Se ha observado un llamativo aumento de nuevos casos de diabetes tipo 1 en niños en el contexto de la pandemia por coronavirus 2019 (COVID-19)1,2.
Con el objetivo de evaluar la función pancreática a corto plazo en niños con infección leve por SARS-CoV-2 se realizó un estudio prospectivo multicéntrico en 4 hospitales españoles entre septiembre de 2020 y junio de 2021. Se incluyeron 89 pacientes diagnosticados de infección por SARS-CoV-2 mediante RT-PCR o test antigénico en muestra nasofaríngea. A los 30 días del diagnóstico, previa obtención de consentimiento informado, se obtuvo una muestra de sangre venosa en ayunas para: perfil lipídico, hemograma y bioquímica, insulina basal/péptido C (técnicas de inmunoanálisis quimioluminiscente) y HbA1c (cromatografía líquida de alta resolución por intercambio iónico en fase reversa automatizada; valores de normalidad: 4-5,7%).
En el momento del diagnóstico la duración media de los síntomas fue de 1,8 días (DE: 1,8). La clínica respiratoria (51,7%) y la fiebre (48,3%) fueron los síntomas más frecuentes (tabla 1). Únicamente fue hospitalizado un paciente, ante sospecha de síndrome inflamatorio multisistémico.
Características de los pacientes
n (%) | |
---|---|
Distribución por sexo | |
Varones | 46 (51,7) |
Mujeres | 43 (48,3) |
Distribución por edad (años) | |
<1 | 7 (7,9) |
1-3 | 9 (10,1) |
3-6 | 12 (13,5) |
6-12 | 33 (37,1) |
>12 | 28 (31,5) |
Grupo étnico | |
Europeo/caucásico | 78 (87,6) |
Latinoamericano | 8 (9) |
Árabe | 3 (3,4) |
Antecedentes familiares de diabetes | |
Tipo 1 | 3 (3,4) |
Tipo 2 | 37 (41,6) |
Características de la infección por SARS-CoV-2 | |
Fiebre | 43 (48,3) |
Síntomas respiratorios | 46 (51,7) |
Síntomas digestivos | 20 (22,5) |
Alteraciones del gusto/olfato | 4 (4,5) |
PIMS-TS | 1 (1,1) |
PIMS-TS: síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico temporalmente asociado al SARS-CoV-2.
El valor medio de HbA1c fue del 5,2% (significativamente menor en mujeres: 5,1 versus 5,3%; p=0,006) y con una correlación significativa (p<0,001) entre edad y nivel de HbA1c (R de Pearson: 0,452). Ningún paciente presentó una HbA1c≥6,5% (rango: 4,3-5,9%); no obstante, 5 pacientes (5,5%) presentaron valores≥5,7% (80% de ellos presentaron un IMC>p90).
El valor medio de péptido C fue 1,3ng/mL (DE: 0,7), sin diferencias entre sexos (p=0,289). En el 37% los niveles fueron<1ng/dL; en este subgrupo el valor medio de HbA1c fue de un 5%. Observamos una correlación estadísticamente significativa entre edad y valores de péptido C (p<0,001; R de Pearson: 0,456).
La insulinemia media fue de 8,5μU/mL (DE: 6), sin diferencias significativas entre sexos (p=0,289). Observamos una correlación baja entre insulinemia y edad (R de Pearson: 0,392; p<0,001) y moderada entre insulinemia e IMC (R de Pearson: 0,477; p<0,001).
La glucemia media en ayunas fue de 88,2mg/dL (DE: 10,2). Ningún paciente cumplió criterios de diabetes. En 6 casos (6,6%) encontramos alteración de la glucemia en ayunas (valores entre 100-125mg/dL); 3 de ellos (50%) presentaron un IMC>p97, aunque ninguno asoció dislipidemia y, salvo un caso, en todos ellos la HbA1c fue inferior a 5,7% (fig. 1).
Basándose en el conocimiento actual de la patogenia del SARS-CoV-2, algunos autores atribuyen al virus un papel directo en la génesis de la diabetes tipo 13. El SARS-CoV-2 utiliza el receptor de la enzima convertidora de la angiotensina 2 para ingresar e infectar las células del huésped; dicho receptor se expresa tanto en el pulmón como en el páncreas endocrino. El daño pancreático producido por SARS-CoV-2 ha sido bien documentado en pacientes adultos; sin embargo, en el caso de los niños esta cuestión aún sigue sin respuesta.
Un reciente estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos analizó el riesgo de padecer cualquier nuevo diagnóstico de diabetes tipo 1, tipo 2 u otras, pasados 30 días de la infección aguda por el SARS-CoV-2 en pacientes menores de 18 años de edad4, encontrando una incidencia de diabetes significativamente mayor entre los pacientes con COVID-19. Sin embargo, tal y como refieren los propios autores, un porcentaje de estos nuevos casos de diabetes probablemente se produjo en personas con prediabetes, una condición que se da en uno de cada 5 adolescentes en Estados Unidos5.
Nuestros resultados apuntan a que el teórico daño pancreático inducido por SARS-CoV-2 sería de carácter transitorio y leve. En ningún paciente los niveles de HbA1c y de glucemia en ayunas cumplieron criterios de diabetes, y aunque 5 pacientes presentaron valores de HbA1c≥5,7% y 6 pacientes valores alterados de glucemia en ayunas, posiblemente fue en relación con su valor de IMC más que con la infección por SARS-CoV-2.
A pesar de su carácter multicéntrico, nuestro tamaño muestral es reducido y no podemos considerarlo representativo de la población general de pacientes pediátricos afectados por la COVID-19. Al no existir trabajos similares no hemos podido comparar nuestros resultados con los de otros investigadores. Tampoco sabemos si nuestros casos fueron producidos por idénticas variantes del virus o por cepas diferentes. Este hecho puede ser relevante, ya que tal y como ha sucedido con otros retrovirus ARN, a medida que la pandemia ha ido evolucionando, también lo ha hecho el genoma del virus y, por ende, sus características intrínsecas con respecto a su transmisibilidad o virulencia6.
En conclusión, en nuestra serie de casos no hemos observado que la infección por SARS-CoV-2 en niños produzca cambios significativos en la función pancreática y el metabolismo glucémico, al menos a corto plazo. Nuestros resultados deberían confirmarse con estudios más amplios, de base poblacional.
Al Dr. Manuel Molina Bayón y a la Dra. María del Pilar Gutiérrez Díez.
Coordinador: Miguel Ángel Molina Gutiérrez (Servicio de Urgencias Pediátricas, Hospital Universitario La Paz).
Secretaria: Belén Sagastizábal Cardelús (Servicio de Pediatría, Hospital Universitario de Getafe).
Integrantes: Ana Castel-Ruíz Molinelli (Servicio de Pediatría, Hospital Universitario de Getafe), Blanca Guijo Alonso (Servicio de Pediatría, Hospital Universitario Ramón y Cajal), Sinziana Stanescu (Unidad de Enfermedades Metabólicas, Servicio de Pediatría, Hospital Universitario Ramón y Cajal), Isabel González Casado (Servicio de Endocrinología Pediátrica, Hospital Universitario La Paz), José Antonio Ruíz Domínguez (Servicio de Urgencias Pediátricas, Hospital Universitario La Paz), María José Alcázar Villar (Servicio de Pediatría, Hospital Universitario de Fuenlabrada).