La retroalimentación biológica (RAB), basada en procendimientos anomanométricos, ha mostrado su eficacia en el tratamiento de niños con encopresis secundaria. Se discute cuáles son sus indicaciones, qué variables de la manometría anorrectal podrían ayudar a establecerlas y si los buenos resultados de la RAB se mantienen a largo plazo
ObjetivosConocer qué variables anomanométricas, además de las manifestaciones clínicas, pueden ser útiles para decidir qué pacientes podrían beneficiarse de la RAB, y los resultados de éste
Pacientes y métodosSe realizó manometría anorrectal a todos los pacientes (n=88) remitidos por presentar eliminación incontrolada de heces tras un año o más de continencia normal, sucedida al menos una vez al mes durante al menos 6 meses, edad cronológica y mental igual o mayor de 4 años, ausencia de alteraciones psíquicas u orgánicas que la justifiquen y ausencia de respuesta al tratamiento médico. Las variables consideradas fueron las relacionadas con: perfil del canal anal, reflejo inhibidor del ano, reflejo de continencia, sensibilidad rectal, actividad del esfínter externo y maniobra defecatoria. Los pacientes se dividieron en dos grupos, según su afectación clínica y anomanométrica, y se sometió a RAB a los más afectados (n=41). Se valora la indicación y resultados de la RAB mediante evolución clínica y manometría anorrectal. Para el análisis estadístico se utilizaron el cálculo de la media y desviación estándar (DE); prueba de la chi cuadrado (x2 ) con corrección de Yates para la comparación de las variables cualitativas clínicas y anomanométricas; t de Student para la comparación de las variables cuantitativas; como pruebas no paramétricas la de MannWitney y, en caso de muestras apareadas, la de Wilcoxon
ResultadosEn los pacientes sometidos a RAB se observó: tendencia a menor longitud del canal anal, presiones mayores en ampolla rectal (p < 0,001) y menores en canal anal (p < 0,05), tendencia a menor distensibilidad de la actividad del esfínter externo al provocar el reflejo inhibidor del ano, menor presencia del reflejo de continencia (p < 0,01), tendencia a menor sensibilidad rectal, y peor respuesta de la musculatura esfinteriana estriada y de la maniobra defecatoria (p < 0,001). El 78 % de los pacientes tuvieron buena respuesta a la RAB, mejorando sus presiones en canal anal y la sensibilidad rectal (p < 0,001), con normalización en 11 de 15, de la maniobra defecatoria. Estos buenos resultados se mantuvieron en los 10 pacientes controlados a largo plazo, y la encopresis seguía en 8 de 10 pacientes controlados no sometidos a RAB (p < 0,001)
ConclusionesLa manometría anorrectal detecta alteraciones, sobre todo en la función de la actividad del esfínter externo, útiles para la indicación de RAB en niños con encopresis secundaria. La RAB es capaz de curar a la mayoría de los pacientes de mayor gravedad, persistiendo su efecto a largo plazo
Biofeedback based on anomanometric techniques has been shown to be effective in the treatment of children with encopresis. The long-term efficacy of biofeedback and which variables of anorectal manometry (anorectal manometry) could help to establish biofeedback indications are currently the subject of debate
ObjectivesTo identify which variables of anorectal manometry, in addition to symptoms, could be useful in deciding which patients could benefit from biofeedback therapy and to assess the outcome of this treatment
Patients and methodsAnorectal manometry was performed in 88 patients, who were referred to our service complaining of soiling at least once a month for a minimum of 6 months after a period of normal continence of 1 year or more. The chronological and mental age of the patients was 4 years. All patients were otherwise in good health and had shown no response to medical treatment. The following variables were studied: anal canal profile, rectoanal inhibitory reflex (RAIR), continence reflex, rectal sensitivity, external anal sphincter (EAS) activity and defecatory maneuver. The patients were divided into two groups, according to clinical and anomanometric impairment, and the most affected patients (n=41) underwent biofeedback therapy. The indications and outcome of biofeedback were assessed through clinical course and anorectal manometry. In the statistical analysis, the mean and standard deviation were calculated. The chisquared test with Yates' correction was used to compare clinical and manometric qualitative parameters; Student's t-test was used to compare quantitative parameters; nonparametric tests consisted of the Mann-Whitney test and the Wilcoxon test was used for paired data
ResultsPatients treated with biofeedback therapy presented shorter anal canal, greater pressure in the rectal ampulla (P < 0.001), decreased pressure in the anal canal (P < 0.05), lesser distension of the EAS on provoking RAIR, lower presence of the continence reflex (P < 0.01), lower rectal sensitivity, and a worse response of the striated sphincteric muscle and of the defecatory maneuver (P < 0.001). Seventy-eight percent of the patients had a good response to biofeedback therapy. Pressure in the anal canal and rectal sensitivity improved (P < 0.001) with normality on straining in 11 out of 15 patients. These good results persisted in a long-term follow-up of 10 patients. Eight of 10 patients who did not undergo biofeedback therapy showed persistent encopresis (P < 0.001)
ConclusionsAnorectal manometry detected disturbances, chiefly in the activity of the EAS, which are useful in indicating bio-feedback therapy in children with secondary encopresis. Biofeedback therapy seems to produce favorable long-term results in the majority of the most severely affected patients