En los programas de seguimiento, a medida que se prolongael seguimiento aumenta la proporción de abandonos.Estos abandonos limitan la consecución de los objetivosasistenciales y la validez de los estudios.
ObjetivosComparar las características neonatales de los niños seguidoscon facilidad y de los que abandonaron el seguimiento.Encontrar y valorar a los niños que abandonaron el seguimientoy estimar la frecuencia de parálisis cerebral moderada-grave en los niños seguidos y en los que abandonaron.
MétodosDesde 1991 a 1997, ingresaron en servicio de neonatología601 nacidos menores de 1.500 g. Al alta, fueron incluidos 447 niños en el programa. A los 2 años se valoró la presenciade parálisis cerebral moderada-grave en los queacudían a consulta. Se diseñó una estrategia de búsquedapara localizar los niños que habían abandonado y para recuperardatos sobre su evolución. Con un cuestionario telefónicose valoraron los niños localizados en la búsqueda.
ResultadosEl 20 % de los niños abandonaron el seguimiento antesde los 2 años. Pudo recuperarse el 57 %. Las característicasneonatales de los niños seguidos y de los que habíanabandonado no difirieron salvo en la presencia de una situaciónsocial crítica: 10 % en los seguidos y 41 % en losperdidos. El 7% de los que se habían seguido presentó parálisiscerebral moderada-grave frente al 23 % en los quehabían abandonado y se recuperaron y evaluaron posteriormente(riesgo relativo, 3,1 [1,5-5,5]).
ConclusionesLos niños que abandonan el seguimiento presentan unafrecuencia de parálisis cerebral moderada-grave 3 vecesmayor que los seguidos con facilidad. No considerar estafuente de sesgo puede llevar a infraestimar la frecuenciade discapacidad cuando se valora los resultados de los programasde salud o se interpretan los resultados de los estudios.
The longer follow-up programs last, the greater the loss to follow-up. These losses to follow-up may undermine the completion of health care goals and the validity of study results.
Objectives1) To compare neonatal characteristics in children easilyfollowed-up and in those lost to follow-up. 2) To traceand assess children lost to follow-up. 3) To estimate the occurrenceof cerebral palsy in children easily followed-upand in those lost to follow-up.
MethodsFrom 1991 to 1997, 601 neonates with a birth weightunder 1,500 g were admitted to the Neonatology Department.At discharge, 447 infants were included in the follow-up program. Moderate-to-severe cerebral palsy wasassessed when the children were aged 2 years. A specificsearch strategy was implemented to find those childrenlost to follow-up. Data on the development of those tracedwere updated through a standardized telephone questionnaire.
ResultsTwenty percent of the children were lost to follow-upbefore the age of 2 years. Fifty-seven percent of those notavailable at this age were assessed by telephone interview.No differences were found in the neonatal characteristicsof infants easily followed-up and those lost to follow-upexcept in situations of critical social disadvantage: 10 % infollowed-up infants, 41 % in infants lost to follow-up. Disablingcerebral palsy was observed in 7% of children easilyfollowed-up and in 23 % of those lost and traced (relativerisk: 3.1, 1.5-5.5).
ConclusionsThe risk of having disabling cerebral palsy is three timeshigher in children lost to follow-up than in those easilyfollowed-up. Dismissing this source of bias may underestimatedisability rates when assessing health care programsor when interpreting study results.
Este estudio ha sido financiado por una ayuda a la investigación 1999 de la Junta Directiva de la SEN,y Fondo de Investigación Sanitaria 97/0293.