La necesidad de minimizar la agresividad y las complicaciones de la VM en los pacientes con insuficiencia respiratoria, ha favorecido la reutilización de la VNI, es decir, sin intubación traqueal. Actualmente, la técnica más extendida es la VNIP, que se realiza mediante una mascarilla sujetada con arneses. Esta técnica puede aplicarse con diferentes mascarillas (nasal, buconasal, facial completa) con distintos mecanismos de sujeción. Puede optarse por una gran variedad de respiradores, desde aquellos de uso convencional en las unidades de cuidados intensivos (UCI), a aquellos específicos para VNI, pasando por respiradores convencionales de UCI con módulos de VNI. Así mismo, existen diferentes modalidades ventilatorias en función del respirador (BiPAP, ventilación asistida proporcional, presión de soporte, SIMV, etc.).
Sus principales indicaciones son la insuficiencia respiratoria crónica agudizada: enfermedades neuromusculares, fibrosis quística en fase pretrasplante y síndrome de apnea obstructiva del sueño. También está indicada en la insuficiencia respiratoria aguda: neumonía, insuficiencia respiratoria postextubación, estatus asmático, edema agudo de pulmón. La contraindicaciones principales son la incapacidad de proteger la vía aérea (ausencia de reflejo tusígeno) y la inestabilidad hemodinámica.
Las ventajas de la VNI derivan sobre todo de la eliminación de las complicaciones asociadas a la ventilación invasiva. La VNI no está exenta de inconvenientes. Destacan el mayor requerimiento de atención y trabajo para conseguir una buena adaptación del paciente al respirador. La lesión cutánea por presión en el puente nasal es la secuela más frecuente de la VNI.
Noninvasive ventilation (NIV), i.e. without tracheal intubation, has been reintroduced for the treatment of respiratory failure to reduce the complications of mechanical ventilation. Nowadays, NIV with positive pressure is the preferred method, applied through a mask held in place by a harness. Several masks can be used (nasal, bucconasal, facial) and a variety of means can be used to keep them in place. Many respirators can be selected, ranging from those traditionally used in the intensive care unit (ICU) to specific NIV respirators and conventional ICU respirators with specific software for NIV. Many respiratory modalities can be used according to the respirator (biphasic positive airway pressure [BIPAP], proportional assist ventilation, pressure support, synchronized intermittent mandatory ventilation [SIMV], etc.).
NIV is mainly indicated in exacerbations of chronic respiratory failure: neuromuscular diseases, pretransplantation cystic fibrosis, and obstructive sleep apnea syndrome. It is also indicated in acute respiratory failure: pneumonia, status asthmaticus, and acute lung edema. The main contraindications are a weakened airway protection reflex (absent cough reflex) and hemodynamic instability.
The advantages of NIV derive mainly from avoiding the complications associated with invasive ventilation. NIV also presents some disadvantages, especially the greater workload involved to ensure good patient adaptation to the respirator. The most common sequelae of NIV are skin lesions due to pressure on the nasal bridge.