Varón de 4 años, con máculas azuladas en el tronco (fig. 1A). Además, piojos y liendres en las pestañas (fig. 1B). La dermatoscopia mostró ladillas en el cuero cabelludo, tronco (fig. 1C) y pestañas (fig. 1D). Liendres viables (fig. 1E) y eclosionadas (fig. 1F). Se descartó abuso sexual, mediante una minuciosa anamnesis al niño y a su madre. El resto de la exploración física era normal. Se pautó ivermectina oral a toda la familia. Se recomendó repetir la dosis en una semana e higiene en el hogar.
a) Máculas cerúleas en el tronco de un niño con pediculosis en el cuerpo. b) Liendres y piojos en las pestañas. c) Phthirus pubis sujeto de los vellos del tronco. d) El mismo parásito sujeto de las pestañas del paciente. e) Dentro de los cuadrados negros hay liendres viables. f) Liendres eclosionadas o no viables.
Pediculus humanis capitis, corporis y Phthirus pubis están ampliamente distribuidos a nivel mundial. P. pubis tiene un cuerpo más pequeño (1,2×0,8mm) que P. capitis, con un aspecto similar al de un cangrejo marrón claro, con 6 patas, se aferra a los tallos vellosos con sus pinzas delanteras. Las liendres viables son estructuras ovaladas, marrones y con bordes convexos. Las liendres vacías son translúcidas y con pérdida de un extremo. P. pubis en niños siempre nos debe hacer sospechar abuso sexual, aunque P. pubis también se puede transmitir en casos de hacinamiento mediante contacto corporal estrecho, sin contacto genital1–3. Las máculas cerúleas (MC) se asocian a pediculosis, no requieren tratamiento y se resuelven espontáneamente al tratar la pediculosis3.