Las alteraciones nutricionales en la niñez pueden producir un deterioro en las capacidades físicas y una mayor morbimortalidad en la vida adulta.
ObjetivoEvaluar la asociación entre el estado nutricional y las capacidades físicas
Materiales y métodosEstudio transversal que incluyó 12.872 niños, con edades entre 6 y 18años, a quienes se les realizó una evaluación clínica y diferentes pruebas físicas.
ResultadosEntre los niños incluidos, el 66% tenían un estadio de maduración Tanner1 y 2, el 6% presentó desnutrición y 12,2% estaban en riesgo de sobrepeso y obesidad. Los niños con obesidad presentaron una disminución en la potencia aeróbica (en 2,72mlO2 kg–1·min–1; IC95%: 1,89-3,56; p<0,001), velocidad (0,14m·s; IC95%: 0,06-0,22; p<0,001), fuerza explosiva (0,10m; IC95%: 0,06-0,13; p<0,001), agilidad, resistencia a la fuerza y equilibrio. Los niños con desnutrición presentaron disminución en la velocidad (0,13m·s; IC95%: 0,06-0,20; p<0,001), fuerza explosiva (0,04m; IC95%: 0,01-0,07; p<0,004) y resistencia a la fuerza.
ConclusionesSe observó una asociación entre el estado nutricional y las capacidades físicas. Los niños con obesidad presentaron los peores resultados en las pruebas físicas, mientras que aquellos con desnutrición tuvieron una disminución en la velocidad, en la fuerza explosiva y en la resistencia a la fuerza.
Nutritional disorders in childhood may cause a decline in motor abilities and increased morbidity and mortality in adulthood.
ObjectiveTo assess the association between nutritional status and motor abilities.
Materials and methodsA cross-sectional study was performed that included 12,872 children aged between 6 and 18years who underwent a clinical evaluation and various physical tests.
ResultsAmong the children, 66% had a Tanner maturation stage1 and 2, 6% were under-nourished, and 12.2% were at risk of overweight and obesity. The obese children had a decrease in aerobic power (in 2.72mL O2 kg–1·min–1; 95%CI: 1.89 to 3.56; P<.001), speed (0.14m·sec; 95%CI: 0.06 to 0.22; P<.001), explosive strength (0.10m; 95%CI: 0.06 to 0.13; P<.001), agility, strength endurance and balance. Under-nourished children showed a decrease in speed (0.13m·sec; 95%CI: 0.06 to 0.20; P<.001), explosive strength (0.04m; 95%CI: 0.01 to 0 07; P<.004), and strength endurance.
ConclusionsThere was an association between nutritional status and motor abilities in the children included in this study. Obese children showed the worst results in physical tests, and the under-nourished ones showed a decrease in speed, explosive strength and strength endurance.
En los países en vía de desarrollo son comunes tanto las deficiencias nutricionales1 como la incorporación del estilo de vida moderno que marca la tendencia al sobrepeso y los factores de riesgo cardiovascular, con sus inevitables consecuencias en la morbimortalidad2.
La malnutrición es un fenómeno frecuente, y es la base fundamental de la desnutrición y la obesidad3. En el mundo hay 182,7 millones de niños que presentan un retraso en el crecimiento secundario a un déficit nutricional severo4,5; dicha condición se relaciona con una mayor mortalidad1. La Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN) 2010 reportó una cifra del 10% en niños y adolescentes entre 5 y 17años6.
Aunque la desnutrición continúa siendo un problema de salud pública en los países en vía de desarrollo5, se ha presentado un incremento en la proporción de niños con sobrepeso y obesidad en Latinoamérica, debido al fenómeno de la transición nutricional y del estilo de vida7. La obesidad en la niñez es un factor de riesgo para diabetes mellitus tipo2 y diferentes enfermedades crónicas de la vida adulta, como enfermedad cardiovascular, cáncer y osteoartrosis2,8.
Algunos estudios han reportado una disminución en la capacidad física y en el acondicionamiento físico en niños con sobrepeso y obesidad relacionados con la salud9. En los individuos obesos se ha observado una disminución en el consumo máximo de oxígeno (VO2 máximo), el cual se relaciona con un deterioro en la capacidad funcional y una mayor morbimortalidad por causas cardiovasculares10. Sin embargo, mantener el acondicionamiento físico relacionado con la salud, a partir de la participación en programas de actividad física y ejercicio, disminuye el riesgo de enfermedad y lesión11.
Diferentes investigaciones demostraron que en niños escolares la fuerza muscular, la condición cardiorrespiratoria y la velocidad de movimiento han disminuido en las últimas 2 décadas12,13. Con el incremento en el sobrepeso y la obesidad, además de una reducción en el acondicionamiento físico, se plantea la posibilidad de una asociación entre el estado nutricional y la condición física relacionada con la salud en los niños. Algunos estudios previos reportaron la relación entre la obesidad y la condición física en niños en diferentes grupos poblacionales14,15; sin embargo, hay diferencias sociales, étnicas y en la composición corporal que no permiten extrapolar los resultados. Pocas investigaciones que evalúen dicha relación han sido realizadas en poblaciones latinoamericanas.
Debido a que la desnutrición es aún un problema de salud pública en Colombia, la cual se encuentra en transición nutricional, es importante evaluar la asociación entre el estado nutricional, en particular la desnutrición y la condición física, más allá de la obesidad. Actualmente la información es limitada, y no hay datos provenientes de muestras poblacionales de niños latinoamericanos y colombianos pertenecientes a programas de actividad física.
Por tal razón, el objetivo de este estudio fue evaluar si existe una asociación entre el estado nutricional y las capacidades físicas en niños entre 6 y 18años de edad pertenecientes a las Escuelas Populares del Deporte (EPD) del Instituto de Deportes y Recreación (INDER) de Medellín (Colombia).
Materiales y métodosSe realizó un estudio transversal en 2008 que incluyó 12.872 niños y niñas, con edades entre 6 y 18años, que participan en programas de actividad física, deporte y recreación en forma regular, adscritos a las 48EPD del INDER Medellín (Colombia) y provenientes de un estrato socioeconómico bajo y medio.
La evaluación de los niños fue hecha por médicos especialistas en medicina del deporte, nutricionistas, fisioterapeutas y educadores físicos luego de un entrenamiento para la estandarización de la técnica.
La historia clínica y el examen físico fueron realizados teniendo en cuenta las recomendaciones del Colegio Americano de Medicina Deportiva16,17. La información fue suministrada por los padres y el coordinador de la respectiva EPD. La edad se estratificó en 3grupos según la clasificación de las EPD: iniciación (6 a 7,9años), formación (8 a 9,9años) y énfasis (10 a17,9 años).
La medición del peso se hizo con básculas electrónicas portátiles marca Tanita®, referencia BF-679W, y de la estatura, con un tallímetro portátil marca Seca®, referencia C-234. Se siguió la técnica recomendada por la Sociedad Canadiense para la Fisiología del Ejercicio18. La medición de los pliegues cutáneos (subescapular y tricipital) se hizo en los sitios previamente determinados por la Sociedad Internacional para el Avance de la Cineantropometría (ISAK) con un adipómetro calibrado marca Slim-Guide®18,19.
Se evaluó el estado nutricional a partir de los indicadores sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se utilizaron como patrón de referencia las tablas del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) de EstadosUnidos de 2000, para el cálculo de los valores z y los percentiles de los indicadores nutricionales20. El procedimiento se hizo por medio del programa NutStat contenido en EpiInfo2000. Los indicadores de peso para la edad y sexo, y de estatura para la edad y sexo, se consideraron como normales si estaban entre ±2DE según la puntuación z. Según el indicador peso para la edad y sexo, se definió la falta de peso por debajo de –2DE y un peso alto por encima de +2DE. Según el indicador estatura para la edad y sexo, se definió un retraso en el crecimiento por debajo de –2DE y como alto por encima de +2DE. El indicador índice de masa corporal (IMC) para la edad y el sexo se consideró como muy bajo o delgadez si se encontraba por debajo del percentil 5, bajo entre el percentil 5 y menor del 25, adecuado entre el percentil 25 y menor del 85, en riesgo de sobrepeso entre el 85 y menor del 95 y presencia de obesidad por encima del percentil 95. Para la calificación del porcentaje de grasa se utilizó la metodología propuesta por Lohman18,21. Para el sexo masculino se definió un porcentaje de grasa bajo si era menor del 8%, óptimo entre 8% y <13%, moderado-alto entre 13% y <16%, alto entre 16% y <20% y muy alto >20%. Para el sexo femenino se definió un porcentaje de grasa bajo si era menor del 12%, óptimo entre 12% y <18%, moderado alto entre 18% y <21,6%, alto entre 21,6% y <26,4% y muy alto >26,4%.
Para la evaluación de la maduración sexual se emplearon gráficos de los diferentes estadios de maduración sexual para la autocalificación por parte de cada niño. Para evitar la supra e infravaloración, se hizo valoración de los caracteres sexuales terciarios por parte de un médico18. La postura y la flexibilidad fueron evaluadas teniendo en cuenta las variaciones anatómicas y fisiológicas, según la edad y el sexo22.
La potencia aeróbica se midió con el test de Luc Leger23. La velocidad en 20m y la agilidad se obtuvieron mediante un protocolo estandarizado, con un cronómetro y conos, para identificar la distancia a recorrer en el menor tiempo posible18,24. La agilidad fue valorada a partir de la posición en decúbito supino y se determinó el tiempo para recorrer una distancia de 5m18,24.
La cuantificación de la fuerza explosiva se hizo a partir de la medición de un salto horizontal sin impulso18. La resistencia a la fuerza se evaluó a partir del mayor número de flexiones de codo y abdominales alcanzado por el niño en 30s en mayores de 10años25. Para evaluar el equilibrio se utilizó el test de Romberg; se utilizó un protocolo estandarizado, y el niño recibió las instrucciones para adoptar la posición adecuada24.
En esta investigación se tuvieron en cuenta los principios de la declaración de Helsinki en su última revisión26.
Análisis estadísticoSe utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para evaluar si los datos provenían de una población con distribución normal. Para la descripción de las variables cuantitativas se utilizó el promedio y la desviación estándar. Se calculó la proporción de individuos con alteraciones nutricionales según los diferentes indicadores y se evaluó la asociación con los grupos de edad por medio de la prueba χ2 de Pearson. Se hizo un análisis de varianza (ANOVA) para comparar las capacidades físicas y el estadio de maduración sexual según el sexo y se utilizó un contraste polinómico de orden lineal ponderado para evaluar la tendencia.
Para establecer si existían diferencias en las capacidades físicas, entre las categorías del estado nutricional según el IMC para la edad y el sexo, se utilizó un análisis multivariado de covarianza (ANCOVA). La edad se incluyó como covariable. Además, se tuvo en cuenta la variable sexo como otro factor y se realizó la corrección de Bonferroni para las múltiples comparaciones. En toda la muestra, y discriminadas por sexo, se compararon las capacidades físicas entre las siguientes categorías del IMC: adecuado y muy bajo o delgadez; adecuado, y obesidad. Se estimaron las medias marginales y las diferencias de medias con sus respectivos intervalos de confianza al 95%. Para todos los análisis se utilizó un nivel de significación estadística del 5% y se realizaron con el programa SPSS, versión 21.0.
ResultadosPara el análisis se incluyeron 12.872 niños, de los cuales el 88,5% pertenecían a EPD del área urbana y el 65,2% fueron de sexo masculino. El promedio del IMC fue 18kg/m2±2,8DE, grasa corporal 18,3%±6,8DE y edad 11,7 años±2,8DE. Según la clasificación por rangos de edad, 1.167 niños (9%) pertenecían al grupo de iniciación, 2.597 (20,2%) al grupo de formación y 9.108 (70,8%) al grupo de énfasis.
Con relación al estadio de maduración sexual comparativo, el 66% de los niños tenían un Tanner entre 1 y 2. Según el estado nutricional, el 7,7% de los niños presentó falta de peso, el 11,2% tenían un retardo en el crecimiento, el 6% tenían un IMC para la edad y sexo calificado como muy bajo o delgadez, el 12,2% estaban en riesgo de sobrepeso y obesidad y el 40,5% presentaban un porcentaje de grasa corporal calificado como alto o muy alto. Se observó asociación entre los diferentes indicadores del estado nutricional y los grupos de edad (tabla 1).
Descripción del estado nutricional según el grupo de edad de los niños de las Escuelas Populares del Deporte del Instituto de Deportes y Recreación Medellín (Colombia)
Clasificación del estado nutricional | Grupo de edad | Valor de pa | ||
Iniciación (%) (n=1.167) | Formación (%) (n=2.597) | Énfasis (%) (n=9.108) | ||
Peso/edad | ||||
Falta de peso | 2,83 | 4,20 | 9,34 | < 0,001 |
Normal | 94,09 | 93,69 | 90,24 | |
Peso alto | 3,08 | 2,12 | 0,42 | |
Estatura/edad | ||||
Retraso del crecimiento | 5,14 | 8,24 | 12,85 | < 0,001 |
Normal | 92,03 | 90,10 | 86,47 | |
Alto | 2,83 | 1,66 | 0,68 | |
Índice de masa corporal | ||||
Muy bajo o delgadez | 4,54 | 3,93 | 6,74 | < 0,001 |
Bajo | 13,45 | 15,52 | 23,35 | |
Adecuado | 60,58 | 63,19 | 60,35 | |
Riesgo de sobrepeso | 12,17 | 11,28 | 7,07 | |
Obesidad | 9,25 | 6,08 | 2,48 | |
Porcentaje de grasa corporal | ||||
Bajo | 8,60 | 5,89 | 2,10 | < 0,001 |
Óptimo | 48,75 | 38,64 | 29,89 | |
Moderado-alto | 20,81 | 21,57 | 23,19 | |
Alto | 10,40 | 16,10 | 20,81 | |
Muy alto | 11,44 | 17,80 | 24,01 |
Se presentó una mejoría en la mayoría de las capacidades físicas en la medida que aumenta el estadio de maduración sexual tanto en el sexo masculino como femenino (p de tendencia <0,001), a excepción de la agilidad y las flexiones de codo en el sexo femenino (p de tendencia 0,703 y 0,797, respectivamente) (tabla 2).
Capacidades físicas según el estadio de maduración sexual de los niños de las Escuelas Populares del Deporte del Instituto de Deportes y Recreación Medellín (Colombia)
Capacidad física | Sexo | Clasificación del estadio de maduración Tanner | Valor de pa | |||||||||
1 (n=4.906) | 2 (n=3.587) | 3 (n=2.331) | 4 (n=1.494) | 5 (n=554) | ||||||||
Media | DE | Media | DE | Media | DE | Media | DE | Media | DE | |||
Consumo de oxígeno (mlO2kg−1min−1) | Masculino | 39,97 | 5,93 | 43,08 | 6,27 | 46,64 | 6,92 | 50,46 | 7,12 | 50,64 | 7,14 | < 0,001 |
Femenino | 38,42 | 5,51 | 39,91 | 5,36 | 41,17 | 5,62 | 42,66 | 5,71 | 41,81 | 6,32 | < 0,001 | |
Velocidad en 20 m (m·s) | Masculino | 4,30 | 0,58 | 4,66 | 0,54 | 4,97 | 0,68 | 5,21 | 0,62 | 5,36 | 0,66 | < 0,001 |
Femenino | 4,00 | 0,51 | 4,22 | 0,55 | 4,33 | 0,52 | 4,42 | 0,66 | 4,50 | 0,69 | < 0,001 | |
Agilidad (s) | Masculino | 2,69 | 0,53 | 2,63 | 0,47 | 2,45 | 0,45 | 2,37 | 0,43 | 2,24 | 0,46 | < 0,001 |
Femenino | 2,90 | 0,57 | 2,92 | 0,56 | 2,93 | 0,58 | 2,89 | 0,54 | 2,82 | 0,56 | 0,703 | |
Salto horizontal (m) | Masculino | 1,28 | 0,26 | 1,47 | 0,23 | 1,65 | 0,25 | 1,85 | 0,26 | 1,94 | 0,26 | < 0,001 |
Femenino | 1,12 | 0,25 | 1,26 | 0,23 | 1,34 | 0,25 | 1,38 | 0,25 | 1,40 | 0,23 | < 0,001 | |
Flexiones de codo (30 s) | Masculino | 13,40 | 8,22 | 13,41 | 8,12 | 16,03 | 8,83 | 20,48 | 10,05 | 23,88 | 10,38 | < 0,001 |
Femenino | 14,40 | 8,52 | 13,39 | 9,06 | 13,79 | 8,80 | 14,06 | 9,74 | 13,50 | 8,99 | 0,797 | |
Abdominales(30 s) | Masculino | 18,95 | 6,94 | 21,00 | 6,73 | 23,58 | 6,74 | 26,17 | 7,17 | 26,70 | 7,28 | < 0,001 |
Femenino | 17,53 | 6,86 | 17,57 | 7,29 | 19,57 | 7,26 | 21,72 | 8,54 | 20,96 | 7,15 | < 0,001 | |
Equilibrio (s) | Masculino | 12,13 | 10,85 | 13,69 | 11,17 | 14,05 | 11,37 | 15,39 | 11,71 | 11,83 | 10,84 | < 0,001 |
Femenino | 11,93 | 10,61 | 14,23 | 11,29 | 12,99 | 11,14 | 15,15 | 11,56 | 17,14 | 12,15 | < 0,001 |
Luego de hacer el análisis multivariado, en el IMC para la edad y sexo se observaron diferencias entre las categorías adecuado y obesidad en la potencia aeróbica (en 2,72ml O2 kg−1·min−1; IC95%: 1,89-3,56; p<0,001), en la velocidad en 20m (0,14m·s; IC95%: 0,06-0,22; p<0,001), en la agilidad (–0,31s; IC95%: –0,38 a –0,24; p<0,001), en el salto horizontal (0,10m; IC95%: 0,06-0,13; p<0,001), en las flexiones de codo (2,55; IC95%: 0,72-4,37; p<0,001), en abdominales (1,49; IC95%: 0,07-2,92; p=0,033) y en equilibrio (2,58s; IC95%: 1,02-4,14; p<0,001) a favor del subgrupo clasificado como adecuado (fig. 1).
Gráfico de perfil derivado del análisis de covarianza (ANCOVA) de toda la muestra (n=12.872) donde se identifican las medias marginales estimadas de las capacidades físicas según la clasificación del estado nutricional por el índice de masa corporal ajustadas por edad y sexo de los niños de las Escuelas Populares del Deporte del Instituto de Deportes y Recreación Medellín (Colombia).
Al comparar el subgrupo clasificado como adecuado con el denominado como muy bajo o delgadez, hay diferencias en la velocidad en 20m (0,13m·s; IC95%: 0,06-0,20; p<0,001), en salto horizontal (0,04m; IC95%: 0,01-0,07; p<0,004) y en abdominales (1,32; IC95%: 0,29-2,35; p=0,003) a favor también del subgrupo clasificado como adecuado (fig. 1).
También, en la comparación de las capacidades físicas según el estado nutricional a partir del IMC y discriminada por sexo, se observaron diferencias entre los sujetos masculinos y femeninos. La asociación entre las capacidades físicas y la obesidad permanece para ambos sexos en la potencia aeróbica, velocidad en 20m, agilidad y salto horizontal; pero solo para el sexo masculino en flexiones de codo y solo para el sexo femenino en el equlibrio (tabla 3). La asociación entre las capacidades físicas y la categoría del IMC muy bajo o delgadez se mantuvo solo para el sexo masculino en la velocidad en 20m, salto horizontal, flexiones de codo y abdominales (tabla 3).
Comparación entre el estado nutricional según la clasificación del índice de masa corporal y las capacidades físicas ajustadas por edad de los niños de las Escuelas Populares del Deporte del Instituto de Deportes y Recreación Medellín (Colombia)
Capacidad física | Sexo | Clasificación del estado nutricional según el IMC | Diferencia de medias (b-a) | IC 95% de la diferencia (b-a) | Valor de pa | Diferencia de medias (b-c) | IC 95% de la diferencia (b-c) | Valor de pb | ||||
Muy bajo o delgadez (a) (n=769) | Adecuado (b) (n=7.845) | Obesidad (c) (n=492) | ||||||||||
Mediac | Mediac | Mediac | Inferior | Superior | Inferior | Superior | ||||||
Consumo de oxígeno (ml O2.kg−1min−1) | Masculino | 43,54 | 44,11 | 41,04 | 0,57 | –0,17 | 1,32 | 0,304 | 3,07 | 2,10 | 4,03 | < 0,001 |
Femenino | 40,27 | 40,06 | 37,49 | –0,20 | –1,36 | 0,95 | 1,000 | 2,57 | 1,31 | 3,83 | < 0,001 | |
Velocidad en 20 m (ms) | Masculino | 4,50 | 4,72 | 4,57 | 0,22 | 0,15 | 0,29 | < 0,001 | 0,15 | 0,06 | 0,24 | < 0,001 |
Femenino | 4,14 | 4,20 | 4,06 | 0,07 | –0,05 | 0,18 | 1,000 | 0,14 | 0,02 | 0,27 | 0,014 | |
Agilidad (s) | Masculino | 2,58 | 2,54 | 2,83 | –0,04 | –0,10 | 0,02 | 0,586 | –0,28 | –0,36 | –0,21 | < 0,001 |
Femenino | 2,91 | 2,88 | 3,23 | –0,03 | –0,15 | 0,09 | 1,000 | –0,35 | –0,48 | –0,22 | < 0,001 | |
Salto horizontal (m) | Masculino | 1,45 | 1,52 | 1,42 | 0,07 | 0,04 | 0,10 | < 0,001 | 0,10 | 0,06 | 0,14 | < 0,001 |
Femenino | 1,23 | 1,24 | 1,14 | 0,02 | –0,03 | 0,07 | 1,000 | 0,10 | 0,05 | 0,16 | < 0,001 | |
Flexiones de codo (30 s) | Masculino | 13,98 | 16,56 | 11,73 | 2,58 | 1,41 | 3,75 | < 0,001 | 4,83 | 2,83 | 6,83 | < 0,001 |
Femenino | 14,57 | 13,91 | 13,67 | –0,66 | –3,05 | 1,72 | 1,000 | 0,24 | –2,83 | 3,31 | 1,000 | |
Abdominales (30 s) | Masculino | 21,02 | 22,78 | 21,36 | 1,75 | 0,84 | 2,67 | < 0,001 | 1,42 | –0,13 | 2,98 | 0,103 |
Femenino | 18,20 | 19,20 | 17,64 | 1,00 | –0,93 | 2,93 | 1,000 | 1,56 | –0,92 | 4,04 | 0,774 | |
Equilibrio (s) | Masculino | 12,53 | 13,43 | 12,13 | 0,90 | –0,46 | 2,26 | 0,642 | 1,30 | –0,46 | 3,06 | 0,378 |
Femenino | 12,71 | 13,41 | 9,56 | 0,71 | –1,65 | 3,06 | 1,000 | 3,85 | 1,29 | 6,41 | < 0,001 |
IMC: índice de masa corporal. Categorías del índice de masa corporal para la edad y sexo: a (muy bajo o delgadez); b (adecuado); c (obesidad).
La muestra de niños y niñas incluidos en este estudio estuvo conformada principalmente por pre-púberes y adolescentes físicamente activos. La proporción de niños con un peso bajo para la edad y una estatura baja para la edad fue alta, comparada con lo reportado en los estudios demográficos poblacionales de América Latina5,6. Por el contrario, la obesidad fue más frecuente en los niños de menor edad, pero más baja que los porcentajes reportados en otros estudios, los cuales se aproximan a una tercera parte de la población6,8,27.
Las capacidades físicas se incrementan con la edad; el aumento fue mayor en los niños con relación a las niñas, y este hallazgo es más notorio cuando se tiene en cuenta el estadio de maduración de caracteres sexuales propuesto por Tanner, lo cual está de acuerdo con estudios clásicos de Astrand28 y Malina29 y con investigaciones más recientes, como las de Armstrong30,31.
Según Astrand28, los niños mejoran sus capacidades físicas tanto aeróbicas como las de fuerza, con el crecimiento y la maduración; sin embargo, el desarrollo físico también afecta la progresión del acondicionamiento cardiorrespiratorio y osteomuscular, y estas a su vez están condicionadas por el estado nutricional y el sexo30. En un estudio, que incluyó niños y niñas de 12años de edad, el sexo y el estadio de maduración por Tanner, mostraron una fuerte asociación con el VO2 máximo, incluso mayor que el peso corporal31. Los resultados obtenidos en este estudio, tanto en el componente de potencia aeróbica como en los de fuerza, muestran un aumento en el desempeño en la medida que incrementa el estadio de maduración de Tanner, el cual fue más notorio en los hombres que en las mujeres, similar a los hallazgos de otros autores30-32.
Al evaluar la relación entre las capacidades físicas y el estado nutricional, se encontró una disminución en la potencia aeróbica (VO2 máximo) en la categoría de obesidad, según el indicador de IMC para la edad y sexo. Estos hallazgos son similares a lo reportado por algunos autores en múltiples países, quienes han registrado un menor VO2 máximo y desempeño físico en los niños con un peso alto para la edad y el sexo, y en aquellos con obesidad según el IMC9,33,34.
Es importante tener en cuenta que el VO2 máximo, el cual se encuentra disminuido en los niños obesos, se relaciona con un deterioro en la capacidad funcional y una mayor morbimortalidad por causas cardiovasculares10. Por tal razón, el sedentarismo, la obesidad y la baja condición física en la niñez podrían ser el inicio de la presencia de múltiples factores de riesgo cardiovascular en la vida adulta y de un peor pronóstico.
Con relación a las capacidades físicas inherentes a la velocidad, fuerza y coordinación, la información existente es escasa y en general poco concluyente9,35. Contrario a esta evidencia, los resultados obtenidos en el presente estudio mostraron que los niños obesos también tuvieron una menor velocidad, agilidad, fuerza explosiva, resistencia a la fuerza y equilibrio. Igualmente se encontró que los niños con un IMC clasificado como muy bajo o delgadez tenían un menor desempeño en la velocidad, fuerza explosiva y resistencia a la fuerza.
Es necesario resaltar que los niños incluidos en este estudio tenían una buena condición de salud en general, según los datos de la valoración médica; además, son niños activos, ya que se encuentran adscritos a un programa de deporte formativo, realizan varias sesiones de ejercicio por semana y en un mayor porcentaje pertenecían al grupo de edad de énfasis, que son niños con edades entre 10 y 17,9años. Por lo tanto, es menos probable la presencia de deficiencias nutricionales graves como la desnutrición infantil, en su forma aguda y crónica, en un programa de deporte formativo en comparación con la población general.
Teniendo en cuenta la anterior premisa, era menos factible encontrar niños con estados de desnutrición graves que pudieran afectar negativamente los resultados de las pruebas físicas. Incluso, en general, podría ser adecuado describirlos en algunos casos como niños sanos con unas condiciones genéticas y ambientales que los predisponen a una estatura baja y contextura delgada, cuando son evaluados y comparados con patrones de referencia provenientes de niños étnicamente con una mayor estatura y peso corporal.
Sin embargo, a pesar de dichos planteamientos, también encontramos unos valores más bajos en los resultados de los test físicos en los niños clasificados en el grupo de muy bajo o delgadez en comparación con la categoría de adecuado para el IMC según la edad y el sexo; además, observamos cambios en la asociación al discriminar por sexo, posiblemente por variabilidad de los resultados obtenidos y diferencias genéticas y hormonales.
En múltiples trabajos, los niños con menor estatura y menor peso, para la edad y el sexo, presentan una menor capacidad aeróbica y de los componentes de la fuerza, especialmente si pertenecen a estratos socioeconómicos bajos32. Esta relación puede mantenerse incluso si hay otros factores medioambientales sobreañadidos. En 2 estudios que incluyeron niños bolivianos, las diferencias en las capacidades físicas permanecían según la estatura para la edad, luego de hacer las comparaciones teniendo en cuenta el estrato socioeconómico y el lugar de vivienda a grandes alturas36,37.
La evaluación de las capacidades físicas es una forma sencilla y eficiente de estudio del efecto de la obesidad sobre la salud de un niño. Un bajo rendimiento físico puede señalar la diferencia entre una constitución «gruesa» y un estilo de vida poco saludable, el cual se hace evidente no solo por el exceso de peso, sino también por el detrimento en el acondicionamiento físico.
A partir de nuestros hallazgos y según algunos reportes en la literatura38-40, podríamos pensar que el deterioro en las capacidades físicas en los niños puede ser un marcador temprano del compromiso cardiovascular y osteomuscular o una condición que cambia de forma simultánea en el tiempo con otras variables metabólicas e inflamatorias. Estas hipótesis abren las puertas para futuras investigaciones, que permitan comparar las capacidades físicas con diferentes parámetros clínicos y de laboratorio en niños sanos, desnutridos y obesos, y evaluar el valor predictivo de la capacidad física en la niñez en la morbimortalidad cardiovascular en la vida adulta.
ConclusionesEn los niños incluidos en este estudio hay asociación entre el estado nutricional y las capacidades físicas. Los niños con riesgo de sobrepeso y obesidad presentaron los peores resultados en las pruebas físicas, y los niños con desnutrición tuvieron una disminución en la velocidad, en la fuerza explosiva y en la resistencia a la fuerza.
FinanciaciónEsta investigación fue realizada con recursos del Instituto de Deportes y Recreación INDER, Medellín, en el Contrato Inter-administrativo con la Universidad de Antioquia N.° C-0340 de 2008.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
AgradecimientosNuestros sinceros agradecimientos a las directivas y coordinadores de los diferentes grupos, del Instituto de Deportes y Recreación INDER, Medellín; a todos los niños y sus familias que accedieron a ser evaluados e hicieron posible estos hallazgos.
Reconocemos la excelente labor a todas las personas que participaron en la recolección de la información, y en especial a los docentes y compañeros del Posgrado de Medicina Aplicada a la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Antioquia.