La práctica médica está cambiando, a través del uso más eficiente de la literatura biomédica para tomar decisions sobre el cuidado del paciente, lo que constituye un Nuevo paradigma científico: la medicina basada en la evidencia (MBE). Los factores que pueden explicar el creciente interés por la MBE son: la constatación de la variabilidad en la práctica clínica, la importancia por la eficacia, efectividad y eficiencia arrastrada por las nuevas tecnologías sanitarias, y la mayor facilidad para acceder a la información bibliográfica biomédica (principalmente a través de Internet). Las principales herramientas de la MBE en la práctica clínica son la creciente producción de las revisiones sistemáticas acerca de las intervenciones sanitarias (Colaboración Cochrane, agencias de evaluación de tecnologías sanitarias, guías de práctica clínica) y la importancia de la valoración crítica de documentos científicos (Programa CASP y archivos de temas valorados críticamente). La MBE resalta el beneficio individual para el paciente y su punto clave es la eficacia, pues la principal información proviene de ensayos clínicos y metanálisis en un entorno de práctica clínica “ideal”. La evidencia basada en la medicina, como complementaria de la MBE, subraya el beneficio social y su punto clave es la efectividad y eficiencia de las intervenciones médicas, pues la principal información proviene de la medida de calidad de vida asociada a la salud y de los análisis económicos en un entorno de práctica clínica “habitual”. La gestión de calidad total busca la evidencia basada en la medicina
Medical practice is changing due to the more efficient use of the biomedical literature in making decisions on the care of individual patients. This constitutes a new scientific paradigm: evidence-based medicine (EBM). The factors that may explain the growing interest in EBM are awareness of variability in clinical practice, the importance of the efficacy, effectiveness and efficiency of new health technologies, and ease of access to biomedical literature (especially through the Internet). The main tools of EBM in clinical practice are the increasing production of systematic reviews of health interventions (Cochrane Collaboration, Agencies for Health Technology Assessment, Clinical Practice Guidelines) and critical appraisal of scientific documents [Critical Appraisal Skills Program (CASP) and Critically Appraised Topics banks]. EBM emphasizes benefit to the individual patient and its key point is efficacy, since the principal source of information are clinical trials and meta-analyses in “ideal” clinical practice. Medicine-based evidence, as the complement of EBM, emphasizes benefit to society and its key point is the effectiveness and efficiency of health interventions, since the main information sources are measures of health-related quality of life and economic analyses in “normal” clinical practice. Total quality management aims at medicine based evidence