el curso. los estudiantes del segundo grupo tenían 4,7 veces más probabilidad de iniciar la actividad sexual en la misma edad |
Rothman, 2017, EE. UU. | Respuesta de los padres al descubrir la exposición de pornografía de sus hijos/as a edad temprana | Estudio cualitativo | Progenitores | 279 | Se detectan 5 reacciones: 1: Enfado y vergüenza, 2: Tranquilidad y oportunidad, 3: Ignorar lo sucedido, 4: Pánico y miedo y 5: Mentir al menor sobre lo visualizado |
Consumo de pornografía y riesgos derivados | |||||
Roman, 2021, España | Revisión de la literatura existente acerca de los efectos de la «nueva pornografía» y la salud sexual de los adolescentes | Revisión sistemática | 10-19 años | El consumo de pornografía se asocia con creencias más fuertes de que las mujeres son objetos sexuales | |
Hornor, 2020, EE. UU. | Uso de la nueva pornografía, factores de predictores y consecuencias en los adolescentes | Revisión sistemática | 10-19 años | Tasas de exposición del 98% en los adolescentes europeos, factores predictivos de un uso problemático son: sexo masculino, mayor edad, orientaciones homosexuales, familias disfuncionales, adicción a tecnología y el adolescente infractor | |
Valkenburg, 2016, Paises Bajos | Estudio de prevalencia, predictores e implicaciones del uso de la pornografía en los adolescentes | Revisión sistemática | 10-19 años | Se observa mayor consumo en varones, pubertad avanzada y familias disfuncionales. La pornografía se asocia a actitudes mas permisivas y agresión sexual, tanto perpetración como victimización | |
Perazzo, 2020, España | Prevalencia de consumo de pornografía, motivaciones, patrones de uso y visión critica de la misma | Estudio transversal | 13-17 años | 1.753 | El 61,7% habían consumido pornografía, 9 de 10 varones y 4 de 10 mujeres, su edad de inicio son los 11,98 años, un 30% refiere consumir más de lo que debería, el 72,7% considera que el contenido es violento |
Farré, 2020, España | Aspectos relacionados con el mayor uso de la pornografía en los adolescentes | Estudio transversal | 14-18 años | 1.500 | El género masculino, mayor edad, orientación homosexual, abuso de sustancias y presencia de interés sexual se asocian a mayor consumo |
Pirrone, 2022, Países Bajos | Conocer la relación entre el consumo de pornografía y la asociación con tipos de actividad sexual en los adolescentes | Estudio longitudinal | 13-15 años | 668 | El consumo de pornografía está relacionado con el desarrollo acelerado de actividades sexuales en ambos géneros |
Rothman, 2015, EE. UU. | Conocer qué tipo de pornografía consumen, qué impacto tiene en sus relaciones sexuales, y reacción de sus padres si lo descubren | Estudio cualitativo | 16-18 años | 23 | Los participantes informaban de un consumo frecuente, incluso en horario escolar; la excitación sexual, el aprendizaje de prácticas sexuales y el aburrimiento son causas relacionadas con su uso, una mayoría reproducía actos sexuales visualizados. En general los padres no eran conocedores. Un 20% preferían visualizar pornografía con actores de su misma raza |
Livingstone, 2015, Reinio Unido | Riesgos de los usuarios de dispositivos móviles y del consumo de pornografía | Revisión sistemática | 10-19 años | El uso de dispositivos móviles ha aumentado de forma dramática. El uso de pornografía se relaciona con mayor riesgo de sexting, ciberacoso y ciberagresión. La búsqueda de nuevas sensaciones, baja autoestima, problemas de interacción social, falta de apoyo de los padres y adicción a pantallas está más relacionado con riesgos de daño | |
Mori, 2022, Canadá | Relación entre exposición a contenido sexual explícito, violento o no violento, en los niños/as y los adolescentes, y la presencia de conducta sexual problemática | Revisión sistemática | 5-18 años | Asociaciones significativas entre exposición a contenido sexual explícito, sea o no violento, y conducta sexual problemática | |
Van Osten, 2016, Países Bajos | Investigar la influencia de la pornografía en la incertidumbre sexual en el adolescente | Estudio longitudinal | 13-17 años | 1.765 | La exposición a pornografía genera incertidumbre sexual en las adolescentes con orientación hipergénero baja y en aquellas con orientación sexual impersonal alta |
MArtyniuk, 2018, Alemania, Croacia | Evaluar la relación entre el consumo de pornografía en los adolescentes y actitudes sexuales más permisivas | Estudio longitudinal | 15-17 años | 1.125 | Existe una relación significativa entre el uso de pornografía y una mayor permisividad sexual |
Koletic, 2019, Croacia, Reino Unido, Canadá | Evaluar la asociación longitudinal entre frecuencia de uso de pornografía y comportamiento sexual de riesgo en los adolescentes | Estudio longitudinal | 12-17 años | 686 | El consumo de pornografía está relacionado con tener 2 o más parejas sexuales y con la práctica de relaciones sexuales sin protección |
Thulin, 2022, EE. UU. | Estudiar la relación entre la exposición inicial a la pornografía y la práctica de coerción electrónica | Estudio longitudinal | 12-18 años | 1.000 | El riesgo de perpetración de coerción electrónica entre los 13 y 15 años se predijo por una mayor frecuencia de uso |
Wen-Hsu, 2020, Taiwan | Relación entre exposición a pornografía en la adolescencia temprana y conductas sexuales de riesgo en la edad adulta | Estudio longitudinal | 13-19 años | 2.054 | El 50% de los adolescentes habían estado expuestos a pornografía, su mayor exposición se relacionaba con un inicio sexual temprano, relaciones sexuales sin protección y múltiples parejas sexuales. A mayor variedad de exposición a la pornografía mayor relación con las conductas sexuales de riesgo |
Dawson, 2019, Irlanda | Relación entre exposición a pornografía y agresividad sexual en los adolescentes, factores relacionados | Estudio longitudinal | 13-16 años | 594 | No se observa una relación significativa entre el uso de pornografía y el patrón de agresión sexual |
Whitney, 2019, EE. UU. | Asociación entre consumo de pornografía violenta y distintas formas de violencia en el noviazgo | Estudio transversal | 14-18 años | 899 | La exposición a la pornografía se asocia con la violencia en el noviazgo. Los varones tenían entre 2 y 3 veces más riesgo de reportar perpetración y victimización, mientras que las mujeres expuestas tenían 1,5 veces más riesgo que las no consumidoras |
Rodriguez-Castro, 2020, España | Investigar la relación entre el consumo de pornografía y la perpetración de acoso cibernético | Estudio transversal | 13-19 años | 993 | Los varones realizan más sexting, consumen más pornografía y tiene actitudes sexistas más hostiles que las mujeres adolescentes, sin embargo, las mujeres adolescentes perpetran más acoso cibernético a la pareja que los varones |
Andrie, 2021, Suiza | Prevalencia de uso de pornografía y correlatos sociodemográficos y psicopatológicos | Estudio transversal | 14-17 años | 10.930 | Exposición frecuente asociada a trastornos externalizantes, infracción de reglas y agresividad, pero también con cualidades/competencias positivas a nivel social |
Rothman, 2016, EE. UU. | Estudio de relación entre el uso de pornografía y mayor perpetración/victimización de la violencia en pareja | Estudio transversal | 16-17 años | 198 | Al 51% de la muestra su pareja le había pedido ver juntos pornografía, al 44% se le había pedido reproducir un acto visualizado, un 58% confesaban no sentirse feliz con la petición. La victimización se asociaba al consumo frecuente, consumo en compañía de otros, solicitud de reproducción de escenas y consumo de marihuana durante o después de la visualización |
Consentimiento sexual | |||||
Icenogle, 2019, EE. UU. | Estudio de la capacidad cognitiva que sustenta el pensamiento lógico y la madurez psicosocial para la toma de decisiones ante estímulos emocionales, excitantes o que implican riesgos | Estudio transversal | 10-30 años | 5.227 | La capacidad cognitiva se adquiere, de forma general, alrededor de los 16 años, la madurez psicosocial se alcanza por encima de los 18 años. Existe una «brecha de madurez» para determinadas decisiones (cognición fría/cognición caliente) |
Larsson, 2021, EE. UU., Suiza y Nicaragua | Explorar contextos individuales, relacionales y sociales que influyen en la conciencia sexual en los adolescentes de Nicaragua | Estudio cualitativo | 15-19 años | 18 | Existe una preocupación generalizada sobre los temas de sexualidad, se identifica el miedo al embarazo, las ITS y las consecuencias futuras y se identifican como factores protectores la comunicación con los padres y la educación sexual en la escuela |
ITS: infecciones de transmisión sexual.
La mayor parte de los estudios publicados son de corte transversal y longitudinal, recogidos a través de encuestas autoadministradas. En ellos existe un sesgo de autoselección, participan adolescentes con más experiencia sexual, y un sesgo de deserción, por falta de interés o porque sus progenitores no han consentido su participación. Existe además una dificultad ética a la hora de realizar otro tipo de estudios que aporten mayor grado de evidencia, preguntar a menores exactamente qué material han visto sin presentarles ideas de contenido sexual, difícilmente podría ser aprobado por un comité de ética de investigación3. Se incluyeron 3 estudios cualitativos realizados en Boston.
Las tecnologías y las prácticas sociales evolucionan tan rápidamente que la evidencia de los estudios se queda obsoleta antes de su publicación, por dicho motivo se asume que las cifras reales pueden ser mayores que las publicadas3.
Resultados y discusiónPor el formato de la revisión realizada se presentan los resultados y la discusión de forma conjuntaEducación afectivo-sexual y salud sexual en EspañaEl Consejo de Educación e Información sobre Sexualidad de los EE. UU. (SIECUS) define la «educación sexual integral» como aquella centrada en conocimientos, actitudes, valores y comportamientos sexuales en los individuos. En 2020 SIECUS fijó unos estándares nacionales que proporcionaran a los escolares una orientación clara sobre conocimientos básicos y habilidades necesarias (tabla 2)3.
La educación afectivo-sexual debe iniciarse en la escuela primaria, debe ser escalonada e inclusiva4. A pesar de que esta es la línea que seguir, en España la mayoría de los programas educativos utilizan un modelo biologicista, centrado en prevención de conductas de riesgo, quedando ausentes temas como el placer, el deseo y la concepción de la sexualidad como un aspecto intrínseco de la personalidad.
La Ley Orgánica de Educación 3/2020, considera la educación afectivo-sexual como una disciplina transversal en todas las etapas educativas, quedando a la libertad del centro y del docente impartir dicha disciplina. Se puede concluir que las leyes del sistema educativo español permiten, pero no garantizan la educación sexual. Con esta actitud se desoye el mandato de la UNESCO que considera que la educación sexual integral debe ser un proceso continuo y obligatorio y así debe recogerse explícitamente en el temario5.
El informe de la UNESCO sobre la educación sexual en el mundo, realizado en 2022, sitúa a España como uno de los 23 países de los 115 evaluados en los que no se ha implementado de forma sistemática la educación sexual integral5.
Conversaciones sobre sexualidad, con los progenitores y con los profesores, mejoran el comportamiento sexual de los adolescentes, contribuyendo a prácticas más seguras y respetuosas6–9.
En España la edad media de comienzo sexual se sitúa alrededor de los 17 años, entre adolescentes entre 15 y 29 años (INJUVE 2019)10. Estudios anteriores, en adolescentes entre 15 y 18 años, informan de una edad media de la primera relación con penetración a los 15 años11. En la tabla 3 se recogen datos relativos a otro tipo de prácticas sexuales10.
Pérez y Candel informaban, en el año 2015, que una cuarta parte de los adolescentes consideraban que los preservativos intervienen en la satisfacción sexual y que no permitían relaciones sexuales seguras y placenteras12.
La incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS) sigue una tendencia ascendente en prácticamente todos los grupos poblacionales, incluidos los adolescentes. Según el informe del Centro Nacional de Epidemiología, entre 2016 y 2019 la incidencia de gonococo, clamidia y sífilis se ha duplicado en los jóvenes de 15 a 19 años en España13.
Uso de pornografía en la adolescencia y riesgos asociadosEn el año 2020, Hornor describe que, en determinados países europeos como Alemania o Suecia, las tasas de prevalencia de exposición son cercanas al 98%2. En el mismo año, Save the Children realizó una encuesta en la Comunidad de Madrid entre los adolescentes de 13 y 17 años y encontró que. 9 de cada 10 chicos frente a 4 de cada 10 chicas referían haber consumido pornografía. El primer contacto con la pornografía fue a los 11,89 años para chicos y 12,3 para chicas. Un 20,6% accedían más de una vez por semana y, aunque la mayoría creía que su consumo era responsable, un 30% afirmaba que consumía más de lo que desearía14.
En general el consumo de pornografía es infraestimado por parte de los progenitores15. En 2015, Rothman et al. realizaron un estudio cualitativo en el que se mostraban reacciones de los progenitores tras descubrir la exposición de sus hijos a contenido pornográfico a una edad inferior a 12 años. Si bien muchos respondían con calma y veían una oportunidad para hablar sobre el tema, un 4% respondían con violencia, una cantidad similar evitaban el conflicto y engañaban a sus hijos para huir la conversación. Se encontraban 2 posturas opuestas, padres que solicitaban que los pediatras dispusieran de folletos explicativos sobre el tema y padres que entendían que esta conducta era maleficente pues podría «sexualizar» a la infancia16.
Existe un patrón de inicio no intencional, propio de los adolescentes de corta edad, y un patrón avanzado, que busca en la pornografía una vía para satisfacer el placer, bien a través de la autoexploración o de la excitación, típico de los adolescentes más mayores17,18.
Aunque la exposición a pornografía es mayoritaria, en la literatura se describen diferentes factores que pueden predecir un mayor uso, resumidos en la tabla 419.
Factores predictores del mayor consumo de pornografía
Sexo masculino | Los varones acceden con mayor frecuencia y a una edad más temprana viendo páginas más violentas19,30 |
Edad | A mayor edad, más frecuencia y mayor consumo de pornografía violenta19,30 |
Orientación sexual | Las orientaciones homosexuales consumen pornografía con más frecuencia que las heterosexuales19 |
Personalidad | Adolescentes con baja autoestima o pocas habilidades sociales y el adolescente infractor, se correlacionan con un uso más frecuente19 |
Perfil de uso de Internet | Uso adictivo de videojuegos o apuestas se relaciona con un mayor consumo19 |
Funcionamiento familiar | Familias con baja implicación en la crianza de sus hijos/as o patrones de educación coercitivos están relacionados con un mayor uso19 |
Grupo de amigos | El deseo de popularidad entre pares del mismo sexo y del sexo opuesto se relaciona con un uso más frecuente19,24 |
Con relación a los riesgos asociados, en la revisión se encuentran los siguientes:
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Autodesarrollo sexual: El uso de pornografía está relacionado con una mayor preocupación sexual y un fuerte compromiso cognitivo en cuestiones sexuales que, a veces, llega a excluir otros pensamientos19. Se reporta una tendencia a adoptar conductas observadas en guiones pornográficos y un aumento de la probabilidad de cometer agresiones sexuales20.
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Incongruencia sexual: Cuando el adolescente entra en conflicto con la visualización de pornografía y sus creencias sobre sexualidad previas, se da una situación de incongruencia sexual20. Aquellos varones con tendencia a adoptar conductas violentas y ofensivas en sus relaciones, con un comportamiento dominante hacia la pareja (hipermasculinidad) y aquellas mujeres que aceptan la dominación del varón (hiperfeminidad), presentan menos incoherencia y responden menos críticamente al material pornográfico visionado19,21.
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Relaciones sexuales tempranas: Rasmusen y Bierman, en 201822, informaron que los adolescentes que confesaban un uso temprano y regular de pornografía iniciaban antes la actividad sexual y referían haber tenido el doble de parejas en comparación con los que no estaban expuestos a ella23,24. Existe una relación entre la invitación a la pareja del consumo de pornografía y la reproducción de las prácticas sexuales visionadas25,26.
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Conductas sexuales de riesgo: Los estudios publicados muestran datos controvertidos, el estudio PROBIOPS, estudio psicosocial prospectivo realizado en Croacia entre los adolescentes, no encontraba asociaciones significativas; en 2020 un estudio holandés sí encontraba tal asociación en mayores de 18 años; esto podría ser debido a que en la adolescencia temprana la exposición a la pornografía inicia un comienzo sexual temprano y es en la adolescencia tardía donde se da la relación entre pornografía y relaciones sexuales sin protección27,28.
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Conductas sexuales problemáticas: Son aquellas relaciones que implican agresión o coacción, que ocurren entre menores de distintas edades, relaciones no consentidas o aquellas cuya conducta no responde a la intervención de un cuidador28. En un metaanálisis realizado en 2023, se encontró que aquellos menores de edad expuestos a contenido sexual explícito tenían 2 veces y media más probabilidad de presentar una conducta sexual problemática28.
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Permisividad sexual: Se entiende por permisividad sexual relaciones sexuales sin compromiso emocional y con múltiples parejas. El uso de pornografía por parte de los adolescentes se relaciona con actitudes sexuales permisivas más fuertes19,29,30.
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Acoso virtual/sexting: Un estudio realizado en España entre los adolescentes encontró que aquellos que consumen más material pornográfico realizan más conductas de sexting. Cuanto más contenido pornográfico incluyan las imágenes más susceptibles de ser compartidas y de que, en un tiempo posterior, sean usadas como medio de coacción, chantaje y/o vejación en línea, es la llamada «pornografía de la venganza»31.
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Violencia sexual: Esta relación no ha sido claramente establecida cuando se estudian las 2 variables aisladas32, en cambio si se asocian otros factores como la agresividad, la falta de empatía y el comportamiento delictivo, si se encuentran asociaciones significativas entre ambas23,31,32.
La autonomía se define como la capacidad para gobernarnos a nosotros mismos de forma que tomemos decisiones coherentes con nuestra historia de vida. La autonomía no es un concepto estático sino más bien un proceso dinámico, que se adquiere con el desarrollo, se fomenta en entornos cercanos y admite el reconocimiento, de forma gradual y en función de las decisiones a tomar, de la capacidad de decidir.
La edad de consentimiento, lejos de marcar una diferencia entre ser o no maduro para una relación, es un consenso establecido por los legisladores, sin tener en cuenta que diferentes habilidades relacionadas con la toma de decisiones requieren diferentes tiempos, los adolescentes pueden ser calificados de maduros en algunos aspectos y no en otros.
Las habilidades relacionadas con procesos cognitivos con baja implicación emocional y baja presión de tiempo para su reflexión (resolución de problemas de lógica, consentimiento en participación en investigaciones o decisiones médicas), la denominada «cognición fría», se adquieren de forma más temprana que aquellas que implican procesos mentales en situaciones cargadas de afectividad y poco tiempo para la reflexión, es lo que se llama «cognición caliente»33.
Se puede inferir una «brecha de madurez» que lleve a equívoco, es decir, presumir una capacidad en el adolescente por tener habilidades cognitivas lleva a asumir que es adecuado enfrentarse a decisiones con alto componente emocional y/o presión del grupo como son las relaciones sexuales33.
El concepto de autonomía personal, entendido como la capacidad de actuar según las propias convicciones, se construye sobre la premisa de que un sujeto actúa desde el ejercicio de su libertad y sin ningún factor que lo condicione. Las personas estamos integradas en una red de relaciones con otros seres humanos y en un contexto cultural concreto. La autonomía relacional, pone el peso de la decisión en el contexto social, en las relaciones interpersonales y en los aspectos emocionales de quienes deciden34. Los hábitos perceptivos del sujeto se desarrollan en función de su validez en el entorno, factores como los grupos a los que pertenece, las modas, la historia previa, la cultura en la que crece, los estereotipos y el self condicionan las decisiones que toma34,35.
Desde un punto de vista personal, la noción del consentimiento sexual se fundamenta en 2 conceptos, el deseo y la voluntad. La voluntad debe primar sobre el deseo, pero aceptar no siempre implica desear, solo consiente libremente quien desea tal relación, aceptar puede implicar ceder, a presiones del entorno cercano, del grupo de amigos, de las normas o modas de esta sociedad actual o a presiones generadas por la pareja, como el miedo al abandono o la necesidad de afecto y reconocimiento35.
Desde un punto de vista ético, consentir no debería justificar determinadas conductas o legitimar todos los comportamientos, «nadie puede consentir de manera válida ser víctima de ataques contrarios a la dignidad de la persona y, por lo tanto, a renunciar a dicha dignidad»35.
Con nuestros actos comunicativos construimos una realidad, la comunicación abarca, no solo el lenguaje verbal sino todo aquello que lo rodea. Los actos centrados en la intención del hablante, y no en el resultado, implican una ausencia de coacción, una búsqueda de consenso. En la pornografía los actos se centran en el resultado final, no existe apenas comunicación, no existe consenso, solo se busca la acción resultante, aunque sea a través de la violencia35.
ConclusionesEl desarrollo de la sexualidad ocurre de forma paralela al de la personalidad y como tal se debe acompañar y educar desde la infancia. En la actualidad, España permite, pero no garantiza la educación afectivo-sexual.
Educar es dotar a la persona de libertad, de pensamiento crítico, orientado a tomar decisiones basadas en la reflexión y la ponderación de las consecuencias, con el fin de evitar dejarse llevar por las modas y las influencias externas. Debemos entender que el silencio también educa, considerar la sexualidad como un tema tabú deja a la adolescencia expuesta a la pornografía como principal escuela de sexualidad.
Aunque la exposición a la pornografía es mayoritaria en la adolescencia, existen determinados perfiles que aumentan el riesgo de su uso problemático, cabe preguntarse si es la pornografía la única culpable de sus efectos o es el perfil del adolescente el que la convierte en problemática.
El/la adolescente que consume de forma habitual pornografía corre el riesgo de adquirir un guion sexual basado en la desigualdad y el trato vejatorio, de practicar relaciones sexuales sin protección, así como ser víctima de acoso cibernético y violencia sexual.
La alfabetización pornográfica es un marco pedagógico desde el cual los adolescentes cuestionan prácticas sexuales visionadas, fomentando que tengan una visión crítica de la pornografía. Prohibir y no aprovechar su contenido para abrir la comunicación, en la familia y en el aula, implica que se sigan perpetuando los riesgos asociados a su consumo.
A partir de la literatura revisada se ha sintetizado, en formato Decálogo, los principales ítems identificados en el consentimiento sexual (tabla 5), con propuestas prácticas, derivadas de la revisión realizada, que pueden ser aplicadas en la consulta clínica habitual en pediatría.
Decálogo del consentimiento sexual. Propuestas de actuación
1. La libertad sexual es un derecho fundamental que se debe fomentar y educar desde la infancia |
2. La educación afectivo-sexual no debe circunscribirse a conocimientos de biología y enfermedad, se debe ampliar a conocimientos, actitudes, valores y comportamientos sexuales en los individuos |
3. En el periodo de educación obligatoria, la educación afectivo-sexual debe ser un proceso continuo y obligatorio y así debe recogerse explícitamente en el temario |
4. El silencio también educa, la sexualidad no puede ser un tema tabú para la infancia |
5. El pediatra debe aconsejar a los padres hablar de sexualidad con sus hijos/as, utilizando términos correctos y evitando eufemismos que puedan confundir al menor |
6. Existen factores de riesgo en la adolescencia relacionados con el consumo adictivo de la pornografía, en los que el pediatra debe poner el foco para evitar su uso problemático |
7. Los mecanismos de control de acceso a la pornografía deberían ser más restrictivos, la mera declaración de la mayoría de edad no debería ser suficiente condición |
8. La autonomía se fomenta desde la infancia, la participación activa en la toma de decisiones es el camino hacia el menor maduro |
9. Se debe fomentar la alfabetización pornográfica, el visualizado critico en entornos cercanos (familia, aula) de imágenes sexuales explícitas puede contribuir a un mejor conocimiento de los riesgos derivados de ella |
10. Son necesarias medidas que contribuyan a hablar de sexualidad de forma abierta y respetuosa en entornos cercanos de forma que el adolescente acceda a la relación sexual de forma libre y madura, entendiendo que solo consiente aquel que desea |
El trabajo no ha sido financiado por ninguna fuente externa y no ha sido presentado previamente en reuniones, congresos o simposios.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.