La colestasis indica disfunción hepatobiliar y es siempre patológica. Su detección precoz contribuye a mejorar el pronóstico de algunas enfermedades subyacentes que la provocan. La hepatopatía más común que causa colestasis en los primeros meses de vida es la atresia de vías biliares, seguida por enfermedades genéticas monogénicas. El objetivo de este documento es establecer un consenso para un adecuado manejo de la colestasis mediante revisión de la evidencia disponible. Para ello, se constituyó un grupo de trabajo con participación de miembros de la Sociedad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Se establecieron 26 recomendaciones con el objetivo de que sirvan de utilidad en la práctica clínica habitual, tanto en atención primaria como hospitalaria.
Cholestasis is indicative of hepatobiliary dysfunction and is always pathological. Early detection helps improve the prognosis of some of the underlying diseases that cause it. The most common liver disease that causes cholestasis in the first months of life is biliary atresia, followed by monogenic diseases. The objective of this document is to provide consensus-based recommendations for the adequate management of cholestasis based on the review of the current evidence. A working group was created for the purpose, with participation of members of the Spanish Society of Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition, Spanish Association of Outpatient and Primary Care Pediatrics and the of Outpatient and Primary Care Pediatrics. The group established 26 recommendations to guide management in everyday clinical practice in both primary care and hospital settings.
La colestasis indica disfunción hepatobiliar y en la edad pediátrica es poco común, pero potencialmente grave. La colestasis afecta cerca de uno de cada 25.000 recién nacidos (RN), siendo la atresia de vías biliares, la causa más común en lactantes1. Es crucial realizar un diagnóstico precoz para el correcto manejo y mejora del pronóstico en estos pacientes. El objetivo de este documento es establecer mediante el consenso de pediatras expertos en atención primaria y en gastroenterología, hepatología y nutrición pediátrica, un adecuado diagnóstico y manejo de la colestasis (fig. 1).
Algoritmo diagnóstico de la colestasis.
CMV: citomegalovirus; VZV: virus de la varicela; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana; ISAT: índice de saturación de transferrina; ABV: atresia de vías biliares; UDCA: ácido ursodesoxicólico; VHB: virus de la hepatitis B; VHA: virus de la hepatitis A; VHE:virus de la hepatitis E; EBV: virus de Epstein Barr; Cu: Cobre; anti Ms liso: anticuerpos anti músculo liso; anti LKM: anticuerpos de tipo 1 microsomales de hígado y riñón; anti SLA: anticuerpos anti antígeno hepático soluble; anti LC1: anticuerpos anticitosol hepático tipo 1; A1AT: alfa 1 antitripsina; HLH: linfohistiocitosis hemofagocítica.
Se estableció un grupo de trabajo con 7 miembros, representando a la Sociedad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Se plantearon 12 preguntas clínicas sobre cómo reconocer la colestasis, proceso diagnóstico dirigido y manejo (nutricional, farmacológico y quirúrgico).
Se realizó una búsqueda bibliográfica en Pubmed®, incluyendo el período enero 2015-diciembre 2023, con búsqueda «pediatric cholestasic liver disease» de 0-18 años y «genetic liver disease» «histology liver disease» para cualquier edad y sin límite temporal. Se empleó el gestor bibliográfico compartido Zotero 5.0. Se incluyeron 446 artículos en inglés y castellano, de los que se obtuvo el artículo completo. Añadiendo posteriormente artículos que cada revisor consideró pertinente para dar respuesta a cada pregunta planteada en este documento. De ellos, 90 se consideraron relevantes para este consenso y fueron seleccionados por adecuarse a las preguntas planteadas en la elaboración de esta guía. Aquellos excluidos no se adecuaban a la población pediátrica, cubrían temática no relacionada con la colestasis o presentaban limitaciones metodológicas.
Elaboración del documentoCada pregunta clínica fue respondida por un miembro del grupo (de acuerdo con experiencia previa de cada uno) en base a la evidencia disponible. No se ha realizado una revisión sistemática ni un metaanálisis de las pruebas de estudio. Se realizaron 4 revisiones completas (Google Drive®) por todos los miembros del grupo de trabajo, con reunión virtual (Microsoft® Teams®) tras cada revisión. Todas las recomendaciones que aparecen en el documento han sido consensuadas y aceptadas por los miembros del grupo (consenso informal). Se realizó una votación electrónica (Google Forms®) para calificar cada una de ellas utilizando una escala de 6 puntos (1: muy en desacuerdo; 2: bastante en desacuerdo; 3: algo en desacuerdo; 4: algo de acuerdo; 5: bastante de acuerdo; 6: totalmente de acuerdo). Todas las recomendaciones fueron aprobadas al obtener un acuerdo con cada una de más del 80% de los participantes (grados 5-6). El documento de consenso completo puede consultarse en las páginas web de cada una de las sociedades científicas participantes.
La colestasis a nivel bioquímicoLa colestasis se define como una alteración en el flujo biliar que puede manifestarse con ictericia (coloración amarillenta de piel, escleras y otros tejidos debido al depósito de bilirrubina), decoloración parcial (hipocolia) o total (acolia) de las heces, coluria (coloración oscura de la orina debida a la presencia de bilirrubina) y prurito1–3.
A nivel bioquímico se define como una hiperbilirrubinemia conjugada o directa (bilirrubina conjugada >1mg/dl o más del 20% de la total), y habitualmente con elevación de ácidos biliares en suero. Otros marcadores de colestasis son las enzimas gamma-glutamiltransferasa (GGT), la fosfatasa alcalina (FA) y la elevación de sustancias habitualmente excretadas por la bilis, como el colesterol1–3.
El valor de referencia de la GGT varía con la edad, y puede ser inducida por el alcohol y los fármacos, lo que dificulta su interpretación4. Los intervalos de referencia pediátricos en la población sana no están claramente establecidos4–8. Adeli et al. fijaron los siguientes límites superiores de la normalidad, estratificado por grupos de edad, en la población sana: 219U/l en RN de 0-15 días; 127U/l de 15 días a un año; 20U/l de uno a 18 años5.
La elevación de la FA puede ser difícil de interpretar en la infancia debido a que con frecuencia está elevada por aumento de la isoenzima ósea9. Por consiguiente, la GGT es un marcador más específico de colestasis que la FA en pediatría4,9.
Recomendaciones- 1.
Recomendamos como límite superior de la normalidad los siguientes valores de GGT estratificados por edad: 219U/l en RN de 0-15 días; 127U/l de 15 días a un año; 20U/l de uno a 18 años.
- 2.
Sugerimos interpretar los valores de FA en el contexto de los demás parámetros de lesión hepática.
La etiología de la colestasis varía en función de la edad. El RN-lactante presenta una inmadurez hepática que predispone al desarrollo de colestasis. Suele tratarse de una colestasis transitoria que se resuelve cuando lo hacen los factores precipitantes (prematuridad, hipoxia grave, cardiopatía, sepsis, cirugía, fracaso intestinal y nutrición parenteral prolongada). En ausencia de factores predisponentes, la colestasis puede producirse por múltiples causas de origen tanto intra, como extrahepático (tabla 1)1,2,10,11. Entre ellas, la causa más frecuente es la atresia de vías biliares (AVB) (25-40%), seguida por lo trastornos genéticos/metabólicos (colestasis intrahepática familiar [CIFP], déficit de alfa-1-antitripsina…)10,12,13.
Causas de colestasis en el recién nacido/lactante y genes asociados
| Trastorno | Gen | Trastorno | Gen | Trastorno | Gen |
|---|---|---|---|---|---|
| Colestasis extrahepáticas | Defectos tight junctions | Enfermedades de depósito lisosomal | |||
| Atresia biliarQuiste del colédocoColelitiasis, ColedocolitiasisSíndrome de bilis espesa/tapón mucosoPerforación congénita del conducto biliar común | ---- | Déficit TJP2 (CIFP4) | TJP2 | Niemann-Pick Tipo C | NPC1; NPC2 |
| Colestasis Intrahepáticas | Déficit USP53 (CIFP7) | USP53 | Niemann-Pick Tipo A y B | SMPD1 | |
| Infecciones | Síndrome de NISCH | CLDN1 | Déficit de lipasa ácida lisosomal (Enfermedad de Wolman) | LIPA | |
| Connatal (TORCH) o posnatal: CMV, Herpes virus 1–2–6, toxoplasma, rubeola, parvovirus B19, enterovirus (coxsackie, echovirus), adenovirus, sífilis, VIH, listeria, SARS-CoV-2, TBC congénita | - | Defectos síntesis y conjugación de ácidos biliares | Enfermedad de Gaucher | GBAPSAP (codifica su proteína activadora (saposina C) | |
| Tóxicos y causas secundarias | Déficit 3-β-HSD-oxidoreductasa,CBAS1 | HSD3B7 | Enfermedades mitocondriales | ||
| Colestasis asociada a nutrición parenteral; fármacos y drogas (ceftriaxona, eritromicina, rifampicina, furosemida); obstrucción intestinal; cardiopatías; neoplasias; asfixia perinatalInmadurez hepática (prematuridad) | - | Déficit D4–3-oxosteroide 5 β-reductasa, CBAS2 | AKR1D1 | Síndrome de depleción de DNA mitocondrial | POLG, DGUOK, MPV17 |
| Colestasis y afectación otros órganos | Déficit Oxisterol-7α-hidroxilasa | CYP7B1 | SUCLG1, C10ORF2, factor de elongación F1, deficiencia de TRMU y BCS1L | SUCLG1, C10ORF2, EGF1, TRMU, BCS1L | |
| Déficit alfa-1-antitripsina | SERPINA1 | Déficit 2-metilacil-CoA racemasa, CBAS4 | AMACR | Defectos mitocondriales de la oxidación de ácidos grasos | |
| Fibrosis Quística | CFTR | Déficit BAAT | BAAT | Déficit LCHAD/MTP | HADHA, HADHB |
| Defecto transportadores canaliculares (ácidos biliares o fosfolípidos) | Déficit BACL | SLC27A5 | Enfermedades peroxisomales | ||
| CIFP1; déficit FIC1 | ATP8B1 | Xantomatosis Cerebrotendinosa | CYP27A1 | Enfermedades del espectro Zellweger | Genes PEX |
| CIFP2; déficit BESEP | ABCB11 | Defectos desarrollo biliar | Aminoacidopatias | ||
| CIFP3; déficit MDR3 | ABCB4 | Síndrome de Alagille | JAG1, NOTCH 2 | Malabsorción primaria de ácidos biliares | SLC51B |
| CIFP5; déficit FXR | NR1H4 | Colangitis Esclerosante Neonatal | DCDC2 | Síndrome biliar, renal, neurológico y esquelético; OMIM 619534 | TTC26 |
| CIFP6 | MYO5B | Colangitis Esclerosante Neonatal ictiósica | CLDN1 | Alteración metabolismo de los Hidratos de Carbono | |
| Déficit LRS | LRS | Síndrome ARC(Artrogriposis, disfunción renal, colestasis) | VPS33B (VIPAR), VIPAS39 | Galactosemia clásica | GALT |
| CIFP8; déficit KIF12 | KIF12 | Poliquistosis hepatorenal autosómica recesiva (Síndrome de Caroli) | PKHD1 | Enfermedad de almacenamiento de glucógeno de tipo 4 | GBE1 |
| Ciliopatias (ducto biliar CIPF9) | Varios genes (ZFYVE19) | Trastornos congénitos de la glicosilación | Diferentes genes | ||
| Trastornos hematológicos e inmunomediados | Defecto metabolismo polioles y pentosas | Síndromes con colestasis | |||
| Linfohistiocitosis hemofagocítica | Diferentes genes. Ej: e.g., PRF1, UNC13D, STX11, STXBP2, RAB 27, XL | Síndrome de Down y Síndrome de Edwars | Trisomía 21 y 18 | ||
| Hemocromatosis neonatal (GALD y no GALD) | No GALD Ej: DGUOK, SRD5B1, BCS1L | Déficit de transdolasa | TALDO111 | Síndrome de Kabuki | KMT2D, KDM6A, MLL2 |
| Lupus congénito | - | Defectos de tráfico celular | Síndrome de Noonan | PTPN11, SOS1, RAF1 y KRAS | |
| Colestasis posthemolítica | - | Deficiencia de NBAS | NBAS | Síndrome de Aagenaes | LSC1, CCBE1 |
| Trastornos del metabolismo del colesterol | Síndrome de CALFAN (Colestasis, fallo hepático agudo, neurodegeneración) | SCYL1 | Enfermedad endocrinológica | ||
| Síndrome de Smith-Lemli-Opitz | DHCR7 | Otros | Alteración tiroides | Distintos genes en HTC; Ej: FOXE1, NKX2-1/5, PAX8, SLC26A4, TSHR | |
| Aciduria mevalónica | MVK | Déficit de SLC51A | SLC51A | Panhipopituitarismo | Diferentes genes en formas genéticas. |
| Defectos del ciclo de la urea | Malabsorción primaria de ácidos biliares | SLC51B | Ej: HESX1, PROP1, POUF1, LHX3, LHX4, GLI2, SOX3 | ||
| Defectos del ciclo de la urea | OTC, ASS, ASL; ARG | Síndrome biliar, renal, neurológico y esquelético; OMIM 619534 | TTC26 | Insuficiencia adrenal | Monogénicas, ej: POR, MC2R, MRAP, StAR, AYP11A1, NNT, TRXR2 |
| Deficiencia de citrina (NICCD) | SLC25A13 | Síndrome de MEDNIK | AP1S1 | Síndrómicas, ej CDKN1C, MCM4, SAMD9, SGPL1 | |
TORCH: toxoplasma, rubeola, citomegalovirus, herpes simple y VIH; GGT: gammaglutamil transpeptidasa; ABs: ácidos biliares séricos; N: normal; CMV: citomegalovirus; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana; SARS-Cov-2: coronavirus; TBC: tuberculosis; RN: recién nacido; PCR: reacción en cadena de la polimerasa; A1AT: alfa 1 anti-tripsina; AST: aspartato aminotransferasa; ALT: alanina aminotransferasa; Cl: cloro; TIR: tripsina inmunoreactiva; PDT: prueba del taló;, CIFP: colestasis intrahepática familiar progresiva; AFP: alfa- fetoproteína; HTP: hipertensión portal; ABo: ácidos biliares orina; EM: espectrometría masas; TG: triglicéridos; CPK: creatina fosfoquinasa; AGCML: ácidos grasos de cadena muy larga; GALT: galactosa-1-fosfato uridiltransferasa; ISAT: índice de saturación de la transferrina; RM: resonancia magnética; ANA: anticuerpos antinucleares; HTC: hipotiroidismo congénito; GALD: enfermedad hepática aloinmune gestacional.
La etiología en el niño mayor (tabla 2) se puede clasificar en 2 grupos en función de si existe o no hipertransaminasemia2,14.
Causas de colestasis en el niño
| Colestasis extrahepáticas (por obstrucción biliar) | Colestasis intrahepáticas (por lesión hepatocelular) | ||
|---|---|---|---|
| Colelitiasis | Infecciones | Defecto transportadores canaliculares (ácidos biliares o fosfolípidos) y defectos tight junctions | Colestasis y afectación de otros órganos |
| Colecistitis calculosa o acalculosa | Hepatitis viral aguda y crónica, sepsis | Déficit FIC1: colestasis intrahepática recurrente benigna tipo 1 (BRIC1) y colestasis intrahepática del embarazo (CIE) tipo 1 | Fibrosis quística (CFTR3) |
| Quiste del colédoco | Autoinmune | Déficit BSEP: BRIC2 y CIE tipo 2 | Déficit de alfa-1-antitripsina (SERPINA 1) |
| Estenosis biliar | Hepatitis autoinmune con o sin colangitis esclerosante | Déficit MDR3: CIFP 3, BRIC3, CIE tipo 3, colestasis inducida por medicamentos, síndrome LPAC (síndrome de fosfolípidos bajos asociados a colelitiasis), cirrosis (con sobrecarga de cobre) | Hematológicas e inmunomediados |
| Colangitis esclerosante primaria y secundaria | Tóxicos y secundarias | Déficit TJP2: CIE | Enfermedad de injerto contra huésped (trasplante médula ósea) |
| Biliopatía portal | Tóxicos (productos de herbolario) y fármacos (paracetamol, isoniacida, ácido valproico) | Déficit de FXR: colelitiasis, CIE | Síndrome hematofagocítico |
| Tumores de la vía biliar (rabdomiosarcoma, colangiocarcinoma) | Hepatopatía por fracaso intestinal y nutrición parenteral prolongada | CIFP 6: colestasis en 1er y 2. año de vida | Otras |
| Compresiones de la vía biliar por neoplasias (linfoma), tuberculosis | Insuficiencia cardiaca e hipoperfusión | Déficit de USP53: BRIC-like en niños y adultos | Infiltración tumoral: hepáticos primarios (linfoma) o metástasis |
| Pancreatitis autoinmune IgG4 asociada a colangitis esclerosante | Defectos del desarrollo biliar | Otros trastornos genético-metabólicos | Hipotiroidismo |
| Colangiopatía asociada a VIH | Síndrome de Alagille (JAG1, NOTCH 2) | Enfermedad de Wilson (ATP7B), tirosinemia (FAH), fructosemia (ALDOB), enfermedades mitocondriales (POLG, DGUOK, MPV17, SUCLG1, C10ORF2, EGF1, TRMU, BCS1L), Niemann-Pick Tipo C (NPC1, NPC2) | Con función hepática normal (hiperbilirrubinemia conjugada aislada) |
| Ascaridiasis biliar | Escasez ductal no sindrómica de los conductos biliares intrahepáticos | Alteraciones vasculares | Síndrome de Dubin-Johnson (gen ABCC2) |
| Poliquistosis hepatorrenal autosómica recesiva (genes PKHD1, DZIP1L) | Síndrome de Budd-Chiari, enfermedad veno-oclusiva (antecedente de quimioterapia), biliopatía portal, hemangiomas | Síndrome de Rotor (genes SLC01B1, SLC01B3) | |
BSEP: bile salt export pump; FXR: receptor farnesoide X; MDR3: multidrug resistance protein 3; TJP2: tight Junction protein 2; USP53: peptidasa específica de ubiquitina 53; VIH: virus inmunodeficiencia humana.
Indicadas solo abreviaturas de las proteinas, no de los genes.
- 1.
Recomendamos un estudio etiológico orientado en función de la edad y el contexto del paciente, incluyendo causas tanto intra como extrahepáticas.
Las causas más frecuentes de ictericia no colestásica en el RN son la ictericia fisiológica del RN y la ictericia prolongada por lactancia materna.
Por el contrario, la ictericia colestásica es siempre patológica, y hay que investigar su etiología. Es fundamental el diagnóstico precoz de aquellas entidades susceptibles de tratamiento como es el caso de la AVB, dado que una intervención quirúrgica temprana (primeras 6 semanas) influye positivamente en su pronóstico15.
El papel del pediatra de atención primaria es determinante en la identificación precoz de los casos de ictericia colestásica. Por este motivo, debe descartarse colestasis en todo RN con ictericia prolongada (más de 15 días de vida). Si el RN está siendo alimentado con lactancia materna y no hay signos de alarma (estancamiento ponderal, acolia, coluria, visceromegalias y/o distensión abdominal), las guías internacionales recomiendan realizar control analítico (bilirrubina total y directa) a las 3 semanas de vida si la ictericia persiste1.
Recomendaciones- 1.
Recomendamos descartar colestasis mediante la determinación de bilirrubina total y conjugada, en todo RN con ictericia que se prolonga más allá de los 15 días de vida (lactancia artificial), o de las 3 semanas en aquellos con lactancia materna que no presentan signos de alarma.
- 2.
Recomendamos realizar análisis de sangre de forma urgente ante la presencia de signos de alarma, independientemente de la edad del lactante.
- 3.
Desaconsejamos el uso de bilirrubinómetros transcutáneos para el cribado de colestasis en el lactante.
Ante un paciente con sospecha de colestasis debemos centrarnos en 3 puntos clave para su evaluación: una anamnesis detallada, una exploración física exhaustiva y una bioquímica hepática1,16. Dentro de la anamnesis es especialmente importante recoger la historia pre, peri y posnatal del paciente, así como los antecedentes familiares (tabla 3)16. Los signos y los síntomas más característicos del síndrome colestásico son la ictericia, la acolia o hipocolia, la coluria y el prurito, aunque no siempre van a estar todos presentes (tabla 4)1. La hipocolia puede ser infraestimada1,17, por lo que se recomienda el uso de tarjetas colorimétricas de heces1 o aplicaciones móviles (p. ej., PopòApp®) para su evaluación.
Parámetros que deben recogerse en la anamnesis de un paciente con colestasis
| Historia familiar |
| - Historia obstétrica: curso de anteriores embarazos, abortos espontáneos o hermanos fallecidos en periodo neonatal, ingesta de fármacos, serología materna- Historia prenatal: prurito, disfunción hepática, colestasis gestacional, fiebre o adenopatías materna durante el embarazo- Colestasis en otros miembros (fibrosis quística, déficit de alfa-1-antitripsina, colestasis intrahepática familiar progresiva, síndrome de Alagille)- Otras enfermedades hepáticas o extrahepáticas relevantes en otros familiares (sobre todo aquellas que cursan con hemólisis o con afectación cardiaca o vascular)- Consanguinidad (mayor riesgo de enfermedades genéticas o metabólicas) |
| Historia neonatal |
| - Uso medicación (incluir suplementos de vitamina K)- Test de Apgar- Alimentación y su relación con el inicio de la colestasis. Especial interés en conocer si ha sido necesario el uso de nutrición parenteral- Expulsión del meconio (fibrosis quística)- Edad gestacional y peso al nacimiento- Infección neonatal- Prueba del talón- Necesidad de cirugía (enterocolitis necrosante, atresia intestinal)- Canalización de vena umbilical |
| Historia actual |
| - Momento de aparición de ictericia- Pigmentación de las heces (se recomienda enfáticamente observar el pigmento de las heces o usar tarjetas colorimétricas) y aspecto (esteatorrea)- Color y olor de la orina- Presencia de otros síntomas: prurito, vómitos, fallo de medro, irritabilidad, desarrollo psicomotor, astenia, anorexia, dolor abdominal, alteración de la audición y/o visión- Presencia de otras enfermedades conocidas |
Síntomas acompañantes y signos que valorar en los pacientes con colestasis
| Síntomas acompañantes y enfermedades características |
| - Fallo de medro: alteraciones genéticas o metabólicas- Deposiciones acólicas, hipocólicas y coluria: más características de causas de obstrucción de la vía biliar- Diarrea acuosa: CIFP1- Pancreatitis: CIFP1, FQ- Esteatorrea: FQ- Vómitos: enfermedad de depósito, obstrucción intestinal, estenosis pilórica- Irritabilidad/letargia: enfermedades metabólicas, infección (sepsis), panhipopituitarismo- Convulsiones: infecciones congénitas, enfermedades metabólicas, mitocondriales, galactosemia, fructosemia, fallo hepático |
| Exploración física |
| Apariencia física |
| - Apariencia de enfermedad: enfermedad metabólica o infecciosa (sepsis)- Rasgos dismórficos: Síndrome de Alagille, Síndrome de Zellweger, síndrome de Smith-Lemli-Opitz, ARC, otras entidades genéticas |
| Piel |
| - Piel laxa: ARC, trastornos de la glicosilación, déficit de transaldolasa- Ictiosis: ARC, Gaucher, trastornos de la glicosilación- Rash: aciduria mevalónica |
| Abdomen |
| - Hepatomegalia: se aprecia en la mayoría de las entidades- Esplenomegalia: AVB, hematológicas, hipertensión portal. Esplenomegalia severa es característica de enfermedad de Gaucher y Nieman Pick- Heterotaxia abdominal, hígado en la línea media, poliesplenia, asplenia y/o porta preduodenal: AVB- Otros datos que se pueden apreciar: ascitis, red venosa colateral, masas, hernia umbilical |
| Corazón |
| - Soplo cardiaco: AVB (defectos septales), Alagille (estenosis arteria pulmonar), cromosomopatía- Datos de insuficiencia cardiaca derecha (con afectación hepática secundaria) |
| - Neurológica |
| - Hipotonía: enfermedades metabólicas, genéticas, mitocondriales, de depósito, sepsis- Artrogriposis: ARC |
| Genitales |
| - Micropene: panhipopituitarismo- Ambiguos: síndrome de Smith-Lemli-Opitz |
ARC: síndrome artrogriposis, disfunción renal, colestasis; AVB: atresia de vías biliares; CIFP: colestasis intrahepática familiar progresiva; FQ: fibrosis quística.
La exploración física debe ser detallada por aparatos1,2, valorando la presencia de hepatoesplenomegalia, otros signos de hipertensión portal y fallo de medro, entre otros (tabla 4)14.
A nivel analítico, el estudio inicial debe incluir la determinación de la bilirrubina total y conjugada junto con una función hepática completa. No obstante, salvo sospecha de ictericia fisiológica neonatal o por lactancia materna, es pertinente solicitar en el análisis inicial pruebas de estudio etiológico de primer nivel ya que la colestasis precisa un estudio preferente.
Recomendaciones- 1.
Recomendamos incluir en la valoración inicial de un paciente con sospecha de colestasis: una anamnesis extensa, una exploración física detallada por aparatos y determinación de parámetros bioquímicos de colestasis.
- 2.
En el lactante con sospecha de colestasis, se recomienda el uso de las tarjetas colorimétricas de heces por parte de los profesionales, para evaluar la presencia de hipo-acolia.
- 3.
Proponemos la inclusión de las tarjetas colorimétricas de heces en la cartilla de salud infantil para detección de hipo-acolia por los cuidadores.
El diagnóstico diferencial de las distintas entidades que causan colestasis puede ser complejo. Ante un lactante con colestasis confirmada es prioritario el diagnóstico precoz de aquellas enfermedades con posibilidad de tratamiento específico. Se realizará el estudio de manera escalonada en base a la sospecha diagnóstica con el fin de definir la etiología, y a la vez, establecer la gravedad de la enfermedad hepática (fig. 1). Las causas de colestasis en el niño mayor varían significativamente respecto al lactante, por lo que el proceso diagnóstico diferirá en este grupo de edad (fig. 1).
En todos los pacientes con colestasis se debe realizar un análisis inicial, que incluya un perfil hepático completo (alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa, GGT, FA, bilirrubina total/conjugada, glucosa, albúmina, coagulación). En el caso del lactante, es importante revisar el resultado del cribado metabólico neonatal1.
Las pruebas de imagen son especialmente relevantes para descartar la presencia de causas anatómicas de colestasis3. La ecografía abdominal en ayunas (mínimo 4h) es una prueba sencilla, no invasiva y útil como primer estudio de imagen para descartar una causa obstructiva, lesiones del árbol biliar o quiste de colédoco. Varios hallazgos ecográficos son sugestivos de atresia de vías biliares, aunque ninguno permite establecer el diagnóstico definitivo18. La colangiografía intraoperatoria se considera la prueba de referencia para diagnosticar la atresia biliar, por lo que no debe demorarse si la sospecha es alta3.
Recomendaciones- 1.
Ante una colestasis recomendamos la realización de un perfil hepático completo, estudio de imagen mediante ecografía y estudio posterior escalonado orientado según la edad del paciente y la sospecha diagnóstica (infeccioso, estudio metabólico, imagen, genética, biopsia hepática).
- 2.
Recomendamos que, ante la sospecha de atresia de vías biliares, se realice una valoración basada principalmente en la ecografía abdominal y la posterior colangiografía intraoperatoria. Esta última no debe demorarse en espera de obtener los resultados del resto de estudios complementarios.
La detección temprana de la colestasis y su diagnóstico etiológico son una prioridad, por lo que ante una colestasis confirmada, se recomienda iniciar su estudio de forma preferente por un gastroenterólogo o hepatólogo pediátrico1.
Ante determinadas circunstancias (colestasis del lactante, datos clínicos o analíticos de fallo hepático asociado, inestabilidad hemodinámica y/o respiratoria o sospecha de enfermedad tumoral) el paciente deberá ser ingresado en un centro hospitalario de referencia y su estudio deberá realizarse de forma immediata19.
Recomendaciones- 1.
Recomendamos el ingreso hospitalario para estudio urgente ante cualquiera de las siguientes circunstancias: colestasis del lactante, datos de fallo hepático, inestabilidad hemodinámica y/o respiratoria o sospecha de enfermedad tumoral.
- 2.
Recomendamos que la colestasis en un niño (no lactante) se valore de forma preferente por el gastroenterólogo o hepatólogo pediátrico.
Se estima que entre el 25 y el 50% de los casos de colestasis se deben a mutaciones genéticas identificables. Estas involucran una amplia variedad de genes que tienen un efecto directo o indirecto sobre la síntesis, el transporte y el flujo de la bilis. Una vez descartadas causas quirúrgicas (AVB…), infecciosas y secundarias, lo más probable es que, en edad pediátrica, la colestasis se deba a una enfermedad hepática genética monogénica (tablas 1 y 2)10. El papel del genetista es fundamental para determinar el estudio genético más adecuado para cada situación.
Recomendaciones- 1.
Tras descartar causas anatómicas, víricas y metabólicas, recomendamos realizar el estudio genético para colestasis de causa monogénica.
- 2.
Se recomienda realizar el estudio genético tras consensuar con el genetista la mejor opción para el paciente (next generation sequencing, exoma clínico, exoma completo…).
El avance en los métodos de diagnóstico no invasivos (estudios bioquímicos, técnicas de imagen y análisis genéticos) ha hecho que el papel de la biopsia hepática pase a un segundo nivel20,21. Debería realizarse en aquellos casos en los que los resultados de los estudios complementarios no identifican una etiología específica, y en los casos en los que sea necesario conocer con más precisión el grado de afectación hepática1,10. En la tabla 5 se muestran los posibles hallazgos en la biopsia diferenciados por enfermedades.
Hallazgos en la biopsia hepática en las principales causas de colestasis
| Enfermedad | Hallazgos |
|---|---|
| Atresia biliar extrahepática | Proliferación ductal, trombos biliares, edema portal estromal |
| Síndrome de Alagille | Escasez de conductos biliares intrahepáticos (puede no ser evidente en el lactante pequeño) |
| Colestasis intrahepática familiar progresiva | |
| Tipo 1 (defecto FIC 1) | Ductopenia |
| Tipo 2 (defecto BSEP) | Transformación gigantocelular |
| Tipo 3 (defecto MDR3) | Proliferación ductal y fibrosis |
| Error en la síntesis de ácidos biliares | Inespecífica: inflamación sin proliferación del conducto biliar, transformación gigantocelular |
| Déficit de alfa uno antitripsina | Glóbulos eosinofílicos, PAS positivos, diastasa resistente en los hepatocitos |
| Panhipopituitarismo congénito | Hepatitis por células gigantes con hipoplasia ductal |
| Hepatitis autoinmune | Necrosis en sacabocados, hepatitis lobular o necrosis en puentes. |
| Enfermedad de Wilson | Esteatosis, inflamación, fibrosis y cirrosis. Contenido de cobre en tejido seco >250mg/g |
| Toxicidad por fármacos | Colestasis, hepatitis, fibrosis e inflamación, en ocasiones infiltrados de células plasmáticas |
BSEP: bile salt export pump; MDR3: multidrug resistance protein 3; PAS: tinción Periodic Acid-Schiff.
- 1.
Recomendamos la realización de la biopsia hepática cuando pueda aportar información diagnóstica y/o pronóstica adicional sobre el síndrome colestásico.
- 2.
La realización de la biopsia hepática no debe suponer un retraso en la exploración quirúrgica de la vía biliar en caso de estar indicada.
Los pacientes con colestasis asocian con frecuencia síntomas y complicaciones derivados de la malnutrición, incluyendo retraso de crecimiento, déficit de vitaminas liposolubles y enfermedad ósea metabólica, entre otras. En estos pacientes la malnutrición es frecuente y tiene un origen multifactorial22; además presentan un aumento de hasta un 30% del gasto energético en reposo11,23. En presencia de hipertensión portal, la congestión de la mucosa intestinal produce una enteropatía malabsortiva22.
Por otra parte, la reducción de sales biliares en el intestino conlleva una malabsorción de las grasas11,13. Esto puede provocar déficit de vitaminas liposolubles con riesgo de desarrollar coagulopatía, raquitismo y alteración en las funciones neurológicas, inmunológicas y visuales24.
Al valorar el estado nutricional de estos pacientes hay que considerar que el peso y sus parámetros derivados pueden infraestimar el diagnóstico de malnutrición aguda al estar condicionados por la presencia de ascitis, edema o visceromegalias25,26. Una alternativa para valorar el estado nutricional a corto plazo puede ser el perímetro braquial o circunferencia media del brazo, que ha sido validada como marcador de desnutrición en los pacientes con colestasis crónica26.
Para la valoración analítica del estado nutricional, además de los parámetros habituales es necesario monitorizar los niveles de vitaminas liposolubles (tabla 6)11,24,27.
Principales suplementos multivitamínicos disponibles y composición
| Preparado | Composición | Preparado | Composición | Preparado | Composición |
|---|---|---|---|---|---|
| Hidropolivit ® | 1ml (28 gotas):- Vitamina A: 1.500UI- Colecalciferol: 600UI- Vitamina E 10mg- Riboflavina (Vitamina B2) 2mg- Piridoxina (Vitamina B6) 1,6mg- Ácido ascórbico (Vitamina C) 50mg- Biotina 0,125mg- Nicotinamida 12,5mg | Hidropolivital baby® | 1ml (30 gotas):- Vitamina A: 400μg- Tiamina (Vit. B1): 0,6mg- Riboflavina (Vit. B2): 0,9mg- Ác. pantoténico (Vit. B5): 6mg- Vitamina B6: 0,6mg- Vitamina B12: 0,7μg- Vitamina C: 12mg- Vitamina D: 10μg (equivalente a 400UI)- Cinc: 4mg | FIADEK® | 1ml:- Vitamina A (ß-caroteno 100%) 2.500UI- Vitamina D3 (colecalciferol) 1.000UI- Vitamina E (D-α-tocoferol) 50UI (33,33mg)- Vitamina K1 (fitomenadiona) 200μg- Vitamina C (ácido ascórbico) 40mg- Vitamina B1 (tiamina) 0,5mg- Vitamina B2 (riboflavina) 0,5mg- Vitamina B3 (niacina) 6mg- Vitamina B6 (piridoxina) 0,6mg- Vitamina B8 (biotina) 15μg- Vitamina B5 (ácido pantoténico) 3mg- Cinc 0,39mg- Selenio 4,4μg |
| DEKAs Essential® | 1ml:- Vitamina D3: 2.000UI- Vitamina E (tocofersolan): 75UI (50mg)- Vitamina K: 2mg- Vitamina A: 2.500UI | ||||
| Protovit® | 1ml (24 gotas):- Retinol (Vit. A) 3.000UI- Tiamina (Vit. B1) 2,0mg- Riboflavina (Vit. B2) 1,5mg- Nicotinamida (Vit. PP) 15,0mg- Piridoxina (Vit. B6) 2,0mg- Dexpantenol 10,0mg- Propilenglicol 220,0mg- Acido ascórbico (Vit. C) 80,0mg- Biotina 0,2mg- Ergocalciferol (Vit. D) 900UI- Acetato D L-a-tocoferilo (Vit. E) 15,0mg | DHA vit® | 1ml:- Vitamina E: 5mg- Vitamina A: 175ug (583UI)- Vitamina D3 10ug (400Ul)- DHA (ácido docosahexanoico) 40mg | Lunafen® | Una cápsula blanda:- Vitamina A: 2.664UI- Vitamina D: 10μg- Vitamina E: 6,7mg- Ácido ascórbico: 70 mg- Tiamina (Vitamina B1): 2,46mg- Riboflavina (Vitamina B2): 3,4mg- Nicotinamida (Vitamina B3): 17mg- Piridoxina (Vitamina B6): 3,29mg- Cianocobalamina (Vitamina B12): 2,2μg- Ácido fólico: 0,6mg- Hierro: 30mg- Cinc: 15mg- Calcio: 125mg |
Se recomienda incrementar el aporte calórico (se estima un 130% de la ingesta recomendada para el peso ideal)23,25, y modificar el aporte de lípidos de la dieta, basándose en triglicéridos de cadena media (TCM) que se absorben por difusión pasiva. No se aconseja restricción del aporte proteico22. Se recomienda mantener la lactancia materna, siendo posible asociar un suplemento de TCM y fortificante20. En el caso de precisar fórmula debería valorarse aquella en la que el aporte graso se base en los TCM, empleando con frecuencia fórmulas con un cierto grado de hidrólisis proteica28. En los pacientes con colestasis es preciso suplementar con vitaminas liposolubles, y valorar la necesidad de calcio debido al riesgo de afectación de la densidad mineral ósea25,29.
Recomendaciones- 1.
Como parte de la estrategia nutricional en el paciente con colestasis recomendamos:
- a.
Ajustar el aporte calórico hasta alcanzar un 130% de la ingesta recomendada para el peso ideal.
- b.
Basar el aporte de grasa en triglicéridos de cadena media.
- c.
No restringir el aporte proteico salvo contraindicación.
- d.
Monitorizar y suplementar el déficit de vitaminas liposolubles.
- a.
El prurito constituye uno de los síntomas más frecuentes en los pacientes con colestasis. Puede llegar a ser invalidante. Su patogenia es compleja, multifactorial y no está claramente elucidada. Se debe al acúmulo de sustancias pruritogénicas (ácidos biliares, ácido lisofosfatídico…), cuyos niveles circulantes no siempre se correlacionan con la intensidad del prurito30. Para optimizar el tratamiento del prurito es necesario disponer de una herramienta objetiva de medida. Existen diferentes escalas de valoración del prurito como la escala Itch-Ro o la PRUCISION validadas en pediatría.
El tratamiento farmacológico del prurito es sintomático y tiene como objetivo promover la coleresis, así como modificar la composición del conjunto de ácidos biliares. Es frecuente requerir la combinación de fármacos para incidir en varias de las vías implicadas en el prurito31,32. En la figura 2 se plantea un posible esquema de tratamiento con los principales fármacos empleados en el tratamiento del prurito colestásico.
Cuando el tratamiento médico fracasa, se puede recurrir a tratamientos invasivos en casos seleccionados como la derivación biliar con el objetivo de disminuir la reabsorción ileal de los ácidos biliares mediante la interrupción de la circulación entero-hepática33. Otro tratamiento sería la diálisis extracorpórea con albúmina mediante sistema absorbente recirculante (MARS®), que permite la eliminación de sustancias pruritogénicas mediante unión a la albúmina34. El prurito refractario puede condicionar una muy mala calidad de vida por lo que constituye una indicación de trasplante hepático.
Recomendación- 1.
Recomendamos el uso de una escala de medición del prurito para monitorizar la respuesta al tratamiento.
- 2.
Aconsejamos incluir en el manejo inicial del prurito colestásico medidas generales para el cuidado de la piel y tratamiento con ácido ursodeoxicólico.
- 3.
Si el prurito no se controla con las medidas iniciales, recomendamos el uso de fármacos habituales y/o los transportadores de ácidos biliares ileales (IBATs) según indicación (ver apartado específico).
- 4.
Ante el fracaso de las medidas farmacológicas, sugerimos plantear métodos invasivos o el trasplante hepático.
Los IBATs son proteínas localizadas en la superficie luminal de los enterocitos del íleon terminal. Su función es realizar la recaptación de los ácidos biliares, completando la circulación enterohepática. Los inhibidores de los IBATs bloquean esta circulación enterohepática y favorecen la excreción fecal de ácidos biliares35. En esta línea de tratamiento se han desarrollado 2 moléculas comercializadas para su uso en pediatría (odevixibat35 y maralixibat36) cuya indicación ha sido aprobada para la colestasis intrahepática familiar progresiva (CIFP) y el síndrome de Alagille37, actualmente de uso hospitalario.
Recomendaciones- 1.
Recomendamos valorar el uso de inhibidores de IBATs en los siguientes escenarios:
- a.
Odevixibat está aprobado para de tratamiento en los pacientes con CIFP a partir de los 6 meses de edad con el fin de reducir la concentración de ácidos biliares y el prurito asociado.
- b.
Maralixibat está aprobado para el tratamiento del prurito colestático en los pacientes con síndrome de Alagille a partir de los 2 meses de edad.
- a.
- 1.
Recomendamos guiar la transición por la estabilidad clínica, las capacidades del paciente y el soporte psicosocial.
- 2.
Recomendamos la realización de protocolos de transición que incluyan referentes del equipo de pediatría y de adultos, adaptados a las características de cada centro.
- 3.
Recomendamos la evaluación de la necesidad de atención psicológica y del equipo de trabajo social.
La colestasis en pediatría es una entidad infrecuente, pero potencialmente grave. Este consenso proporciona un manejo estructurado que abarca desde el reconocimiento precoz de los signos y síntomas hasta el diagnóstico diferencial y el tratamiento adecuado. Se hace especial hincapié en la detección temprana de causas tratables, como la atresia de vías biliares, dado el potencial impacto en su pronóstico. La colaboración multidisciplinaria y el uso de herramientas diagnósticas específicas (p. ej., estudios genéticos) son esenciales para mejorar el abordaje de estos pacientes.
FinanciaciónLa presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias del sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.
Conflicto de interesesMaria Mercadal-Hally: colaboración puntual en cursos patorcinados por IPSEN. Advisory board para IPSEN. Ha recibido ayudas para la asistencia a congresos por parte de IPSEN y Mirum.
Inés Loverdos: colaboarción puntual en cursos patorcinados por IPSEN y Mirum. Advisory board para Mirum.
Ana Moreno: advisory board para Albireo.
Sin otros conflictos de intereses.
Agradecemos el apoyo de las sociedades científicas que han ofrecido su apoyo a este proyecto (Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Sociedad Española de Pediatría de Atención Primaria) y a la Dra Monica Rodríguez Salas por su aportación al concepto inicial.












