En la última década han aparecido alternativas a las vías centrales en niños graves. Los catéteres multilumen se utilizan clásicamente mediante canalización venosa central, no existiendo experiencia en su uso como vía central de acceso periférico (VCAP).
Pacientes y métodosEstudio retrospectivo de los pacientes ingresados en cuidados intensivos pediátricos en los últimos 3 años en los que fue colocada una VCAP utilizando un catéter de 4 F, 2 luces y 30 cm.
ResultadosSe incluyeron 22 VCAP canalizadas en 22 niños (edad media, 8,35 años; límites, 1,7-13,8). La duración media fue 7,2 días. El 90% se canalizó en venas antecubitales. Se utilizaron para administrar antibióticos (59%), otros fármacos (81%), nutrición parenteral (50%) y transfusiones (9%). En 8 pacientes se monitorizó la presión venosa central. Se observaron complicaciones en 5 pacientes (22%): tres flebitis, una obstrucción y una infección de la puerta de entrada del catéter. No hubo diferencias significativas respecto a las complicaciones encontradas en 298 vías centrales canalizadas en la unidad durante el mismo período de tiempo.
ComentariosLos catéteres multilumen colocados como VCAP constituyen una alternativa en el tratamiento del paciente crítico.
In the last decade alternatives to central venous lines in critically ill children have been developed. Multilumen catheters have classically been used through central venous access but there are no reports on their use as peripherally inserted central lines.
Patients and methodsWe performed a retrospective study of patients admitted to the pediatric intensive care unit in the previous 3 years who underwent catheterization with peripherally inserted central venous lines. The catheters were four French, double- lumen and 30-cm long.
ResultsTwenty-two catheters were used in 22 children (mean age: 8.3 years; range 1.7-13.8). The catheters remained in place for a mean of 7.2 days. Ninety percent of the catheters were placed in antecubital veins. The catheters were used to administer antibiotics (59%), other drugs (81%), total parenteral nutrition (50%) and blood (9%). Central venous pressure monitoring was performed in eight patients. Complications were found in five patients (22%): three cases of phlebitis, one catheter occlusion and one infection at the site of insertion. No significant differences were found in the complication rate between peripherally inserted catheters and 298 central venous catheters inserted in our unit in the same time period.
ConclusionsPeripherally inserted multilumen catheters may be an alternative in the management of critically-ill pediatric patients.