A pesar de que en los últimos años se asiste a un innegable avance en los conocimientos científicos sobre el dolor crónico en el niño, estos avances no se han trasladado al campo asistencial.
ObjetivoDescribir la experiencia de una unidad de dolor infantil (UDI) dedicada específicamente al control del dolor crónico en el niño.
Material y métodosSe realizó un estudio analítico, observacional, retrospectivo y tipo cohortes de las características clínicas de los 42 primeros pacientes tratados de dolor crónico en una UDI durante un período de 2 años. Se dividió a los pacientes en 2 grupos según padeciesen dolor crónico oncológico o dolor crónico no oncológico, y se realizó un estudio de análisis de la varianza (ANOVA) para variables cuantitativas y chi cuadrado ( 2) para variables cualitativas.
ResultadosNo se apreciaron diferencias significativas entre los 2 grupos en las variables demográficas de edad y sexo estudiadas. En cuanto al tipo de tratamientos empleados, la efectividad y el grado de cumplimiento de éstos tampoco se observaron diferencias significativas; sólo se apreciaron en la duración del tratamiento, que fue mayor en el grupo de dolor crónico no oncológico (74,2 días frente a 37,5 días; p < 0,008).
La duración del dolor crónico no oncológico antes de acudir a la UDI (media, 557 días) influyó en la efectividad del tratamiento (r 0,781; p 0,0001) y en la duración del mismo (r 0,61; p 0,0051). Sin embargo, la duración del dolor crónico oncológico (media, 34 días) fue significativamente menor (p < 0,0067) y no influyó ni en la efectividad ni en la duración del tratamiento.
ConclusionesLa población pediátrica también presenta síndromes dolorosos crónicos que se pueden tratar correctamente en una UDI con fármacos analgésicos convencionales que son de fácil manejo. Se recomienda el desarrollo de unidades de tratamiento del dolor infantil específicas con un esquema asimilable al de las unidades de dolor crónico del adulto y con un abordaje multidisciplinario para contribuir a mitigar el sufrimiento en los niños.
Despite undoubted scientific advances in the field of chronic pain in children, there is no evidence of clinical application of this knowledge.
ObjectiveTo describe the experience of a pediatric pain unit (PPU) specifically dedicated to the treatment of chronic pain in children.
Material and methodsWe performed an analytic, observational, retrospective, cohort study of the clinical features of the first 42 patients treated for chronic pain in the PPU during a two-year period. The patients were assigned to two groups: an oncologic group and a non-oncologic group. ANOVA was used to analyze quantitative variables and the Chi-square test was used to analyze qualitative variables.
ResultsNo significant differences were found between the two groups in the demographic variables studied (age and sex). Concerning the type of treatment used, no significant differences were found in effectiveness or compliance. However, treatment duration was significantly longer in the non-oncologic group than in the oncologic group (74.2 days vs 37.5 days, p(0.008). The duration of non-oncologic chronic pain before attending the PPU (mean: 557 days) influenced the effectiveness (r 0.781; p 0.0001) and duration of treatment (r 0.61; p 0.0051). However, the duration of previous chronic oncologic pain was significantly shorter (mean: 34 days) and showed no influence on treatment effectiveness or duration.
ConclusionsThe pediatric population presents chronic pain syndromes that can be appropriately treated in a PPU with conventional, easy to manage analgesics. We recommend the establishment of pediatric pain units similar to those for adults, using a multidisciplinary approach to mitigate children's suffering.