Los estudios que evalúan la relación entre la obesidad y el tiempo de pantalla en la infancia y adolescencia son heterogéneos y siguen diferentes criterios para medir la obesidad. Además, existen pocos estudios que incluyan la exposición a los teléfonos inteligentes y las tabletas. Este estudio tiene como objetivo determinar la relación entre el tiempo de pantalla de ocio diario y el exceso de peso (sobrepeso más obesidad) y obesidad, utilizando diferentes criterios en personas de 2 a 14 años residentes en España.
MétodosEstudio transversal con los datos de la Encuesta Nacional de Salud de España de menores del año 2017 (n=4.528). Se determinó el sobrepeso y la obesidad a partir de los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), International Obesity Task Force (IOTF) y Orbegozo 2011. Se categorizó el tiempo diario de pantalla para fines recreativos en minutos como: 0-59, 60-119, 120-179 y ≥180. Calculamos la razón de prevalencias cruda y ajustada (RPa) y los intervalos de confianza al 95% (IC 95%) de exceso de peso y obesidad según el tiempo de pantalla de ocio diario en minutos. Además, calculamos el cambio crudo y ajustado (Δa) y los IC 95% del número esperado de criterios de exceso de peso y obesidad cumplidos según el tiempo de pantalla recreativo en minutos. Ajustamos las asociaciones por las potenciales variables de confusión.
ResultadosUtilizar las pantallas para el ocio al menos 180minutos diarios está asociado con una mayor prevalencia ajustada de tener exceso de peso (p. ej., Orbegozo 2011 RPa≥180: 1,20; IC 95%: 1,02-1,42) y obesidad (i.e. IOTF RPa≥180: 1,41; IC 95%: 1,06-1,86) y un mayor número esperado de criterios de exceso de peso cumplidos (Δa≥180: 1,18; IC 95%: 1,06-1,31).
ConclusionesPeríodos más largos de pantalla están asociados con el exceso de peso y la obesidad en la población de 2 a 14 años. Se deberían confirmar estos resultados en estudios longitudinales ya que podríamos estar frente a un nuevo determinante de la salud infantil.
Studies that assess the association between excess weight and screen time in childhood and adolescence are methodologically heterogeneous, and few studies have analysed the exposure to smartphones and tablets. Our study aimed to assess the association between daily recreational screen time and excess weight (overweight+obesity) and obesity in children aged 2-14 years residing in Spain using different sets of standards.
MethodsWe conducted a cross-sectional study using data from the 2017 Spanish National Health Survey (N=4528). We assessed the prevalence of overweight and obesity applying the criteria of the World Health Organization (WHO), International Obesity Task Force (IOTF), and Orbegozo 2011 study. We categorised daily recreational screen time in minutes as 0–59, 60–119, 120–179, and ≥180. We calculated crude and adjusted prevalence ratios (aPR) of excess weight and obesity based on the daily minutes of recreational screen time with the corresponding 95% confidence intervals (95%CI). Moreover, we calculated crude and adjusted change (aΔ) in the expected number of fulfilled excess weight/obesity criteria based on the minutes of daily recreational screen time with the corresponding 95% CI. We adjusted the association analyses for potential confounders.
ResultsWe found that spending 180min or more a day of recreational screen time was associated with an increase in the adjusted prevalence of excess weight (e.g. Orbegozo 2011 aPR≥180, 1.20; 95% CI, 1.02–1.42) and of obesity (e.g. IOTF aPR≥180, 1.41; 95% CI, 1.06–1.86) as well as an increase in the adjusted number of fulfilled criteria for excess weight (aΔ≥180, 1.18; 95% CI, 1.06–1.31).
ConclusionsLonger periods of recreational screen time were associated with excess weight and obesity in children aged 2–14 years. Cohort studies are required to confirm these findings, as this may be a determinant of health in children.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el exceso de peso como «una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud»1. El exceso de peso infantil, que incluye la obesidad y el sobrepeso, ha alcanzado niveles epidémicos a nivel global2. En 2016, casi 1 de cada 5 de la población pediátrica mundial tenía exceso de peso3. En Europa, en 2016, había alrededor de 41 millones de personas de entre 5 y 19 años con exceso de peso, con los niveles más alarmantes en los países mediterráneos4. En este sentido, en España, entre 2014 y 2015, aproximadamente el 30% de niños y adolescentes de 3 a 18 años tenían exceso de peso5. La infancia y la adolescencia con exceso de peso tienen una probabilidad mayor de sufrir efectos perjudiciales en la infancia y la adolescencia, tales como hipertensión, trastornos metabólicos o baja autoestima, y más adelante, en la edad adulta, un riesgo aumentado de obesidad y enfermedad cardiovascular o peores expectativas laborales4.
El exceso de peso infantil es prevenible. Aunque el exceso de peso en la infancia puede estar asociado a factores genéticos, los factores ambientales (p. ej., el lugar de residencia o el estado de salud familiar), culturales (p. ej., el nivel económico y educativo familiar) y de estilo de vida (p. ej., actividad física, hábitos dietéticos y de sueño o tiempo de pantalla) también juegan un papel fundamental en el exceso de peso2. En este sentido, una revisión sistemática de estudios sobre la relación entre la adiposidad y los estilos de vida mostró que un patrón poco saludable, incluyendo un nivel bajo de actividad física, un uso excesivo de pantallas y una dieta poco sana se asociaban a un riesgo alto de adiposidad6. Otra revisión sistemática reciente de estudios de prevalencia que evaluó la asociación entre el tiempo de pantalla y el sobrepeso/obesidad en menores de 18 años concluyó que el uso excesivo de pantallas podía ser un factor de riesgo para el desarrollo de sobrepeso/obesidad durante la infancia y la adolescencia7. El uso de pantallas se ha convertido en una actividad rutinaria para la infancia y la adolescencia. En consideración a ello, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) de España en 20158, la Academia Americana de Pediatría en 20169, la Sociedad Canadiense de Pediatría en 201710 y la OMS en 201911 han recomendado evitar por completo el uso de pantallas en niños menores de 2 años y limitarlo a 1hora diaria en niños de 2 a 5 años, y únicamente el MSSSI, en 20158, recomendó limitar el uso de pantallas con fines recreativos a 2horas al día en personas de 5 a 17 años. La literatura previa muestra que la amplia mayoría de menores no cumplen con las recomendaciones sobre el tiempo de pantalla12–14. Así, en 2017, el 44,7% de la población española de 1 a 14 años dedicaban al menos 2horas diarias al uso recreativo de pantallas15. Asimismo, una revisión sistemática previa subrayó que estos hallazgos no son aplicables al uso de teléfonos inteligentes o tabletas por la falta de estudios que evaluasen la exposición a estos dispositivos7. Mientras tanto, en 2017 el 69,1% de la población de España de 10 a 15 años tenían un teléfono móvil propio16.
Actualmente, el índice de masa corporal (IMC) para la edad es el parámetro empleado más comúnmente en estudios epidemiológicos para evaluar el exceso de peso en la infancia y la adolescencia, por ser una medida práctica, de aplicación universal, barata y no invasiva. El IMC se obtiene dividiendo el peso corporal en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros17. Los criterios de IMC para la edad empleados más ampliamente a nivel global y en poblaciones europeas son los estándares de crecimiento de la OMS y los valores de referencia de la International Obesity Task Force (IOTF)18,19. En 2017, la OMS estableció percentiles en base a datos recogidos en su estudio multicéntrico sobre el patrón de crecimiento18. A ello se suma el desarrollo por parte de la OMS de instrumentos para calcular puntuaciones z del IMC para la edad, valores estandarizados basados en datos de la población de referencia, mediante el método lambda-mu-sigma (LMS)20. Por otro lado, en el año 2000, la IOTF definió puntos de corte del IMC internacionales para definir el sobrepeso y la obesidad según el sexo de los 2 a los 18 años según datos de IMC internacionales agrupados y ligados a los puntos de corte aplicados ampliamente en adultos de 25kg/m2 y 30kg/m2 para el sobrepeso y la obesidad, respectivamente19. En España, el criterio más empleado en la práctica clínica es el de la Fundación Orbegozo. Dicha fundación estableció percentiles de IMC para la edad basados en datos de estudios longitudinales y transversales en una muestra de la población pediátrica de Bilbao (España), cuya más reciente actualización se llevó a cabo en 201121. En relación con esto, dos estudios realizados en Italia22 y España23, que tenían por objeto comparar tres criterios diferentes para evaluar el estado ponderal en menores, encontraron diferencias en la prevalencia del exceso de peso según el criterio utilizado. Así, debido a la diversidad de los criterios disponibles para evaluar el exceso de peso en población pediátrica, los estudios que analizan la asociación entre el tiempo de pantalla y la obesidad/sobrepeso son estadísticamente heterogéneos7.
Dada la falta de estudios que incluyesen el uso de teléfonos inteligentes o tabletas en el tiempo de pantalla, y la heterogeneidad metodológica de los trabajos publicados debido a la variedad de criterios empleados para definir el sobrepeso y la obesidad, el objetivo del estudio fue evaluar la asociación entre el tiempo diario de uso de pantallas con fines recreativos y el exceso de peso y la obesidad definidos mediante tres criterios diferentes en en personas de 2 a 14 años residentes en España.
MétodosEstudio transversal sobre datos recogidos en la Encuesta Nacional de Salud de España 2017 (ENSE 2017), la fuente principal de información sobre la salud percibida por la población residente en España. Se puede encontrar información más detallada sobre la metodología de la ENSE 2017 en una publicación previa24. Para los fines del presente estudio, solo se tuvieron en cuenta los datos sobre las características sociodemográficas, ambientales, culturales y de estilo de vida de los participantes menores de 15 años (n=6.106). Los datos fueron reportados por los padres, tutoría legal u otros familiares (p. ej., abuelos o hermanos), en caso de no estar disponibles los padres o tutoría legal24. Los criterios de exclusión del estudio fueron (1) edad menor de 2 años, dado que el criterio IOTF no se puede aplicar en este grupo de edad (n=625), (2) presencia de algún tipo de limitación en el último medio año que impidiese la realización de alguna actividad normalmente frecuente en la edad pediátrica por razones de salud (n=320) y (3) falta de datos sobre el IMC o el tiempo de pantalla (n=633). La muestra final incluyó 4.528 personas de 2 a 14 años residentes en España.
Consideraciones éticasLa investigación se ajustó a las directrices de la Declaración de Helsinki de 2013. Se emplearon datos secundarios accesibles al público en el siguiente repositorio: https://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/encuesta2017.htm. La obtención de consentimiento informado no fue necesaria debido al uso de datos anónimos, y tampoco se requirió aprobación por un comité de ética. No obstante, este manuscrito es fruto de una tesis doctoral que fue aprobada por el Comité de Ética de la Universitat Internacional de Catalunya bajo el código CBAS-2020-06.
Sobrepeso y obesidadEl IMC se calculó en base al peso en kilogramos y la talla en metros reportada por el individuo que completó el cuestionario, dividiendo el peso por el cuadrado de la talla17. Se utilizaron tres criterios diferentes para evaluar el sobrepeso y la obesidad basados en el IMC para la edad: (1) OMS18, (2) IOTF19 y (3) Orbegozo 201121 (Tabla S1 [anexo]). Para el criterio de la OMS, se calcularon las puntuaciones z del IMC para la edad en base a valores de referencia publicados por la OMS y obtenidos por el método LMS20. Los valores de talla para la edad, peso para la edad e IMC para la edad considerados biológicamente inverosímiles se trataron como datos ausentes25–27. También se calculó el número esperado de criterios de exceso de peso/obesidad cumplidos por los niños incluidos en la muestra. En el caso del exceso de peso, el rango posible era de 0 a 6, sumándose un punto por cada criterio de sobrepeso y cada criterio de obesidad cumplido (p. ej., puntuación de 0 para personas que no tenían ni sobrepeso ni obesidad y una puntuación de 6 para personas que tenían obesidad según los tres criterios). El número esperado de criterios de obesidad cumplidos se calculó sumando un punto por cada criterio de obesidad cumplido. El rango posible de criterios cumplidos de obesidad iba de 0 a 3, puntuando 0 aquellas personas que no se consideraban con obesidad según ninguno de los criterios y 3 las que se consideraban con obesidad según los tres criterios.
Tiempo diario de uso recreativo de pantallasEl tiempo diario de pantalla se obtuvo mediante la pregunta «Aproximadamente ¿cuánto tiempo suele pasar (nombre del menor), durante su tiempo libre […] frente a una pantalla, incluyendo el ordenador, la tablet, la televisión, los vídeos, los videojuegos o la pantalla del teléfono móvil?». Había 3 posibles respuestas (nada o casi nada, menos de una hora y una hora o más). Los participantes que contestaron 1hora o más también reportaron el número de horas diarias de uso en un rango de 1 a 12horas. Los participantes contestaron la misma pregunta en referencia a los días laborables (lunes-viernes) y el fin de semana (sábado-domingo). Se calculó el número medio de horas diarias de uso recreativo de pantallas mediante una media ponderada. Se imputaron valores de 0 y de 30 minutos a los niños para los que se contestó nada o casi nada y menos de 1hora, respectivamente, para el cálculo de la media ponderada en la muestra total. A continuación, se categorizó el tiempo diario de uso recreativo de pantallas en intervalos de 0-59, 60-119, 120-179 y ≥180 minutos.
Posibles variables de confusión y covariablesSeleccionamos posibles variables de confusión y covariables en base a la literatura existente2,6: (i) sexo (varón y mujer) y (ii) edad en años del niño; (iii) nivel educativo de los padres (bajo: sin educación, educación primaria completada o sin completar y educación especial; mediano: educación secundaria y formación profesional; alto: educación universitaria); (iv) la relación entre la persona que completó el cuestionario y el niño (padres u otros); (v) estructura familiar del hogar (nuclear con pareja, nuclear monoparental, pareja o padre/madre soltero/a con otros familiares convivientes, otro tipo); (vi) duración del sueño (duración suficiente: ni∋tlde;os que dormían como mínimo las horas recomendadas para su edad por la National Sleep Foundation28,29; duración insuficiente: niños que no dormían las horas recomendadas); (vii) actividad física en tiempo de ocio (ninguna; ejercicio o deporte ocasional [p. ej., caminar, montar en bici, ejercicio de bajo impacto]; actividad física varias veces al mes [p. ej., gimnasia, jogging, natación o deportes de equipo]; deporte o entrenamiento físico varias veces por semana), (ix) cuestionario de adherencia a la dieta mediterránea adaptado (ADMa) con 6 ítems (frutas y zumos naturales; verduras; carnes y embutidos; pescado; legumbres; patatas, arroz, pasta, pan y cereales). Para cada ítem, los participantes recibieron 0, 1 o 2 puntos según estuvieran bajo el primer tercil, entre el primer y segundo tercil o por encima del segundo tercil en el consumo diario de ese grupo de alimentos en su grupo de edad, salvo para la carne y embutidos, para los que se asignó 2, 1 y 0 puntos a esos intervalos. La posible puntuación del ADMa es de 0 a 12 puntos, con una puntuación de 0 representando una falta total de adherencia a la dieta mediterránea y una puntuación de 12 una adherencia perfecta. Por último, (x) el consumo diario de comida basura, incluyendo dulces, comida rápida, refrescos y snacks.
Análisis estadísticoLas características de la muestra se describieron mediante frecuencias absolutas y porcentajes para las variables categóricas y la mediana y el rango intercuartílico (RIC) para las cuantitativas. Se calcularon las frecuencias absolutas y relativas de exceso de peso y obesidad según los criterios de la OMS, IOTF y Orbegozo 2011 para cada categoría de tiempo de pantalla recreativo. También se calcularon las razones de prevalencia cruda (RP) y ajustada (RPa) del exceso de peso y la obesidad según los criterios de la OMS, IOTF y Orbegozo 2011, con los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) correspondientes, para cada categoría de tiempo de pantalla. Por último, se calculó el cambio crudo (Δ) y ajustado (Δa) en el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad para cada categoría de tiempo de pantalla con sus IC 95%. A continuación, se estimó la asociación entre el tiempo de uso recreativo de pantallas diario y el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso/obesidad estratificando por nivel educativo de los padres, estructura familiar y su interacción. Se calcularon RP, RPa e IC 95% mediante modelos lineales generalizados asumiendo una distribución de Poisson y varianza robusta30, y Δ y Δa con IC 95% en el número esperado de criterios cumplidos mediante regresión de Poisson cero inflado31. Se realizaron ajustes para las posibles variables de confusión. El análisis estadístico se realizó con el software R.3.5.2.
ResultadosEl estudio incluyó a 4.528 niños. El 19,0%, el 17,6% y el 17,0% tenían sobrepeso según los criterios de la OMS, IOTF y Orbegozo 2011, respectivamente. Además, el 12,2%, el 10,1% y el 7,5% eran obesos según los criterios de la OMS, IOTF y Orbegozo 2011, respectivamente. En lo concerniente al uso recreativo de pantallas, el 21,8% las usaba de 0 a 59minutos, el 30,7% de 60 a 119minutos, el 30,6% de 120 a 179minutos y el 16,9% un mínimo de 180minutos al día (tabla 1).
Características de la muestra
Muestra total | 4.528 (100) |
Criterio OMS | |
Ni obesidad ni sobrepeso ni VBI | 2.962 (65,4) |
Sobrepeso | 860 (19,0) |
Obesidad | 551 (12,2) |
VBI | 155 (3,4) |
Criterio IOTF | |
Ni obesidad ni sobrepeso | 3.276 (72,3) |
Sobrepeso | 795 (17,6) |
Obesidad | 457 (10,1) |
Criterio Orbegozo 2011 | |
Ni obesidad ni sobrepeso | 3.420 (75,5) |
Sobrepeso | 767 (17,0) |
Obesidad | 341 (7,5) |
Uso recreativo de pantallas diario | |
0-59 min | 986 (21,8) |
60-119 min | 1.391 (30,7) |
120-179 min | 1.384 (30,6) |
≥ 180 min | 767 (16,9) |
Sexo del niño | |
Varón | 2.346 (51,8) |
Mujer | 2.182 (48,2) |
Edad del niño (años)* | 9 (5,12) |
Nivel educativo de los padres | |
Alto | 1.515 (34,5) |
Mediano | 2.529 (57,7) |
Bajo | 344 (7,8) |
Relación de la persona que cumplimentó el cuestionario y el niño | |
Padre/madre | 4.316 (95,3) |
Otro | 212 (4,7) |
Estructura familiar | |
Nuclear con pareja | 3.554 (78,5) |
Nuclear monoparental | 515 (11,4) |
Núcleo de pareja o monoparental y otros familiares convivientes | 337 (7,4) |
Otro | 122 (2,7) |
Duración del sueño | |
Duración suficiente | 3.487 (77) |
Duración insuficiente | 1.041 (23) |
Actividad física | |
Ninguna | 782 (17,3) |
Ejercicio ocasional | 1.121 (24,8) |
Ejercicio varias veces al mes | 1.259 (27,8) |
Ejercicio varias veces por semana | 1.360 (30,1) |
Cuestionario de adherencia a la dieta mediterránea adaptado* | 8 (6,9) |
Consumo diario de comida basura* | 1,1 (0,7-1,5) |
IOTF: International Obesity Task Force; min; minutos; OMS: Organización Mundial de la Salud; RIC: rango intercuartílico; VBI: valor biológicamente inverosímil.
Los datos se expresan en n (%), excepto *mediana (RIC).
Como se ve en la tabla 2, la prevalencia de exceso de peso y de obesidad era mayor en los niños que utilizaban pantallas entre 120 y 179minutos o 180 o más minutos en comparación con los que las utilizaban un máximo de 59minutos al día. Se encontraron diferencias significativas en la prevalencia ajustada de exceso de peso según el criterio de Orbegozo 2011 (RPa: 1,20; IC 95%: 1,02-1,42) y de obesidad según el criterio de la OMS (RPa: 1,36; IC 95%: 1,05-1,77) y el de la IOTF (RPa: 1,41; IC 95%: 1,06-1,86) entre los niños con tiempos de pantalla de al menos 180minutos y aquellos con tiempos de pantalla menores de 1hora (tabla 2).
Frecuencias absolutas y relativas de exceso de peso (sobrepeso y obesidad) y de obesidad según el tiempo diario de uso recreativo de pantallas. Razones de prevalencia crudas y ajustadas del exceso de peso y la obesidad según el tiempo diario de uso recreativo de pantallas
Exceso de peso (sobrepeso + obesidad) | Obesidad | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Criterio | Tiempo recreativo de pantalla diario | n (%) | RP (IC 95%) | RPa (IC 95%) | n (%) | RP (IC 95%) | RPa (IC 95%) |
OMS(n=4.373) | 0-59min | 278 (29,6) | 1,00 | 1,00 | 109 (11,6) | 1,00 | 1,00 |
Referencia | Referencia | Referencia | Referencia | ||||
60-119min | 428 (31,7) | 1,07 (0,94-1,21) | 1,05 (0,92-1,20) | 163 (12,1) | 1,04 (0,83-1,30) | 1,10 (0,87-1,39) | |
120-179min | 444 (33,1) | 1,12 (0,98-1,26) | 1,05 (0,92-1,20) | 168 (12,5) | 1,08 (0,86-1,35) | 1,15 (0,91-1,46) | |
≥180min | 261 (35,1) | 1,18 (1,03-1,36) | 1,08 (0,93-1,25) | 111 (14,9) | 1,28 (1,00-1,64) | 1,36 (1,05-1,77) | |
IOTF(n=4.528) | 0-59min | 272 (27,6) | 1,00 | 1,00 | 111 (11,3) | 1,00 | 1,00 |
Referencia | Referencia | Referencia | Referencia | ||||
60-119min | 371 (26,7) | 0,97 (0,85-1,10) | 1,00 (0,87-1,15) | 129 (9,3) | 0,82 (0,65-1,05) | 0,98 (0,77-1,25) | |
120-179min | 380 (27,5) | 1,00 (0,87-1,14) | 1,04 (0,91-1,20) | 135 (9,8) | 0,87 (0,68-1,10) | 1,19 (0,94-1,52) | |
≥180min | 229 (29,9) | 1,08 (0,93-1,26) | 1,17 (1,00-1,37) | 82 (10,7) | 0,95 (0,73-1,24) | 1,41 (1,06-1,86) | |
Orbegozo 2011(n=4.528) | 0-59min | 241 (24,4) | 1,00 | 1,00 | 88 (8,9) | 1,00 | 1,00 |
Referencia | Referencia | Referencia | Referencia | ||||
60-119min | 327 (23,5) | 0,96 (0,83-1,11) | 1,00 (0,87-1,16) | 96 (6,9) | 0,77 (0,59-1,02) | 0,93 (0,71-1,23) | |
120-179min | 335 (24,2) | 0,99 (0,86-1,14) | 1,05 (0,90-1,21) | 96 (6,9) | 0,78 (0,59-1,03) | 1,14 (0,86-1,52) | |
≥180min | 205 (26,8) | 1,09 (0,93-1,28) | 1,20 (1,02-1,42) | 61 (8,0) | 0,89 (0,65-1,22) | 1,37 (0,99-1,90) |
h; horas; IC: intervalo de confianza; IOTF: International Obesity Task Force; min: minutos; RP: razón de prevalencia; RPa: razón de prevalencia ajustada.
Los valores en negrita indican que existen diferencias estadísticamente significativas para un nivel de significación igual a 0,05.
El número de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad era mayor en los menores que usaban pantallas un mínimo de 180minutos al día durante su tiempo de ocio que en los que las usaban entre 0 y 59minutos (tabla 3).
Cambio crudo y ajustado en el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad según el tiempo diario de uso recreativo de pantallas
Exceso de peso(de 0 a 6) | Obesidad(de 0 a 3) | |||
---|---|---|---|---|
Uso recreativo de pantallas diario | Δ número esperado de criterios cumplidos (IC 95%) | Δa número esperado de criterios cumplidos (IC 95%) | Δ número esperado de criterios cumplidos (IC 95%) | Δa número esperado de criterios cumplidos (IC 95%) |
0-59min | 1,00 Referencia | 1,00 Referencia | 1,00 Referencia | 1,00 Referencia |
60-119min | 1,02 (0,93-1,11) | 1,07 (0,97-1,17) | 0,94 (0,77-1,14) | 1,05 (0,85-1,28) |
120-179min | 1,04 (0,95-1,13) | 1,11 (1,01-1,21) | 0,95 (0,78-1,15) | 1,12 (0,92-1,38) |
≥180min | 1,08 (0,98-1,19) | 1,18 (1,06-1,31 | 0,99 (0,80-1,23) | 1,25 (1,00-1,58) |
h: horas; IC: intervalo de confianza; min: minutos; Δ: cambio; Δa: cambio ajustado.
Los valores en negrita indican que existen diferencias estadísticamente significativas para un nivel de significación igual a 0,05.
El material adicional muestra las asociaciones crudas y ajustadas entre el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad y el tiempo recreativo de pantalla según el nivel educativo de los padres (Tabla S2 [anexo]), la estructura familiar (Tabla S3 [anexo]) y ambas variables (Tabla S4 [anexo]). La Tabla S2 (anexo) muestra que la prevalencia ajustada era mayor en menores que usaban pantallas con fines recreativos al menos 180minutos diarios en comparación con los que las usaban un máximo de 59minutos tras estratificar la asociación del tiempo de pantalla y el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso/obesidad por nivel educativo de los padres (Tabla S2 [anexo]). Además, como muestra la Tabla S3 (anexo), el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad fue mayor en el grupo de menores que pasaban al menos 3horas diarias de ocio usando dispositivos de pantallas en comparación con el grupo con un tiempo de pantalla de 59minutos como máximo, y en el análisis ajustado la asociación solo fue estadísticamente significativa en niños de familias nucleares encabezadas por una pareja. El análisis ajustado también mostró una asociación inversa entre el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad en menores que convivían con otros familiares en el hogar y de hogares con otras estructuras familiares, aunque estas diferencias no fueron estadísticamente significativas (Tabla S3 [anexo]). También, como muestra la Tabla S4 (anexo), encontramos que el número esperado ajustado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad era mayor en menores que vivían con una pareja y que usaban pantallas con fines recreativos un mínimo de 3horas diarias en comparación con niños que pasaban un máximo de 59minutos, independientemente del nivel educativo de los padres. Esta asociación se mantuvo en el análisis ajustado en niños de hogares de núcleo monoparental con padres con nivel educativo medio-bajo (Tabla S4 [anexo]).
DiscusiónEn la población española de 2 a 14 años, el uso de pantallas para el ocio al menos 180minutos diarios está asociado con una mayor prevalencia ajustada de exceso de peso y obesidad y un mayor número esperado de criterios de exceso de peso cumplidos en comparación con menores que usaron pantallas con fines recreativos un máximo de 59minutos.
Nuestros resultados son consistentes con los hallazgos de un estudio publicado en 2019 que utilizó datos de la cuarta ronda (2015/2017) de la Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil (COSI) de la OMS, que incluyó a niños de 6 a 9 años de 35 países europeos32. Su objetivo era estudiar la agrupación de conductas relacionadas con el balance energético (actividad física, tiempo de pantalla, consumo de frutas y verduras y consumo de refrescos) y si las agrupaciones identificadas se asociaban al estado ponderal. Los autores concluyeron que los niños que residían en países mediterráneos, incluyendo España, con estilos de vida sedentarios, inactividad física y tiempos de pantalla mayores tenían una probabilidad mayor de tener sobrepeso/obesidad según los criterios de la OMS y la IOTF en comparación con otras agrupaciones32. Tras revisar la evidencia concerniente a la población pediátrica española, encontramos que nuestros resultados fueron consistentes con los de un estudio realizado en 2017 en una muestra de personas de 13-18 años de Barcelona (España) en 2011-2012 para analizar, entre otros objetivos, la posible asociación entre múltiples conductas de riesgo, incluyendo el uso excesivo de pantallas, y el exceso de peso evaluado mediante los criterios de la OMS33. En cambio, nuestros hallazgos difieren de los de otro estudio publicado en 2016 cuyo objetivo era identificar la prevalencia de estados ponderales evaluados mediante los criterios de la OMS y sus determinantes, incluyendo el uso de pantallas, en escolares (8-9 años) de Barcelona en 2011, ya que el estudio no encontró una asociación entre el sobrepeso y la obesidad y el uso de pantallas durante 2 o más horas al día34. Esta discrepancia podría deberse a que nuestro estudio se realizó en un rango más amplio de edades y que los datos del otro estudio se recogieron en 2011, por lo que no incluirían el uso de teléfonos inteligentes o tabletas.
Por añadidura, se encontró que el uso recreativo de pantallas durante al menos 180minutos al día se asociaba a un mayor número esperado de criterios de exceso de peso cumplidos. Cabe suponer que la certeza de la presencia de exceso de peso aumenta cuando hay consenso entre los distintos criterios. En este sentido, aunque no fue el objetivo principal del estudio, se observó que el criterio cumplido con mayor frecuencia fue el de la OMS, con porcentajes de exceso de peso y obesidad del 31,2% y 12,2%, respectivamente. Por el contrario, el que se cumplió con menor frecuencia fue el de Orbegozo 2011, con porcentajes de exceso de peso y obesidad del 24,5% y 7,5%, respectivamente. Las prevalencias del cumplimiento de los criterios de exceso de peso y de obesidad de la IOTF fue ligeramente superior a la obtenida con los criterios de Orbegozo 2011 (27,7% y 10,1%, respectivamente). Estos resultados son consistentes con la literatura previa23,35. En este sentido, el criterio de la OMS es el que se cumple con más facilidad. En estudios futuros, cabría validar estos criterios con medidas objetivas para poder identificar el criterio más apropiado.
También encontramos que la asociación entre el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad y el tiempo de ocio dedicado al uso de pantallas se mantuvo, con independencia del nivel educativo de los padres. Así, el número esperado de criterios cumplidos de exceso de peso y obesidad fue mayor en niños que usaban pantallas con fines recreativos al menos 3horas al día en comparación con niños con padres con el mismo nivel educativo que usaban dispositivos de pantalla 59minutos como máximo. No se encontró un patrón claro en la asociación entre el número esperado de criterios de exceso de peso y obesidad cumplidos y el tiempo de pantalla estratificado por tipo de estructura familiar, ya que al contrario que los niños de hogares nucleares con una pareja o monoparentales, en los que se encontró una asociación entre la duración del uso de pantallas con fines recreativos y el número esperado de criterios de exceso de peso/obesidad cumplidos, se observó una asociación inversa entre el número esperado de criterios cumplidos y el tiempo de pantalla en niños que vivían con una pareja o monoparental y otros familiares o en otro tipo de hogar. No obstante, en hogares constituidos por una pareja o un padre/madre soltero/a y otros familiares u otras estructuras familiares era menos frecuente que los padres tuvieran un alto nivel educativo (nuclear con pareja, 38%; nuclear monoparental, 25%; nuclear con pareja o monoparental y otros familiares y otros tipos de hogar, 16%) y que los menores hicieran ejercicio varias veces por semana (nuclear con pareja: 31%, nuclear monoparental, 32%; nuclear con pareja o monoparental y otros familiares y otros tipos de hogar, 25%). Por lo tanto, en estudios futuros convendría realizar un análisis más riguroso de la asociación entre el tiempo de pantalla y el exceso de peso y la obesidad infantiles en grupos de hogares menos representados.
Fortalezas y limitacionesA nuestro conocer, este es el primer estudio que analiza la relación entre el tiempo de pantalla diario, incluyendo el uso de teléfonos inteligentes y tabletas, y el estado ponderal según diferentes criterios en la población pediátrica española. No obstante, este estudio también tiene limitaciones a tener en cuenta. En primer lugar, el peso y la talla fueron autorreportados en lugar de medidos objetivamente. Con respecto a esto, se compararon las prevalencias de exceso de peso y obesidad encontradas en el presente estudio con las obtenidas en el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) 2014-2015, en el que se emplearon medidas objetivas de peso y talla5, resultando ser menores las obtenidas en nuestro estudio que las del estudio ENPE 2014-20155. En cualquier caso, esta limitación no debería de afectar la asociación abordada en el presente estudio. Otra limitación es que el tiempo de pantalla se recogió en su conjunto y de manera imprecisa (p. ej., sin distinguir a los niños que no emplearon pantallas o cuantificar el tiempo de pantalla en menores que reportaron un uso diario inferior a 1hora), y todos los datos se recogieron por medio de un cuestionario, lo que podría dar lugar a sesgos. Además, debido al diseño transversal del estudio, no se pudo inferir causalidad ni descartar causalidad inversa.
Implicaciones en salud públicaLas metas globales 2025 de la OMS incluyen parar el aumento del exceso de peso infantil36. La obesidad infantil se ha multiplicado por 10, aproximadamente, en los últimos 40 años4. Por lo tanto, es importante conocer los determinantes del exceso de peso en la población infantil. En este sentido, nuestros resultados contribuyen a la evidencia de los posibles efectos adversos del uso de pantallas en la salud infantil. En todo caso, estos resultados han de confirmarse mediante estudios longitudinales.
ConclusionesTiempos más prolongados de pantalla se asociaron al exceso de peso y la obesidad en personas de 2 a 14 años. Se deberán confirmar estos resultados mediante estudios longitudinales, ya que podríamos estar frente a un nuevo determinante de la salud infantil.
Tiempos de pantalla mayores se asocian a prevalencias mayores de exceso de peso y obesidad en población pediátrica. Sin embargo, hay una carencia de estudios que incluyan el tiempo de pantalla con fines recreativos asociado al uso de teléfonos inteligentes y tabletas. Además, debido a la diversidad de criterios empleados para evaluar la obesidad infantil, los estudios existentes son de metodología heterogénea.
¿Qué es nuevo?El uso de pantallas para el ocio de al menos 180minutos al día está asociado a una prevalencia mayor de exceso de peso y de obesidad según los tres criterios aplicados. Además, el número esperado de criterios de exceso de peso cumplidos fue mayor en niños con un tiempo de pantalla diario de 180 minutos o superior.
El estudio no recibió fondos específicos de agencias financiadoras públicas, privadas o sin ánimo de lucro. El trabajo de ÀCH, CLM, JCMS, AGM, HPM y JMMS está financiado por el Departament d’Universitats i Recerca de la Generalitat de Catalunya (2017SGR608).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.